MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Dónde quedó la bolita?

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Irregularidad tras irregularidad, traducido en otras palabras, corrupción tras corrupción, es lo que observamos todos los días con el gobierno de la Cuarta Transformación.

Los autoproclamados “protagonistas del cambio verdadero” se han cobijado bajo la bandera de acabar con la corrupción, ese fue su eslogan de campaña para ganar en las pasadas elecciones de 2018; sin duda los morenistas llegaron al poder con un amplio apoyo popular que confió en su discurso, con el cual obtuvieron la presidencia, gubernaturas, alcaldías y ahora se están empeñando en tener el control de los organismos autónomos y de los sindicatos incondicionales mediante la nueva reforma laboral de 2019.

Millones de mexicanos, a lo largo y ancho del país, se comieron el cuento de que la corrupción es la causante de la desigualdad y la pobreza; que combatiendo la corrupción habría un cambio verdadero, y ocultaron que la verdadera causa de estos lastres sociales está en la injusta distribución de la riqueza propia del modelo económico capitalista en que vivimos; y que la corrupción es tan solo una consecuencia, pero no la causa del problema.

Es por ello que Andrés Manuel López Obrador acusó y acusa a los gobiernos pasados de corruptos, y declara, en todo momento y en todos los espacios posibles, que la 4T combate la corrupción y una

vez acabando con ella un mundo mejor vendría para la población, que Morena es la esperanza de México. Sin embargo, aunque en el discurso los morenistas declaren eso, en la realidad estamos observando otra cosa.

A decir verdad, ni Morena ni López Obrador combaten la corrupción a pesar de que tienen todo el poder en sus manos, por el contrario, la corrupción la comenten los morenistas todos los días y en diferentes escalas: desde el presidente hasta los gatos más pardos que tienen cargo en el gobierno.

Por ejemplo, el caso de la “Casa Gris” de José Ramón López Beltrán, ubicada en Houston, Texas; la imagen de Pió y Martín López Obrador y las “aportaciones voluntarias” de millones de pesos; Felipa Obrador y sus jugosos contratos con PEMEX; la estafa maestra de Delfina Gómez, mejor conocida como la maestra de la estafa.

No olvidemos el caso del emblemático expriista Manuel Bartlett y sus 23 residencias y 13 empresas no declaradas; las propiedades de la pareja de Irma Eréndira Sandoval y John Ackerman; o Zoé Robledo y los contratos que el IMSS le otorgó a empresas de su hermano y una larga lista más.

Pero decía que hasta los gatitos más pardos cometen corrupción en este gobierno de la 4T, caso particular, es el de la jefa de Gobierno de la CDMX, sí, la mismísima doctora, Claudia Sheinbaum Pardo, la flamante activista del “cambio verdadero” ha estado envuelta en varios casos de corrupción y en todas ellos la ha librado porque su protector la defiende ¿Quién es ese protector? Quién más que el presidente de la República que la proyecta como futura presidenta de México.

¿Cuáles son los casos de corrupción de esta señora?, ¿Se acuerdan de la tragedia del Colegio Rébsamen y los 19 niños muertos en el temblor cuando fue titular de la alcaldía Tlalpan?, ¿O la desgracia de la línea 12 del metro en donde se concluyó que hubo corrupción?, ¿O el subejercicio por más de 30 millones de pesos?

Ahora nos enteramos del caso sobre la ampliación de la línea 5 del Metrobús, obra faraónica de Sheinbaum que, aún con antecedentes de irregularidades, dio el banderazo a la nueva corrupción, perdón a la inauguración de la nueva obra, mientras que la Auditoria Superior de la Federación había emitido previamente observaciones a la Secretaria de Obras capitalina, en primer lugar por un monto superior a los 5 millones, el segundo por 9 millones, uno menor por la cantidad de 621 mil pesos y otro más por la cantidad de un poco más de 1 millón.

En este último informe se detectó nuevamente una irregularidad de por lo menos 8.7 millones de pesos por varios conceptos; por ejemplo, los trabajos de mala calidad en 13 de los 18 km que se construyeron, o la duplicidad de pagos, entre otras irregularidades.

Ahí está la gente preparada que nos gobierna, esos académicos e intelectuales que, con maestrías, doctorados y demás títulos han logrado hacer sus transas, desde Palacio Nacional hasta los puestos más pequeños que hay en el Gobierno.

Recordemos las palabras del jefe del Ejecutivo cuando afirmó que todos los negocios jugosos que se realizan en el país obligadamente tienen el visto bueno del presidente, siendo así, ¿También los jugosos e ilegales negocios, así como todas las corruptelas que envuelven al gobierno morenista han tenido el visto bueno del presidente?, asimismo, ¿La Jefa de Gobierno de la CDMX está participando en estos actos de corrupción? Los resultados están a la vista de todos los mexicanos.

Ahora bien, todos esos recursos que las autoridades justifican en obras que aún no se han hecho, bien pudieron servir para la introducción de servicios públicos en nuestras colonias. Se habla que ese proyecto de la línea 5 del Metrobús beneficiará a más de 155 mil pasajeros, claro está que solo en acortar tiempos en sus traslados para sus trabajos o escuelas, pero que dejará sin atención a más de 9 millones de habitantes, que en muchos casos carecen de agua potable, servicio de luz eléctrica, pavimentación en las calles, hospitales, arreglos en sus escuelas y demás infraestructura que serviría para mitigar un poco las deplorables condiciones materiales en que vivimos.

¿Dónde quedó la bolita? Con ese dinero perdido bien se pueden construir algunas obras públicas que, sin duda, beneficiarían a millones de habitantes, pero la mala administración del Gobierno de la CDMX, encabezado por la Dra. Sheinbaum Pardo, no lo permite porque se los lleva a sus bolsillos para financiar su próxima candidatura y mantenerse en el poder asumiendo una responsabilidad mayor a la que tiene actualmente.

El pez muere por su propia boca, por un lado, dicen combatir la corrupción, pero por el otro la cometen.

Sin duda los habitantes de la Ciudad de México y del país en general debemos darnos cuenta de que estos señores morenistas lo único que hacen es repetir la vieja historia de corrupción que desde hace mucho tiempo atrás hemos estado viviendo. Solo han cambiado de personajes.

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