"En el siglo corto que lleva de existencia como clase soberana, la burguesía ha creado energías productivas mucho más grandiosas y colosales que todas las pasadas generaciones juntas. Basta pensar en el sometimiento de las fuerzas naturales por la mano del hombre, en la maquinaria, en la aplicación de la química a la industria y la agricultura, en la navegación de vapor, en los ferrocarriles, en el telégrafo eléctrico, en la roturación de continentes enteros, en los ríos abiertos a la navegación, en los pueblos que brotaron de la tierra como por ensalmo... ¿Quién, en los pasados sig pudo sospechar siquiera que en el regazo de la sociedad fecundada por el trabajo del hombre yaciesen soterradas tantas y tales energías y elementos de producción?”.
Aunque escrito desde 1847, y publicado en 1848, por Carlos Marx y Federico Engels, el Manifiesto del Partido Comunista sigue siendo una de las obras más importantes de la literatura revolucionaria de todos los tiempos y de innegable actualidad. Cargado de sabiduría en cada palabra y cada frase, de principio a fin, esta obra nos sigue maravillando con cada nueva lectura, pues nos enseña los grandes cambios que sobrevinieron a nivel mundial con la implantación del nuevo sistema socioeconómico que sustituía y superaba al feudalismo, retratando la realidad política imperante para los revolucionarios del mundo en el momento de su publicación y, al mismo tiempo, nos traza la espiral dialéctica del desarrollo futuro para la humanidad.
Al ver la triste realidad actual, llena de pobreza, enfermedad, inseguridad y abandono por parte de las clases gobernantes, cuyo caso emblemático parece ser Tabasco con sus inundaciones, no puedo evitar recordar este fragmento citado, que nos recuerda el grado de atraso exacerbado en el que nos encontramos los mexicanos a cerca de dos siglos de la publicación del Manifiesto.
El atraso en la calidad de vida, no sólo en Tabasco, sino en todo el territorio mexicano no se debe a la falta de inteligencia del hombre, sino precisamente a la falta del desarrollo del sistema socioeconómico que vivimos y que impide que nuestro país se pueda desenvolver en favor de todos los mexicanos. En estos momentos el pueblo tabasqueño está siendo víctima del gran monstruo que representa la naturaleza, que reta una vez más la mano del hombre.
Han pasado dos años desde que la dichosa "esperanza de México” llegó al poder y siendo precisamente el pueblo de Tabasco la cuna del actual mandatario, hemos visto como el gobierno se ha negado a respaldar a los damnificados que han perdido su patrimonio; sus tierras agrícolas; sus animales domésticos; el ganado; entre muchas otras cosas indispensables para poder salir adelante día con día.
Esta situación fue propiciada, como bien sabemos, desde que la 4T tomó las riendas del país y puso en práctica su fabulosa "lucha contra la corrupción” y se ha negado a apoyar a los tabasqueños. El desastre actual es consecuencia del recorte monumental al Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que era el recurso que se destinaba para atender todo tipo de desastres naturales.
Sumémonos los recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), que para el año 2021 ya no contemplará, de nueva cuenta, las pavimentaciones, electrificaciones, puentes, techados, y todas las obras que fueron destruidas a consecuencia de las inundaciones y que, por lo mismo, impedirá la construcción de las obras necesarias para prevenir todo tipo de desastres naturales más comunes ocurridos en estas zonas.
Como vemos en la cita mencionada, los medios de producción y la fuerza humana de trabajo son las herramientas fundamentales para desarrollar grandes obras en beneficio de la humanidad, pero, ¿cómo pretende el Gobierno morenista que los mexicanos hagan uso de dichas herramientas si no hay recursos para impulsar el desarrollo industrial que tanta falta hace en estos momentos al estado de Tabasco y sus habitantes, y desde luego, a toda la nación? Pues como bien sabemos, México aglutina cerca de 60 millones de gente en pobreza extrema, esto quiere decir que toda esta cantidad de mexicanos no cuentan con los servicios básicos para su desarrollo cotidiano.
Y la gran mayoría de los mexicanos dicen: "nosotros queremos trabajar, nosotros no necesitamos de las migajas que nos da el presidente&rdquo, esto a consecuencia de las malas decisiones que ha tomado el gobierno, creyendo que por regalar el dinero de la nación va a lograr que toda la gente salga de la pobreza, pero ¿a cambio de qué se reparten tales migajas? A cambio de la eliminación de los fideicomisos y del PEF cuya única función era construir una mejor calidad de vida mediante la construcción de obras y servicios que tanta falta le hacen los zonas más pobres de Tabasco.
Pero, ante los oídos sordos del Gobierno estatal y federal ambos integrantes de Morena, el Movimiento Antorchista Nacional sale una vez más a demostrar el carácter de lucha, la hermandad y el liderazgo en favor de nuestros hermanos tabasqueños, emprendiendo una intensa jornada para recaudar víveres para las zonas damnificadas, meta que por supuesto se logró y fueron enviadas al rededor de 100 toneladas de víveres. Es por eso que, una vez más, la organización de los pobres de México levanta la voz para convocar a todas las fuerzas políticas y sociales y así formar un frente común, fuerte, solido y riguroso que verdaderamente represente los intereses de la clase trabajadora.
Para concluir con mi opinión, quiero recordar que con estos hechos podemos constatar nuevamente dos cosas para consideración de todos y que no debemos olvidar, sobre todo ahora que se acerca el proceso electoral del 2021; la primera, el verdadero rostro e interés de Morena para con el pueblo mexicano y la segunda; la verdadera cara de Antorcha, que como es costumbre, siempre sale a la luz para defender el bienestar de la masa popular. ¿Queda claro quién es Antorcha y para quiénes trabaja? ¿Y quién es Morena y a quiénes les sirve? La última palabra la tiene usted amigo lector, demostremos nuestro repudio a Morena en las próximas votaciones.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario