MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los 50 años de Antorcha y nuestro proyecto educativo

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En el presente año, el Movimiento Antorchista Nacional cumple 50 años como organización social. Durante este tiempo, miles de familias se han organizado para luchar por el progreso de sus pueblos o para la fundación de colonias con el propósito de resolver la necesidad de un lote para vivir, combatir la desigualdad y la pobreza que tanto daño hacen a millones de mexicanos, y luchar para que todos tengan acceso a educación de calidad, servicios de salud, bellas artes, deporte y recreación. 

Hemos tenido grandes avances, resolviendo miles de problemas que han mejorado las condiciones de vida de millones de mexicanos. Sin embargo, reconocemos que la pobreza ha crecido más rápido de lo que imaginábamos, pero durante este proceso hemos aprendido muchas cosas, sobre todo a conocer nuestros derechos constitucionales y cómo hacerlos valer.

México se ubicó en el lugar 51 de un total de 81 países medidos. Esto explica, en buena parte, que México siga siendo un país subdesarrollado en el ámbito económico.

Hemos entendido que el único camino que le queda al pueblo trabajador para conquistar mejores condiciones de vida es la organización y la lucha valiente para arrancar a los gobiernos obras y acciones que transformen nuestras colonias, pueblos y escuelas, así como mejores condiciones de trabajo para los obreros y los campesinos.

Uno de los ejes del trabajo antorchista ha sido la formación de escuelas en pueblos y colonias donde hacían falta, además de conseguir plazas docentes y luchar por la infraestructura que se necesita en ellas.

A través de Antorcha Magisterial, hemos ideado y puesto en marcha un proyecto de educación integral, limpieza y eficacia administrativa en las escuelas, y vinculación plena de los estudiantes con sus comunidades.

Los resultados de este trabajo son muy extensos; sin embargo, la educación en México sigue presentando un inmenso rezago.

Un estudio reciente de la Secretaría de Educación Pública revela que de cada 100 niños que ingresan a la primaria, solo egresan 95; la secundaria solo la terminan 78; la preparatoria 53; y la universidad 26.

Expertos señalan que este altísimo grado de deserción escolar tiene como causas la falta de recursos de las familias y el desinterés de las autoridades gubernamentales para evitar el abandono de la escuela.

Estos expertos indican también que las becas universales que ofrece el gobierno federal no han servido de mucho para que los jóvenes sigan estudiando.

De 2010 a 2022, el número de estudiantes que lograron egresar de la universidad, es decir, que terminaron una carrera profesional, sólo ha crecido en cinco alumnos en promedio, ya que mientras en 2010 lograban graduarse 21 estudiantes, para 2022 lo hicieron 26 en promedio. Como vemos, el número de jóvenes que logran el grado de licenciatura es muy bajo para desgracia de los mexicanos.

En los resultados de la prueba PISA que llevó a cabo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2022, que evalúa con parámetros internacionales el rendimiento promedio de los estudiantes en las áreas de matemáticas, ciencias y lectura, México obtuvo resultados peores que en el 2018: en matemáticas, el 66 % de los estudiantes mostró un bajo rendimiento; en ciencias, el 51 %; y en comprensión lectora, el 47 %.

Dichos resultados revelaron que México se ubicó en el lugar 51 de un total de 81 países medidos. Esto explica, en buena parte, que México siga siendo un país subdesarrollado en el ámbito económico, un país dependiente de las grandes potencias, empezando por lo más elemental que son los alimentos, hasta los bienes de capital con un alto contenido tecnológico.

Los antorchistas tenemos claro este grave problema y es por eso que en las escuelas fundadas y dirigidas por nosotros nos hemos propuesto que los niños y los jóvenes se preparen en el terreno de la ciencia y la tecnología para que puedan conocer las leyes que rigen a la naturaleza y transformarla en beneficio de todos los seres humanos y no solo de unos cuantos: que el hombre domine a la naturaleza sin destruirla, y no sea la naturaleza la que domine al hombre por falta de conocimientos.

Por esta razón, los maestros se esfuerzan por enseñar a pensar a los estudiantes, acostumbrarlos a razonar creativamente para cultivar su inteligencia natural y adquirir una formación integral; despertar en el joven el deseo de aprender todo lo que la humanidad a través de los siglos ha descubierto en el proceso productivo para satisfacer las necesidades materiales y espirituales del hombre, conocimientos que ya se encuentran plasmados en los libros de ciencias naturales, ciencias sociales y de la literatura universal; enseñar buenos hábitos de estudio y trabajo a los niños y jóvenes, fomentar la disciplina en el cumplimiento de todas sus tareas, sean del tipo que sean; llevar una vida sana para adquirir fuerza y energía mental para que cuando sean grandes la vida no los subyugue y su quehacer sea verdaderamente productivo para la sociedad en su conjunto.

En las escuelas dirigidas por maestros antorchistas también se fomenta el estudio de las ciencias sociales y del pensamiento, la economía política, la lógica formal y la lógica dialéctica para que entiendan bien qué es la sociedad, conozcan las leyes que la rigen que, aunque no se vean a simple vista, tienen una existencia objetiva y una importancia determinante, porque esto permitirá a los hombres y mujeres caminar con conocimiento de causa de los fenómenos económicos, sociales y políticos: conociendo la sociedad estarán en condiciones de poder transformarla en beneficio de todos y no solo de unos cuantos.

Se fomenta el conocimiento de la historia universal y de México, ya que los acontecimientos del pasado nos enseñan a descubrir nuestros errores, a corregirlos y estar en posibilidad de proyectar de forma clara y consciente el desarrollo del país. Quien no conoce la historia está condenado al fracaso. Por eso nuestro lema es por una educación democrática, crítica, científica y popular.

Hoy vivimos en una sociedad con muchos problemas de inseguridad, de falta de empleos bien pagados y la pobreza crece y se hace más aguda, problemas que la historia ha enseñado que es el mismo pueblo quien los debe resolver, bajo la dirección de líderes honrados y valientes; de hombres y mujeres buenos, solidarios e inteligentes, con una concepción científica del mundo que les proporcione las herramientas para la construcción de un México desarrollado, en el que no solo se produzca mucha riqueza, sino que también ésta se distribuya en forma equitativa. ¡Somos futuro porque estamos formando al hombre nuevo!

Por esto, nuestra bandera de lucha sigue siendo vigente, debido a que el capitalismo mundial ha entrado en su fase de mayor decadencia como resultado de la extrema concentración y centralización de la riqueza, como consecuencia de la fusión de los grandes capitales industriales, bancarios y comerciales que dominan al mundo, mientras que el número de pobres sigue creciendo.

Según el sociólogo español Andrés Piqueiras, en un reciente artículo para el portal lahine.com, en la actualidad tres grandes consorcios que administran inversiones de capital en el mundo son los dueños de más del 60 % de todas las empresas del planeta. Se trata de Vanguard, Blackrock y State Street, cuyos dueños son una ínfima minoría que apenas representa al 0.001 % de la población.

Y son estos multimillonarios los que están poniendo al planeta entero al borde de la extinción, como resultado de su voracidad para explotar los recursos naturales de la mayoría de las naciones y que nos están conduciendo hacia una Tercera Guerra Mundial, que aún no sabemos de qué tipo será, porque puede ser nuclear o híbrida, pero cuyas consecuencias serán desastrosas para toda la población.

Poner un freno al imperialismo norteamericano y contribuir en la construcción de un mundo multipolar también es nuestra bandera de lucha.

En México, la riqueza nacional también está concentrada en unas cuantas manos. De acuerdo con un informe de la Oxfam del año 2023, en los últimos 5 años el número de pobres llegó a más de 100 millones de mexicanos, al mismo tiempo en que las fortunas de las catorce personas más ricas del país se duplicaron, por lo que actualmente concentran más del 58 % de toda la riqueza de México.

Nuestra bandera también consiste en luchar por la construcción de una sociedad superior a la capitalista, en la que la riqueza se distribuya de forma más equitativa, en la que no exista el hambre, la falta de vivienda digna y en la que todos tengan empleo bien remunerado.

Antorcha convoca a la juventud mexicana a abrazar la bandera de la lucha social, de las causas nobles y justas de los obreros, campesinos, comerciantes, amas de casa, jornaleros y demás clases trabajadoras para entre todos construir un futuro luminoso para toda la humanidad.

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