Cada que se presenta un problema en la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), “la culpa es del Movimiento Antorchista”, según los que atacan sin ningún fundamento y sin vergüenza alguna. Eso ha sido histórico, desde los comienzos del antorchismo en Chapingo, pero quien más desgastó este recurso fue el exrector José Solís Ramírez, quien, un día sí y otro también, durante toda su administración nos acusó de ser los responsables de todos los problemas que se presentaban en la institución; sin exagerar: ¡de todos los males! Sin embargo, sus pésimos resultados al frente de la Universidad, por más que responsabilizara a otros de su fracaso, fueron la causa de la decisión que tomó la Comunidad estudiantil en octubre del año pasado y que ya todo mundo conoce.
Recientemente, a raíz de un problema local en Talleres Culturales, los que difaman al Movimiento Antorchista volvieron a la carga, ahora en dos revistas de circulación nacional (Proceso y Contralínea), en las que lograron colocar dos “reportajes”. En las dos utilizan, nuevamente, el recurso bastante viejo y desgastado de que “Antorcha tiene el control de puestos y cargos” en la Administración central actual, a través de los cuales, según ellos, “controlamos el presupuesto y a la institución”. En dichos escritos aparece acusándonos, además de algunos profesores de Talleres Culturales, el exrector José Solís Ramírez, quien, ¡una vez más! nos difama declarando que el Movimiento Antorchista “se disputa el presupuesto anual que supera los 3 mil 300 millones de pesos”, y de ser el responsable de su destitución “ilegal”. En ambas revistas, los “reportajes” están llenos de lugares comunes, de afirmaciones sin investigación alguna, de nombres incorrectos, y se atreven, incluso, a dar nombres de profesores y administrativos asegurando que forman parte de nuestro movimiento, sabiendo que esto es completamente falso, pues los acusadores saben que las mencionadas personas ni siquiera son cercanas al Movimiento Antorchista; lo hacen con la clara intención de mentir para “confirmar” que nos estamos “apropiando” de la Universidad. Queremos aclarar, además, que nosotros respetamos a la Administración encabezada por el Dr. Ángel Garduño García, así como la facultad y el derecho que tiene para designar a su equipo de trabajo durante su mandato, por lo que enfatizamos en que no tenemos injerencia alguna en la toma de decisiones.
En cuanto al problema que se suscitó en el Departamento de Talleres Culturales el pasado mes de mayo, y del que, dicho sea de paso, nos enteramos por un video publicado, lo único que podemos decir es que nosotros no formamos parte de la toma de decisiones de la Administración central, ni mucho menos tenemos la facultad de intervenir en los procesos administrativos de esta índole. Hasta donde alcanzamos a entender, la Dirección General de Difusión Cultural y Servicio obró de acuerdo con la normatividad vigente de la UACh, pues tiene el derecho y la facultad de nombrar a sus jefes de Departamento; por tanto, una vez más decimos que NADA tuvimos que ver en la designación de la persona que actualmente ocupa el cargo.
Respecto a la acusación antiquísima de que “secuestramos el presupuesto universitario”, difamación que dijo hasta el cansancio el exrector depuesto, queremos mencionar que es un verdadero absurdo que no necesita aclaración, pero, en vista de que habrá algún ingenuo que lo crea, es necesario señalar lo siguiente: el presupuesto de la UACh se asigna a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal, mismo que es aprobado por la H. Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo que dicho proceso se da de manera directa entre la UACh y las dependencias mencionadas. Internamente, los recursos financieros se ajustan a las políticas y criterios de distribución considerando las necesidades de cada una de las unidades académicas y proyectos estratégicos en la Universidad, los cuales son aprobados por el pleno del H. Consejo Universitario. Por lo que, nuevamente, es imposible tener injerencia en la asignación presupuestal.
En general, grupos de poder enquistados en Chapingo nos atacan y estigmatizan por no coincidir con su forma de pensar ni someternos a sus intereses, pero nos atenemos al derecho de asociación consagrado en el artículo 9° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el artículo 141 del Estatuto de la Universidad Autónoma Chapingo; en ello nos amparamos para sostener que tenemos derecho a existir como organización y, además, como profesores y estudiantes, miembros de pleno derecho de la Comunidad universitaria, podemos participar en todos los procesos que las leyes internas lo permitan como cualquier alumno o profesor. ¡Basta ya de lapidarnos por pertenecer a un movimiento social y legal como lo es el nuestro! Todos los que nos atacan, siempre se escudan en el viejo recurso para culparnos de situaciones que ellos mismos saben que no son ciertas, es decir, mienten a propósito; hay quienes por ignorancia sostienen cosas creyendo que es verdad, pero en este caso, Solís y otros grupos, lo hacen sabiendo que están mintiendo y que, por tanto, no tienen una sola prueba de lo que dicen. ¡Exigimos respeto a nuestra libertad de organización, de pensamiento y de trabajo! ¡Alto también a culparnos de todo lo malo que sucede al interior y al exterior de la Universidad! ¿También Antorcha será la culpable del calentamiento global? Todo depende de quien lo crea.
ATENTAMENTE
COMITÉ DEL MOVIMIENTO ANTORCHISTA EN CHAPINGO
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