A fines de la década de los ochenta y durante los noventa del siglo pasado, buena parte de los mexicanos creían de manera sincera que la izquierda oficial representada por el PRD, era la verdadera alternativa de un cambio en la situación económica, política y social del país. Este partido un día sí y otro también, señalaban al PRI y sus gobiernos como los causantes de la enorme pobreza, la desigualdad, la antidemocracia y la corrupción. Ante la faz de la nación, los políticos perredistas se presentaron como los incorruptibles, los superhonestos, los verdaderos representantes del pueblo trabajador y que sólo ellos representaban el cambio tan anhelado del pueblo de México.
Con esta careta ganaron importantes gubernaturas como la de Michoacán, Zacatecas, Guerrero, Baja California Sur, el CDMX (ahora Ciudad de México) y el gobierno de Morelos.
Muy pronto, la ciudadanía de esos estados, se dio cuenta que en nada se diferenciaba un gobierno de "izquierda" y uno de derecha. Los gobiernos perredistas ejercieron y ejercen un poder, ahí donde todavía son gobierno, de forma autoritaria y represiva, hacia todo lo que no comulgue con su ideología y sus intereses; reprodujeron exponencialmente los vicios que criticaban al sistema priista, como la antidemocracia y la corrupción (v. gr. el señor de las ligas, el cochinito de Rosario), sus políticos se dedicaron a hacer riqueza personal con recursos públicos, lejos quedo su ideología "comunista", su eslogan "primero los pobres", tan mal gobierno hicieron en la mayoría de esos estados, que el pueblo les dio la espalda y ahora este partido tiene uno de los más altos índices de desprestigio, a grado tal que en las últimas elecciones federales obtuvo una votación muy baja, que lo convierten ya en una fuerza marginal en la gran mayoría de estados de la república. ¿Cuál es la causa de que el pueblo de México en tan corto tiempo les haya dado la espalda?, la explicación es muy sencilla, ahí, donde han sido gobierno, la vida de las masas trabajadoras no ha cambiado nada, sus políticas implementadas no combaten a fondo la pobreza y marginación, los niveles de desempleo, de vivienda, de educación y salud, son los peores de todas las entidades federativas; la inseguridad alcanza niveles alarmantes y para muestra basta un botón, ahí está el gobierno de Graco Ramírez Garrido Abreu, gobernador o más bien desgobernador de Morelos, quien siempre ha presumido de formar parte de la "intelectualidad" de la izquierda histórica de México, esa que presume de ser la única que representa los intereses de los más pobres, pero que a luz de los hechos, sus gobiernos son lo más antidemocráticos y represivos, con el pueblo que les pide gobernar con justicia.
Morelos hoy ocupa el deshonroso lugar de tener más de mitad de su población en pobreza, está ubicado en los diez estados más pobres del país; más de 670 mil morelenses carecen de vivienda; 1, 800 planteles de educación básica cuentan con insuficiencias en los servicios de agua, drenaje y electrificación; es el tercer estado más violento de todo el país, con 3 600 homicidios dolosos; quinto lugar en robo de automóviles; primer lugar nacional en secuestro y extorción; en lo que va del gobierno de Graco Ramírez se han registrado 775 feminicidios y la deuda pública de Morelos creció casi al 300%. Todo este panorama que afecta la vida de los morelenses, ha ocasionado que en la tierra del héroe agrarista Emiliano Zapata, se genere un gran descontento de la población, de universitarios, maestros, sindicatos, iglesia católica, transportistas y miles de ciudadanos que piden la renuncia de este mal gobernante, que ha llevado a Morelos al caos social.
La incapacidad de gobernar de Graco Ramírez lo ha llevado a la esquizofrenia contra el Movimiento Antorchista, pues en lugar de darle solución a modestas peticiones que desde el inicio de su gobierno le hicieron campesinos, colonos y estudiantes, para mejorar sus condiciones de vida, por ejemplo: el reconocimiento oficial de una escuela de nivel medio superior, terrenos para vivienda de 400 familias que carecen de un pedacito donde construir su casa, dotación de un albergue estudiantil en la ciudad de Cuernavaca para jóvenes que estudian en la capital del estado y que no tienen los suficientes recursos para costear sus estudios; 70 proyectos productivos para grupos campesinos que necesitan emprender una actividad rentable para sustento de sus familias; pozos para dotar agua potable a comunidades de los municipios de Yecapixtla y de Totolapan; tres puentes vehiculares para poblaciones aisladas y 15 obras de electrificación que desde años han demandado igual número de comunidades.
Como puede verse, estas peticiones no representan un gasto exagerado para el gobierno del estado de Morelos, son obras muy pequeñas que sólo requieren la buena voluntad política y la sensibilidad suficiente de un buen gobernante, pero desafortunadamente para los morelenses humildes, la soberbia y el sectarismo de su gobernador, está ocasionando que es bienestar no llegue a sus familias. Los antorchistas de Morelos, con el afán de hacerse escuchar, de marzo a julio del año en curso, han realizado seis movilizaciones, donde han participado miles y miles de trabajadores, quienes solo piden una pequeña parte de la gran riqueza que con sus manos generan. En la última movilización llevada a cabo el 25 de julio participaron 20 mil morelenses y pequeños contingentes de apoyos de estados circunvecinos, nada conmovió a Graco Ramírez, muy por el contrario, se ha incrementado sobre el antorchismo una ola mediática de ataques, calumnias y amenazas sobre los peticionarios y sus dirigentes, destacando por sus ataques en la prensa el seudoperiodista Guillermo Cinta, quien de manera servil defiende al gobierno de Graco Ramírez, cuando en el pasado reciente este mismo periodista lo exhibió como lo más nefasto y corrupto de la izquierda mexicana. ¿Qué cambió la opinión de este "periodista"?, aquí cabe lo que dice el refrán popular "poderoso caballero, es don dinero".
El gobernador Graco Ramírez, en su afán persecutorio no mide las consecuencias de sus actos, recientemente su gobierno a lanzado amenazas de muerte a los miembros del comité estatal del movimiento Antorchista, en especial contra la valiente luchadora social Soledad Solis Córdova, dirigente estatal de los antorchistas, quien fue amenazada de muerte vía teléfono celular; Soledad, como todos los dirigentes antorchistas, no tiene enemigos personales, ni realiza ninguna actividad ilícita, su pecado es ponerse al frente de un grupo significativo de morelenses que cansados de tanta pobreza y marginación, se han puesto a exigirle al gobierno de su estado que cumpla con su deber constitucional de brindar bienestar y seguridad a todos los morelenses, especialmente a los que menos tienen.
Graco Ramírez debe entender que en el fondo de la protesta antorchista, está la inequidad social de su gobierno y, por tanto, si realmente quiere que cesen las protestas, deberá sentarse con la dirigencia antorchista de manera seria y responsable, buscando llegar a un acuerdo de solución a cada una de las modestas peticiones y, entre más pronto mejor, pues a estas alturas la lucha de los antorchistas morelenses ya adquirió tintes nacionales y ahora todos los antorchistas de México, estamos dispuestos a apoyar a nuestros compañeros de lucha del estado de Morelos, hasta que sus demandas sean satisfechas. Responsabilizamos directamente a Graco Ramírez Abreu de la seguridad de nuestra compañera Soledad Solís Córdova y demás integrantes del Comité Estatal y de todos y cada uno de los antorchistas morelenses. Al mismo tiempo llamamos al Lic. Enrique Peña Nieto, presidente de la república y al Lic. Miguel ángel Osorio Chong, secretario de gobernación, a no permanecer indiferentes a los sucesos contra los antorchistas de Morelos, deben exhortar al gobernador a que respete la ley, pues si hay algo que requiere urgentemente nuestra patria, es paz pública para el desarrollo normal de la actividad económica y social del país.
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