Nuestro país está atravesando por múltiples problemas, por mencionar algunos tenemos la inseguridad que se vive todos los días, un día si y el otro también, vemos como los grupos delictivos se apoderan de más y más territorio como lo ocurrido recientemente en Chiapas; un deprimente sistema de salud pública, donde los hospitales se caen a pedazos, no hay mantenimiento, no hay medicinas, estamos muy lejos de tener un sistema como el de Dinamarca prometido por AMLO; los libros de texto para las escuelas de nivel básico, los cuales generaron controversia y rechazo nacional por el tipo de contenido que se pretende enseñar; el abandono al campo y a los productores, aquí vemos el desprecio e indiferencia del presidente para quienes producen los alimentos básicos como el maíz, frijol, arroz, avena, leche, además se suma el hostigamiento por parte de la CFE y la Guardia Nacional para quitarles la luz y no puedan echar andar los pozos y regar sus cultivos, como se vive en Chihuahua, y, para no hacer frente a los reclamos de los agricultores los llama politiquillos, mafias locales, desestabilizadores del gobierno entre otros calificativos; la sequía que se vive en casi todo el territorio nacional, pero más en los estados del norte, y no hay un plan de acción para mitigar los estragos que ha dejado; los casos de corrupción que van en aumento, en fin son problemas con los que tenemos que lidiar los mexicanos todos los días.
Y si lo que ya vive el país con un gobierno bufón no fuera suficiente, se viene a sumar una situación más, la crisis migratoria, que desde al año 2022 se ha visto incrementada por los miles de ciudadanos centroamericanos que salen huyendo de su país por diversas razones, y, para poder llegar al país vecino, los Estados Unidos de América, necesariamente deben pasar por territorio mexicano.
Esta situación es preocupante y humanamente alarmante, recordemos el episodio trágico que se vivió en Cd. Juárez, donde en el centro migratorio, a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM) se provocó un incendio el 27 de marzo de este año, donde lamentablemente murieron 40 migrantes, principalmente de América Central y del Sur que estaban recluidos en el centro. El hecho causó indignación y generó dudas sobre el manejo del trato a las personas que tratan de cruzar la frontera por parte de las autoridades mexicanas.
Los mexicanos vemos, por un lado, el discurso humanista y redentor de Obrador al dar la bienvenida a migrantes, reconociendo sus derechos y hasta brindándoles su apoyo solo para aparentar que es un ser de luz, un redentor de los pobres, y, por otro lado, usando la fuerza para detenerlos, golpearlos y despreciarlos como se lo dictan. Esa es su política de doble cara y a la cual aún muchos aplauden.
Pero la situación se complica con la nueva ola de migrantes que viajan arriba de los trenes que van a la frontera, la crisis vuelve aparecer y trae consecuencias serias para México, y, aunque las autoridades federales lo saben, se quedan callados y miran solo lo que les conviene, ganar las elecciones del 2024.
Por lo que está pasando en nuestro país, hace unos días el gobierno estadounidense determinó el cierre en el puente de las Américas que ha ocasionado un caos para la actividad comercial y de exportaciones que, aunado a la suspensión durante dos días por parte de Ferromex, se ha provocado un colapso en el comercio exterior, lo que mantiene en constante preocupación al sector del transporte de carga, esto ha provocado pérdidas millonarias para el sector.
Lo anterior describe el impacto económico pero, si nos vamos a analizar la parte social, lo que viven miles de familias migrantes y los juarenses, principalmente, ya que existe una gran presión social por la llegada constante de cientos de personas sin ninguna posibilidad, careciendo de lo más básico que es el alimento, ya no hablemos de lo demás, los derechos humanos de estas personas se ven totalmente vulnerados y el gobierno federal cierra los ojos ante esta aberrante situación que azota diariamente a la frontera.
Y para variar, se viene una nueva ola de contagios por las secuelas del COVID, y el hacinamiento de personas será un detonante para la salud de miles y eso tampoco le preocupa al mandatario federal.
Ganar a como dé lugar las elecciones del próximo año tiene cegados a las autoridades federales, no les preocupa en lo mínimo lo que pasa en México, y esto traerá consecuencias y será culpa de quienes están al frente del país, por eso urge un cambio real de gobierno.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario