A pesar de que Colima es uno de los estados más pequeños de todo el país, hace honor al dicho popular: "pueblo chico, infierno grande", pues la situación política y económica en la que se encuentra, deja mucho que desear. Así lo digo, pues los últimos acontecimientos ocurridos en nuestro estado no dicen lo contrario. Entre asesinatos, feminicidios, coronavirus, y los más recientes zafarranchos políticos protagonizados por nuestros diputados y diputadas de la "Cuarta Transformación" en el Congreso, que, según dicen, son los encargados de legislar y velar por los intereses todo el pueblo de Colima. Hoy, con su proceder, los legisladores nos dan una muestra de que, en efecto, lo que menos les interesa es mejorar la situación de todos los colimenses.
El 3 de julio pasado, el periódico local Diario de Colima menciona lo siguiente: "Envía Nacho solicitud de crédito al Congreso: El Gobernador José Ignacio Peralta Sánchez envió al Congreso del Estado la iniciativa de decreto, en donde solicita la autorización para contratar un financiamiento por un monto de hasta 750 millones de pesos. Detalló que el crédito se destinaría a los siguientes tres conceptos: el proyecto del Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i), combatir la pandemia del Covid-19 y concluir el proyecto de Palacio de Gobierno". Este acontecimiento bastó para que las y los diputados, en su mayoría morenistas, armaran tal trifulca en el Congreso, argumentando el no endeudamiento del estado. Aunque en estricto sentido su reclamo es legítimo y respetado, en lo que ya no estoy de acuerdo, es en que no den propuestas precisas, de cómo sacar adelante al estado sin el endeudamiento que plantea el gobernador. ¿Se olvidan acaso que ellos también son parte de los poderes, y tienen la obligación de proponer también medidas económicas y políticas necesarias para combatir la inseguridad y covid-19 en nuestro estado?
Por otro lado, sabemos que el Congreso aprobó un punto de acuerdo presentado por la Diputada de Movimiento Ciudadano, Remedios Olivera, para que la administración estatal instale Centros de Convalecencia Covid-19, a fin de que pacientes que reciban alta médica, puedan alojarse temporalmente, sin riesgo de contagiar a sus familiares. Por lo tanto, la diputada exhortó al gobernador del estado y a la secretaria de salud, Leticia Delgado, para que en la brevedad se instalen dichos centros. La pregunta es: ¿pensaron los diputados, antes de aprobar este punto de acuerdo, de donde van a sacar el dinero necesario para la creación de estos centros? Por lo visto no.
Ahora veamos cómo estamos en seguridad. Según los reportes del Secretario Ejecutivo del sistema Nacional de Seguridad Pública, proporcionalmente Colima ocupa el primer lugar nacional en homicidios dolosos y feminicidios, así como en robo a casa habitación. En 2019, el estado reportó una tasa de homicidios dolosos de 85.40 por cada 100 mil habitantes, equivalente a casi cuatro veces la tasa nacional, que fue de 23.24. En el primer cuatrimestre del 2020 la tendencia es similar, pues la tasa de la entidad es de 27.51, frente a 7.63 en la media del país. (Briceño, 2020).
Con estos datos mencionados ¿será innecesario invertir en seguridad? Datos del periódico El Noticiero del día 6 de julio, menciona que el C5i, será primordial en la investigación de delitos, así lo afirma la Fiscalía General del Estado (FGE), ya que será de gran apoyo en las tareas de investigación criminal, contar con el equipamiento tecnológico y la infraestructura que albergará el C5i. La Fiscalía añade también, que una ventaja que brindará el C5i en las tareas que lleva a cabo la fiscalía, tiene que ver con la amplia visualización que se logra de la gran mayoría de las zonas que conforman el Estado, a través de los 275 puntos de monitoreo inteligente y la instalación de 825 cámaras de videovigilancia con alta tecnología, en puntos estratégicos de la entidad. ¿Será esto suficiente para acabar con la inseguridad en el estado? La verdad lo dudo, pero se tendrían mejores herramientas para enfrentarla, solo el tiempo podrá dar la razón.
Colima y el resto del país está atravesando por una situación complicada. Con la pandemia de covid-19, se vinieron a agudizar aún más los problemas que aquejan a todos los ciudadanos, como lo es la pobreza, el desempleo, la inseguridad, la falta de calidad en nuestro sistema de salud y educativo, etcétera. Aunado a esto, está la situación política de nuestro país, pues se acercan las elecciones de 2021, en las que se renovará la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, se elegirán a 15 gobernadores (entre ellos el de nuestro estado), algunos congresos locales, presidentes municipales, regidores, etc. Por lo que algunos aseguran que será "la elección más numerosa y compleja en la historia del país". Por lo tanto, todos los partidos políticos estarán haciendo todo lo que esté a su alcance para mantener el poder en sus manos (si es que lo tienen), y los que no, buscarán hacer todo lo posible para conseguirlo. Se harán alianzas con "enemigos", renunciarán a sus partidos y se lanzarán como independientes, armarán espectáculos en el Congreso, formarán nuevos partidos políticos prometiendo el oro y el moro, y prometerán ser distintos al resto de los ya conocidos. Todo esto y mucho más se avecina.
Sin embargo, se están olvidando de la pieza más importante: el pueblo, quién es el que finalmente decide quién se queda y quién se va. Eso debieran de entender los políticos, y ponerse a trabajar en favor de las clases trabajadoras, deberían preocuparse por crear empleos bien remunerados, invertir en obra pública e infraestructura social.
El Movimiento Antorchista ha ido siempre de la mano del pueblo, educándolo y organizándolo, esto es lo que no nos perdonan los enemigos del progreso; es por eso que sentimos y vivimos en carne propia la intensificación de la guerra sucia en medios y redes en nuestra contra; pero algún precio se debe pagar, y los antorchistas estamos dispuesto a pagarlo por servir a la clase social a la que pertenecemos. Ya se acerca el momento del cambio verdadero.
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