Vengo a buscarte, hermano, porque traigo el poema,
que es traer el mundo a las espaldas.
Soy como un perro que ruge a solas, ladra
a las fieras del odio y de la angustia.
En nuestro país, la población joven, entre 12 y 29 años, representa el 30 % de los 126 millones 705 mil 138 mexicanos. Los jóvenes no tienen garantizado un futuro; deben construirlo por sí mismos.
A los Gobiernos de todos los colores no les interesan, por eso no construyen espacios deportivos y recreativos para ellos. Tampoco tienen oportunidades educativas a nivel superior y mucho menos en el ámbito laboral para obtener un empleo formal.
Es necesario concientizarlos sobre la fuerza que representan, enseñarles a utilizar su tiempo libre para superarse y ofrecerles oportunidades para practicar cultura y deporte.
El portal digital worldvisionmexico.org.mx publicó:
“En México, casi la tercera parte de la población es joven, y el panorama que enfrentan para su desarrollo político, social y económico es alarmante: 40% se encuentra en situación de pobreza (Coneval, 2020), y de 5.4 millones de jóvenes que no tenían la oportunidad de estudiar ni de trabajar, 91.2% es mujer (Conapred, 2018).”
Estos datos reveladores nos muestran que el presente y futuro de los jóvenes es difícil. Algunos profesionistas recién egresados consideran que difícilmente encontrarán un empleo que les permita cubrir sus necesidades básicas.
Es desalentador que un país como el nuestro, que es la economía número quince en producir riqueza en el mundo, tenga una distribución tan desigual, lo que impide que los jóvenes tengan oportunidades para desarrollarse.
Quienes trabajamos todos los días por la construcción de una mejor patria sabemos que los jóvenes contribuirán a lograrlo con su energía, creatividad y alegría de vivir.
Los jóvenes sólo necesitan ser orientados, estudiar y darse cuenta de que a los ricos del país y del mundo les conviene que ellos permanezcan ajenos al sufrimiento de los mexicanos, desperdiciando su tiempo en actividades que no les ayudan a ser mejores seres humanos.
Es necesario concientizarlos sobre la fuerza que representan, enseñarles a utilizar su tiempo libre para superarse, estudiar con ellos, y ofrecerles oportunidades para practicar cultura y deporte, para que tengan un cuerpo y mente sana en la que puedan entrar nuevas ideas y aspiraciones, y sueñen con una mejor patria para todos.
Yo deseo que todo, que la vida seacomo el agua y el viento.
Que nadie tenga nunca más patria que el vecino.
Que nadie diga más la finca mía, el barco...
sino la finca nuestra, de nosotros los hombres.
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