Sinaloa, Sin. La violencia e inseguridad se ha extendido a casi todo el territorio de la capital y del estado de Sinaloa, esto según las denuncias de familias de las comunidades rurales de la zona Sur, pues, por ejemplo, en la comunidad de Laguna de Canachi, más de la mitad de la población han tenido que abandonar sus pertenencias y “buscar opciones de vivir en un lugar seguro fuera de Sinaloa”.
Una de las afectadas, que por seguridad pidió el anonimato, declaró que fue en septiembre, cuando inició la violencia; “fue muy duro para nuestras familias, para nuestros hijos, todos dejaron de asistir a clases, no podíamos salir a trabajar, las tiendas cerraron, se acabaron los productos básicos”, mencionó.
“Las víctimas a causa de la violencia no recibimos ayuda de las autoridades locales, únicamente integrantes del Movimiento Antorchista de la entidad apoyaron, a través de la gestión de apoyos”, añadió.
Otro de los poblados afectados, es Chiqueritos, ubicado a una hora y media de la capital, donde las familias no se sienten seguras, y su economía ha decaído, pues no hay trabajo en el campo y la sequía ha afectado, “ya no podemos vivir así”, aseguró una vecina de la localidad.
Una madre de familia que pide no mencionar su nombre, asegura que vivía tranquila con sus hijos, hermanos y padres, en el ejido de Sánchez Celis, pero tuvo que dejar todo para no tener problemas que lamentar.
Por su parte, Pergentino Cortés Girón, líder del Movimiento Antorchista en la zona sur de Culiacán reconoció que el problema es grave, mismo que contradice el discurso oficial. “El desplazamiento forzado es imparable, y casos como estos, se presentan un día sí y otro también en varias zonas, prácticamente en todo Sinaloa”, remarcó.
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