"Miles de personas han sobrevivido sin amor, ninguna sin agua".W.H Auden.
Es una cruda realidad que en México exista una cobertura de agua potable y drenaje en sólo el 89.8 por ciento y 89.6 por ciento, respectivamente.Sin embargo, hay un abasto diferenciado entre las distintas regiones que conforman al país (Domínguez et al., 2013).Las zonas norte, centro y noroeste concentran 77 por ciento de la población, generan 87 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y tienen 31por ciento del agua renovable.
Mientras la Ley de Aguas Nacionales en su Artículo 14 bis 5, establece que el uso público de agua para centros de población tiene prioridad sobre otros.Sin embargo, las concesiones de CONAGUA no siempre atienden éste señalamiento y los capitales trasnacionales (mineras, agroindustrias) tienden a predominar sobre otros intereses (CEMDA e, 2011).
Ante esta problemática, organismos internacionales y sociales han promovido el reconocimiento del derecho humano al agua, el cual es definido por el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) como aquel que permite "disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico" (PIDESC citado en Domínguez et al., 2013:20).Tal derecho fue ratificado en México en 2012 con la modificación al Artículo 4º de la Constitución para afirmar que "toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible" (en Domínguez et al., 2013:36).
Tal es el caso de la comunidad "Los Charcos" del municipio de Tierra Nueva, San Luis Potosí, donde la falta de agua potable es un problema que tienen desde hace años las comunidades e incluso los barrios de la cabecera municipal.Pareciera que cumplir éste derecho humano resulta imposible para los habitantes de esta localidad, no pueden concebir una vida digna, medio ambiente sano; es indignante las condiciones en las que se recibe el vital líquido, no se puede usar ni para aseo personal, a falta de agua potable los habitantes toman de charcos y corrientes de agua que son originados por las de lluvias, y en donde los animales, como perros, caballos y burros que pasan por ahí no solo toman, sino que también defecan, y estos residuos son ingeridos por la gente.En algunos casos no tienen letrina y se ven en la necesidad de acudir a donde la corriente esta profunda y ahí hacen sus necesidades fisiológicas.Producto de éste foco de infección, se han presentado enfermedades gastrointestinales y de desnutrición.
Factores que obstaculizan el ejercicio de sus derechos son algunos de los siguientes: el servicio no está acercado a la vivienda, no disponen de vital líquido y la calidad de ésta; de la primera podemos decir que no hay acceso a las viviendas de los habitantes en su mayoría, hay quienes padecen su ausencia total cuando solo les son enviadas unas dos pipas por mes para cientos de personas en algunas comunidades.Respecto a la calidad, pues es terrible, por su coloración cualquiera se da cuenta que no pueden ingerirla, no sirve para aseo personal, mucho menos para los utensilios de cocina.
En el municipio, las autoridades no se preocupan porque los niños, las mujeres o los ancianos padezcan tan gravemente esta situación, solo les importa tener agua en sus casas y son indiferentes al dolor ajeno.
La gente se ha cansado de pedir a cuanto personaje político los visita de que atiendan de sus peticiones."Siempre es lo mismo con los candidatos, prometen todo y jamás vuelven, lamentablemente solo nos visitan en tiempos electorales, una vez ganado su puesto se olvidan de nosotros, los pobres…" comentan los afectados.
Desde esta tribuna invito a los habitantes de Tierra Nueva a organizarse en el Movimiento Antorchista, solo organizados podremos aspirar a tener una vida digna, luchemos juntos por nuestra agua potable, organicémonos como un solo hombre, exijamos a las autoridades municipales, estatales y/o federales sean respetados nuestros derechos.¡Basta de seguir callados!, ¡es la hora de levantar la voz, de exigir lo que por ley nos corresponde, nada más, pero nada menos!
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