MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El problema de la vivienda en Mexicali continúa y aumenta

image

Miles y miles de viviendas son las que se cuentan en la ciudad que capturó al sol, que están abandonadas y vandalizadas, sirviendo de picaderos, nidos de gente malviviente, basureros y focos de infección, sin que haya autoridad hasta el momento que ponga un alto a esta situación. Por otro lado, se pueden también contar por miles, a las familias que requieren de un lugar donde vivir, de un pedacito de Mexicali, Baja California, donde poder fincar su patrimonio familiar, sin embargo, no hay programas ni dependencias gubernamentales, de los tres niveles, con el suficiente interés para resolver el problema.

Esta es la visión general del asunto en cuestión, pero entrando a detalle, tan sólo el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), reconoció a principios de 2020 que tiene identificadas 18,190 casas abandonadas (El Imparcial 19/02/2020), sumando a ellas, las de fraccionadores y promotoras inmobiliarias privadas, las cuales, desde la administración del gobernador Osuna Millán, sumaban en su conjunto 64 mil casas abandonadas. El problema ha alcanzado estas dimensiones por dos factores:

1. La creación de las Unidades de Inversión (UDIS) a mediados de los noventas en la época de Ernesto Zedillo, como respuesta a la crisis financiera del 94, como nadie sabía cómo se iba a comportar la inflación en esos días de crisis, ni si ésta se lograría controlar, inventaron las UDIS para que se legalizara el préstamo con una tasa fija por arriba de la inflación. Esta acción motivo el surgimiento de sociedades hipotecarias que comenzaron a prestar dinero a trabajadores independientes e informales (sin ningún tipo de seguridad social) para la adquisición de viviendas, así como el nacimiento de nuevos grupos de desarrolladores de vivienda, que, al enterarse de la creación de las UDIS y sus beneficios, comenzaron a construir nuevos desarrollos habitacionales.

2. La crisis económica de 2009, la cual generó la pérdida de empleos en todo el país. Dichos factores son los que convirtieron a Baja California (en la primera década del siglo XXI) en uno de los estados con mayor índice de casas abandonadas, 214 mil, 64 mil en Mexicali y 110 en Tijuana, el restante se encuentra en los otros tres municipios (Inegi 2010).

Esta situación es la que ha generado el abandono por miles de las viviendas, pues los créditos hipotecarios se vuelven impagables (debido al constante y vertiginoso aumento del valor de las UDIS), el crecimiento del desempleo y las corridas financieras que sangran el bolsillo de los trabajadores que cotizan al Seguro Social, haciendo preferible a los trabajadores o derecho habientes abandonar el hogar, antes que seguir pagando una deuda que nunca disminuye. Pese a esta situación, las inmobiliarias siguen la construcción de fraccionamientos, que más tardan en construir que en quedar abandonados.

1

La contraparte a esta problemática, es la falta de programas gubernamentales para crear desarrollos inmobiliarios de interés social, que doten de una vivienda digna a los trabajadores formales o informales, con financiamientos al alcance de sus posibilidades. Fue precisamente en la época de Osuna Millán que se creó el Institutito para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda del estado de Baja California (Indivi), el cual se ha convertido en un enorme elefante blanco que no ha podido atender, junto con los fideicomisos o promotoras inmobiliarias de los municipios, la necesidad de vivienda de los bajacalifornianos.

Ante este panorama y la reciente crisis sanitaria generada por el coronavirus, que contrajo la situación económica de miles de mexicalenses quienes, ante la pérdida de empleo, fuentes de ingreso y apoyo gubernamental, se han quedado sin la posibilidad de pagar una renta o el financiamiento de su casa, se han visto obligados a sumarse a los miles de ciudadanos que ocupan una de esas tantas casas vandalizadas y abandonadas, como ha sido el caso reciente del fraccionamiento Villas Margaritas, que tras 15 años de estar desocupado, hoy decenas de familias se vieron en la necesidad de habilitar para poder tener un lugar donde resguardarse. Asimismo, vecinos del kilómetro 43, del valle de Mexicali, optaron por ocupar unos terrenos, también por años sin uso, para encontrar una solución al problema de la vivienda. Esto, tan sólo por mencionar lo que llega a mi conocimiento, pero seguro estoy, que de forma dispersa y de uno en uno, muchos de esos inmuebles abandonados, han de haber sido ocupados en los meses recientes, por lo ya señalado.

Por tanto, es necesario que el gobierno reaccione y actúe para resolver este asunto, que va en crecimiento y cada día se complica más; de igual forma quienes están inmersos en este problema, ya sea porque ya ocupan o necesitan vivienda, se dispongan a dar una lucha férrea y decidida para conseguir su patrimonio familiar, y aquí estamos los antorchistas cachanillas puestos y dispuestos para encabezar la pelea y encontrar la mejor solución.

  • Etiquetas:

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más