El pasado 23 de febrero un estudiante murió luego de sufrir tres paros respiratorios en un hospital particular de Ixtapaluca. Un día antes había sufrido un accidente en la secundaria en la que estaba inscrito, Gabriela Mistral, situada frente al palacio municipal.
Según la información que se ha manejado en diversos medios de comunicación, el joven Víctor Leonardo estaba en su clase de educación física, sin profesor, cuando se impactó contra un tubo que sostenía una red de voleibol.
Según distintas versiones, el problema fue creciendo cuando tras la revisión dentro de la escuela no le encontraron ninguna lesión, por lo que, supuestamente, no dieron aviso a sus padres ni a las autoridades educativas. Fue hasta que los malestares crecieron al grado que decidieron llamar una ambulancia. Mas, según versiones que circularon a través de redes sociales, también la ambulancia llegó al menos una hora después, pese a que el DIF municipal está a menos de 20 pasos de la institución.
Cuando Sharon Reyes, madre del menor, llegó, Víctor estaba recargado en un bote de basura, vomitando. "Yo lo vi consciente, pero estaba desvariando, estaba llorando y decía que le dolía mucho la cabeza", dijo en su declaración.
El joven fue trasladado al hospital Polanco, un hospital al que los servicios de emergencia de Ixtapaluca suelen llevar a las personas a quienes atienden. Posteriormente ahí falleció.
Sin embargo, el 1 de marzo, debido a no obtener apoyo de ninguna autoridad, acompañados por decenas de padres y tutores, la familia del joven salió a tomar las calles con el objetivo de exigir justicia. No había autoridades en el palacio municipal, se habían ido a un evento de campaña a la Ciudad de México. La supervisión se deslindó con el argumento de que no estaban enterados. La directora dijo que había seguido los protocolos establecidos por la Secretaría de Educación y que los avisos los dio en estricto respeto al instructivo.
¿Entonces, quién tiene la culpa del joven muerto? Normalmente las personas buscamos culpables individuales, quienes deben sufrir por el crimen que han cometido. Una de las peticiones de los padres de familia en su movilización fue que la directora y una profesora fueran juzgadas.
Sin embargo, el problema va más allá. Es una manifestación de la decadencia en México, con servicios de salud deficientes que cobra muchas vidas, en la que no se invierte en mejorar las instalaciones, instrumentos técnicos, ambulancias, al grado que la gente tiene que buscar hospitales privados para curarse, ya que no hay espacio en los públicos. El hospital de alta especialidad está más cerca de esa secundaria que el Polanco, además también justo a un costado está otro hospital conocido: el Pedro López. En ambos han sido constantes las denuncias y movilizaciones del personal médico exigiendo equipo, materiales, mejoras a sus condiciones, ya que, dicen, no tienen ni gasas para curar urgencias.
Por otro lado, también se demuestra la baja, nula, capacitación que tiene el magisterio nacional. A los profesores el gobierno morenista los ha dejado a su suerte. El único apoyo del que se precia la 4T es del programa “La escuela es nuestra”, la cual es un programa electorero que no ayuda de fondo a mejorar el problema educativo en el país.
El presupuesto de Egresos de la Federación 2024, discutido en septiembre de 2023, destinado a la preparación docente, es de 100 millones 633 mil 841 pesos, lo cual, dividido entre un millón 046 mil 327 maestras y maestros de escuelas públicas, da un total de 96 pesos al año.
Esa es la importancia que le da el gobierno de México a la formación del magisterio del país: 96 pesos por profesor al año.
¿Qué tipo de preparación puede tener un docente por 96 pesos en un año? Nadie lo sabe, quizás ni siquiera los diputados de los diferentes partidos, mayoritariamente de Morena, que discuten la asignación de los recursos obtenidos de los bolsillos del pueblo.
Así, la falta de preparación general de profesores, la falta de servicios médicos en las escuelas, la falta de ambulancias, la falta de espacios en hospitales tienen consecuencias graves, en este caso la vida de Víctor, un joven de 14 años cuyos familiares claman justicia al sistema que produjo su desgracia.
En las escuelas del país debe haber profesores preparados académicamente y personal al interior de las instituciones que puedan diagnosticar (es decir, enfermeros y enfermerías) que atiendan a los alumnos cuando sea necesario; profesores en cada clase y jóvenes que estén seguros en sus colegios; además hospitales de calidad, con médicos también preparados y armados con equipo médico e insumos suficientes; ambulancias, etcétera.
Parece un sueño imposible, pero es lo que instrumentaremos los antorchistas cuando lleguemos a gobernar a este país. Es lo que puede hacer el pueblo si se decide a organizarse y luchar, no sólo cuando lo apremien las desgracias, sino en todo momento hasta que logremos construir ese país justo y amable para todas y todos.
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