La situación de violencia en México, que padecen no solo las familias mexicanas, sino tambien los trabajadores de los medios de comunicación, entre los que cada vez más incrementan los índices de asesinatos, no hay protección efectiva para quienes, por realizar periodismo de denuncia, reciben amenazas de muerte y que al final son llevadas a cabo, impunemente.
La seguridad pública es el rubro peor evaluado del Gobierno federal que encabeza el presidente, Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con una encuesta de El Financiero, que menciona que el 63 por ciento de los encuestados tiene una opinión negativa sobre las acciones y resultados de López Obrador, en materia de seguridad, es el porcentaje de desaprobación más alto del sexenio.
La mala evaluación de los mexicanos por el manejo de la seguridad pública registra una tendencia ascendente desde diciembre del año pasado, en cuyo periodo ha perdido 12 puntos porcentuales.
A pesar de las estadísticas de violencia en México y en contra de periodistas, López Obrador se muestra indiferente ante esta crisis e, incluso, él mismo ha atacado el ejercicio periodístico y la libertad de expresión, exhibiendo con todo el poder del Estado a medios de comunicación, periodistas y líderes de opinión, tan solo por el hecho de informar con veracidad, se han convertido en enemigos de la Cuarta Transformación.
En 2021, nueve reporteros murieron de forma violenta. Pero en lo que va de 2022 ya suman 11 las víctimas de esta lista, asi lo informó el Comité para la Protección de los Periodistas, cifra que lamentablemente podría aumentar si López Obrador sigue con la indiferencia mostrada hasta ahora, y no garantiza la protección y la seguridad de los comunicadores.
La violencia impera en varios estados de nuestro país, escenas de la guerra del narco, pueblos tomados en Michoacán, fusilamientos contra rivales del narco, minas antipersona para evitar el recorrido de los militares, tanques de guerra paseando libremente por las calles, masacres de decenas de personas en una fiesta. Asi mismo en Zacatecas decenas de cadáveres amontonados a las puertas de la sede del Gobierno estatal y otras en plena calle, colgados de puentes, municipios que se han quedado sin policías por miedo a que los asesinen a ellos también. Tan solo dos ejemplos de la violencia que impera en el estado mexicano.
El rechazo y odio que destila desde la mañanera el presidente, en contra los comunicadores críticos de su gobierno, a quienes les ha elevado el tono de sus reclamos y denostaciones por su labor informativa. Y la consecuencia directa es que ya suman 11 periodistas asesinados, pero ni la indignación del gremio, ni las denuncias ante la falta de políticas destinadas a protegerlos, ha provocado la más mínima reacción del presidente de la Cuarta Transformación.
Cuando se critica el actuar de la administración actual, a pesar del discurso de López Obrador de “no somos como los de antes”, y tiene razón: Es peor.
Esta situación de violencia es un pendiente criminal del gobierno de la Cuarta Transformación y casi podemos asegurar que muy poco se hará por parte de López Obrador y su gobierno, pues agrede a los medios de comunicación desde su mañanera, lo que es de lamentar.
En el Movimiento Antorchista Nacional sabemos que el trabajo periodístico y de prensa, todo periodista tiene el fin de mantener informada a la población, por lo que condenamos cualquier tipo de agresión en contra de esta noble labor y nos solidarizamos con los trabajadores de la prensa y reafirmamos la defensa de la libertad de expresión.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario