MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Exigimos justicia en Guerrero

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Los líderes antorchistas Conrado y su esposa Mercedes, fueron asesinados a golpes la tarde del 12 de abril. Su pequeño hijo de cinco años y siete meses fue asfixiado. Para ellos exigimos cárcel de por vida.

Conrado fue líder de nuestra organización en Chilpancingo de los Bravo, durante 10 años, y su esposa Mercedes era la dirigente de los antorchistas en la zona de La Cañada, desde hace año y medio. Ambos eran personas buenas, trabajadoras e inteligentes que lucharon a favor de los pobres mexicanos. Su hijo era un niño muy inteligente y alegre, que apenas tenía siete años, que destacaba en su escuela por su inteligencia.

Eran una familia antorchista, muy trabajadora. Para que el lector los conozca un poco más, tomo un fragmento de un artículo de Tito Ramírez, que fue compañero de lucha y amigo cercano de Conrado y de Meche:

“Conrado se fue superando y cursó la licenciatura en derecho en el Centro de Estudios Superiores de Veracruz (Cesver. Al poco tiempo, al renovar el comité coordinador del albergue y, por su disciplina y sencillez, fue el mejor candidato para ponerse al frente de dicho proyecto educativo. Pocos años después, volvió a sucederme, ahora en la dirigencia de la FNERRR en el estado. Durante un Congreso Estatal para renovar el Comité de dicha organización en Veracruz, Conrado fue electo democráticamente como el nuevo líder por la mayoría de los jóvenes delegados de distintas escuelas de la entidad, en reconocimiento a su gran trabajo al frente de los estudiantes de la capital de Veracruz.

A los pocos años, al celebrarse el III Congreso Nacional de la FNERRR para elegir a su nuevo Comité Central, que tuve el honor de presidir, Conrado resultó electo secretario de prensa y propaganda de dicho organismo, por lo que volvimos a trabajar y convivir juntos dos años más encabezando la lucha de los estudiantes a nivel nacional. Junto con él y otros valientes jóvenes realizamos jornadas de lucha en diversas entidades, que incluyeron mítines, marchas, plantones y campañas mediáticas para exigir escuelas, becas, albergues y, en general, mejores condiciones de educación para los hijos de la clase trabajadora del país y él siempre fue ejemplo de abnegación, honradez y sencillez. Uno de los logros de esa lucha fue la Casa Nacional del Estudiante en la capital del país.

A su vez, Mercedes estudió en el CBTA 136, tiempo en que también fue moradora del Albergue Estudiantil “1º de Mayo” (también afiliada a la FNERRR e igualmente emblema del proyecto educativo antorchista) y demostró su inclinación por la defensa de las causas sociales al encabezar la lucha de su escuela y de su albergue. A Mechita, como siempre la llamamos de cariño, la conocí después que a Conrado, cuando ya era una destacada alumna de la Escuela Normal “Mixteca Baja” (de Tecomatlán, Puebla) e importante líder estudiantil en la Mixteca Baja poblana.

Mechita asumió el liderazgo de la FNERRR en Puebla, casi al mismo tiempo que Conrado en Veracruz e igualmente fue electa como integrante del Comité Central feneriano en el III Congreso Nacional en 2010, como encargada de finanzas. Y así fue como tuve el honor de convivir con ella durante dos años, junto con todo ese Comité, luchando por la educación de los hijos de la clase trabajadora del país. Sus compañeros de escuela, sus dirigidos y quienes la conocimos siempre le reconocimos su dulce carácter para tratar y su arrojo decidido para luchar contra la injusticia. Pasaron los años y nuestro afán de seguir ayudando a los humildes, nos llevaría a otras tierras, a ellos a Guerrero y a Sinaloa, mientras que mi destino fue poner mis modestos esfuerzos al servicio de la lucha en la Sierra Nororiental de Puebla”. Hasta aquí la cita. Eran, como dije, una familia antorchista muy trabajadora.

Ante el crimen, el Movimiento Antorchista exige que los encargados de impartir justicia en el estado hagan una investigación seria para encontrar a los autores intelectuales y materiales del triple asesinato. Y que los encarcele. Que el gobierno del estado, que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, garantice que se haga justicia y se castigue a los responsables de estos crímenes. Que el gobierno garantice condiciones de seguridad para los antorchistas, que cesen las agresiones y asesinatos.

Se trata de un grave crimen contra dos luchadores sociales y su hijo, que muestra la vulnerabilidad y descomposición de un país que parece no poder ponerle un alto a los graves problemas que tiene.

Por lo tanto, anunciamos que, si no hay resultados en un plazo corto en las investigaciones para encontrar y encarcelar a los asesinos de nuestros compañeros, vamos a realizar en Chilpancingo una marcha con miles de guerrerenses. Si no hay justicia, después iniciaremos una serie de movilizaciones con antorchistas de Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala, Guerrero y Puebla.

Llamo a mis hermanos antorchistas de estos estados a que estemos listos para una lucha por la justicia, en la que pediremos cárcel contra los asesinos de Conrado, Mercedes y su hijo. Todos atentos y listos para luchar, compañeros.

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