Los secuestros, las torturas, los robos y los asesinatos son actos violentos que, aunque han existido en todos los tiempos y tienen diferentes explicaciones, actualmente, según un documento de El Colegio de México que se titula “Factores de propensión a la violencia y a la criminalidad en México”, las causas son: 1) la pobreza y marginación, 2) la infraestructura física precaria, 3) violencia intrafamiliar, 4) presencia de pandillas juveniles, 5) presencia del crimen organizado, 6) presencia de armas, drogas y alcohol, 7) presencia precaria de la autoridad, 8) ambiente de impunidad y procuración de justicia precaria, 9) bajos niveles de organización y cohesión social, 10) ausencia de cultura de la legalidad y 11) impactos transnacionales de la criminalidad.
Hay datos muy serios que señalan al gobierno de López Obrador y en menor grado al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y a los gobiernos estatales actuales, de su colusión con los grupos criminales.
Sin embargo, los estudiosos y los gobiernos no exponen las causas profundas del problema, puesto que lo que enumeró el documento son consecuencias de esos males, es decir, detrás de la pobreza hay algo más; detrás de la presencia de armas y de la impunidad existe algo que las explica.
Si queremos combatir en serio el problema de la violencia en México, no podemos quedarnos con este tipo de explicaciones: tenemos que ahondar en las causas profundas de esta calamidad, en este gran gigante, como le decía don Miguel de Cervantes Saavedra, para acercarnos a la solución.
Este grave problema que está atravesando nuestro país ha sido tema de estudio para nuestra organización y hemos llegado a la conclusión de que estos “factores”, en realidad, tienen otra causa más profunda y esa es la mala distribución de la riqueza social, que producen todos los seres humanos de la tierra o de un determinado país.
Esa mala distribución permite que cada día se siga concentrando el dinero en unas cuantas manos, se acentúe la injusticia económica que después se traduce en una serie de injusticias sociales que lastiman a los pueblos.
Dicho de otra manera, muchos problemas y males sociales, como los que llaman “factores”, son producto del modelo económico vigente, de la forma en que está organizada la sociedad y de cómo distribuye la riqueza social.
En sí, este modelo provoca que una minoría de la sociedad concentre la riqueza social que se produce entre todos y busque a toda costa seguir manteniendo el status quo, o sea, el estado actual, no sólo impidiendo el avance y desarrollo de los grupos sociales dominados y explotados por medio de mecanismos económicos, sino, en el peor de los casos, utilizando mecanismos coercitivos, sometiendo a las mayorías a través de las guerras mortíferas y del terror para tal sometimiento.

Así se explican las guerras de invasión a varios pueblos del mundo por los Estados Unidos de Norteamérica, en Irak, en Afganistán, en Libia, en Siria y, actualmente, la masacre masiva de palestinos en esa región del mundo.
La violencia y el terror como método de dominio hacia los pueblos pobres se observa, por ejemplo, en el bloqueo económico de nuestros vecinos de Norteamérica en contra de Cuba, y en sus amenazas y sometimientos en contra de Panamá, de Brasil, de Colombia y de Venezuela, países que no están de acuerdo del todo con este modelo económico, que tiene como epicentro a los Estados Unidos.
Es lógico que los habitantes de los países “adelantados” explotadores no sufran tanto la situación de violencia como los países capitalistas dependientes, como lo es México, cuya situación, día a día, se está agravando, poniendo en una situación muy delicada a los grupos vulnerables, sin que los organismos encargados de la seguridad puedan afirmar que están frenando el terror que hay en el país. Para ello, un botón de muestra de esta violencia a la que me estoy refiriendo:
El miércoles 22 de octubre, alrededor de las dos de la tarde, tres individuos que iban a bordo de un coche gris llegaron a la casa y oficina del Movimiento Antorchista, en donde habita el Ingeniero Honorio Piña Mina, en la colonia Tecomatlán del municipio de Úrsulo Galván, donde lo privaron de su libertad.
Esta colonia se encuentra ubicada en el tramo que va de la cabecera de Úrsulo Galván a Chachalacas. El Ingeniero Honorio se encontraba encabezando una reunión con el comité antorchista de la colonia, quienes, al darse cuenta de que unos hombres lo subían por la fuerza al coche, avisaron de inmediato a la dirigencia de la organización.
Tal situación ocurre a pocos días de celebrarse el aniversario del trabajo antorchista en el municipio, donde se hará una concentración y un evento político-cultural, por lo que nuestra organización no descarta que existan tintes políticos detrás de esta agresión.

El ingeniero Honorio Piña es activista del Movimiento Antorchista desde hace más de 49 años, originario de Ixhuatlán del Café, Veracruz. Se organizó en Antorcha cuando aún era estudiante de Agronomía en la Universidad Autónoma Chapingo. Actualmente tiene 73 años de edad, es dirigente del municipio de Úrsulo Galván e integrante del comité estatal de Antorcha en Veracruz.
Honorio Piña ha dedicado toda su vida a luchar por los que menos tienen; su familia es antorchista y, como resultado de su ejemplo, su hija es la reconocida periodista antorchista Citlalmina Piña, quien se encuentra en estos momentos en Rusia, representando a México en el Foro Mediático de la XVII Asamblea del Mundo Ruso en Moscú.
El Ingeniero Honorio es un ejemplo de vida, un señor grande que sigue trabajando por sus ideales; no anda metiéndose en problemas personales y callejeros para que lo puedan acusar de otras cosas.
Cualquiera diría que el antorchismo está exagerando al exigirle al Gobierno de Veracruz, y al gobierno federal, que encuentren y nos entreguen a nuestro compañero sano y salvo. Pero no, pues hay responsabilidad compartida del gobierno mexicano y veracruzano con lo que está ocurriendo.
Cuando estaba en campaña el entonces candidato a la presidencia de la república, y ya después en el poder, Andrés Manuel López Obrador prometió acabar con la delincuencia y las masacres en el país, y no lo han hecho. Prometió que, combatiendo la corrupción, se iban a solucionar como arte de magia todos los males sociales de México.
Por el contrario, hay datos muy serios que señalan al gobierno de López Obrador y en menor grado al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y a los gobiernos estatales actuales, de su colusión con los grupos criminales.
Y, si no es así, ellos alientan la existencia de estos; ha habido casos como en el de Oaxaca en que hemos entregado pruebas, videos de cómo se pasean los grupos criminales por las calles, golpeando y agrediendo a los estudiantes, y no los han detenido, y tienen culpa porque han engañado al pueblo de México y lo han llamado a desorganizarse, permitiendo con ello que el pueblo pobre se vuelva más vulnerable ante los grupos criminales, por hacerle creer al pueblo que ellos son los salvadores y que, con reformas, vamos a cambiar el país.
Según el reporte de la incidencia delictiva, con corte al 30 de septiembre de 2025 publicado el 7 de octubre de 2025, el estado de Veracruz ocupa el lugar número siete (5.8 %) con más homicidios dolosos por entidad federativa en septiembre de 2025.
La violencia no es normal. Hace unas décadas no era tan grave esto y hay países como China, Cuba y Rusia que no padecen esta situación, que no viven en la inseguridad como nosotros.
El Movimiento Antorchista exige la inmediata y urgente intervención del Gobierno de Veracruz y de la Fiscalía del estado y, si es necesario, de la Fiscalía General de la república, para que den con el paradero de nuestro compañero dirigente y lo encuentren sano y salvo. Por todo esto, el antorchismo oaxaqueño y el antorchismo nacional no descansaremos hasta que las autoridades localicen a Honorio Piña.
Aun así, no nos engañemos: este país lo que necesita es una nueva forma de organización, un nuevo gobierno, una organización en la que todos trabajemos desde ahorita a construirla; ayer fue el compañero, mañana será uno de nosotros, pasado mañana será todo el pueblo quien esté sometido al terror; no hay de otra que seguir firmes y con más fuerza y trabajo en Antorcha, si queremos librarnos de esta situación.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario