A diario, ciudadanos comentan o señalan en las redes sociales o pláticas personales, sobre los martirios o malas experiencias que se viven en las corporaciones policiacas, principalmente esas agencias donde elementos o agentes de ministerio públicos que son unas instituciones que tienen acciones poco legales contra la ciudadanía, donde con dinero se puede actuar, aunque sean las personas responsables de actos ilícitos.
Es normal que ciudadanos sean agredidos, que se les violenten sus derechos, que sean violentados en su físico, que pasen un peregrinar y, sobre todo, se les extorsione con cantidades que muchas de las ocasiones, no se tienen a la mano, pero que, sin duda, generan problemas en los ciudadanos, y que, en un gran número de situaciones, no son responsables de esos delitos que se les imputan, y otro tanto porcentaje son responsables, pero en esas instituciones no llevan el procedimiento adecuado, sino que se sobre pasan con esa autoridad que tienen, en pocas palabras, abusan de su autoridad.
Los ciudadanos han afirmado que se les tiene más temor a corporaciones policiacas que a otras instancias o personas, pues en esas agencias o direcciones de policía, llegan a causar inconvenientes en los ciudadanos; y es que hay ocasiones que por una simple falta administrativa les aplican sanciones económicas demasiado altas, y en otras situaciones se les golpea y se les despoja de lo que porten en sus bolsillos en ese momento, lo cual refleja una corrupción contundente, unas prácticas adversas para la ciudadanía.
Esos despojos que se han señalado y se han hecho notar en medios de comunicaciones y demás no se les puede decir de otra manera que robo; es decir, actos de delincuencia por los mismos agentes de las policías, agentes que están para cuidar a los pobladores, no para vivir de extorsiones y agravios hacia los habitantes del país, de cada estado, de cada municipio y poblado, situación que pone en duda la realidad del objetivo de esas instituciones que deberían de estar para cuidar y no para temerle.
Sin duda, es una realidad que se vive en la región y el estado, pues no se puede vivir con corporaciones policiales que cuentan con unos hábitos contundentemente adversos para la ciudadanía, que caer en un ministerio público, una oficina de policía estatal o municipal viene a ser una serie de agravios, despojo de grandes sumas de dinero, dicho sea de paso con esta carencia que se vive, y en especial, con esa falta de confianza del funcionamiento de cada institución policiaca por parte del resto de población.
Ante esto, se requiere una propuesta en las cámaras legislativas para erradicar esos hábitos por parte de los policías, ministerios públicos y demás áreas donde la población sea atendida por temas de delitos, faltas administrativas, denuncias y demás, pues los mexicanos y coahuilenses no le tienen confianza en esas personas que solo quieren su parte de la tajada y se fomenta la corrupción de manera contundente.
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