Chihuahua, el estado grande de México, se localiza al noroeste del país, con 247 455 km² y colindando al norte con Nuevo México y Texas (Estados Unidos), al este con el estado de Coahuila, al sur con Durango, al suroeste con Sinaloa y al oeste con Sonora. Cuenta con una población de 3 741 869 habitantes, de los cuales 1 501 551 habitan Ciudad Juárez, 925 792 en Chihuahua Capital, 135 586 en el municipio de Cuauhtémoc,128 548 en Delicias y 113 843 en Hidalgo del Parral, el resto de la población se distribuye en los 62 municipios restantes.
Este hermoso estado enmarcado por la majestuosidad de la Sierra Tarahumara al suroeste y al norte por las dumas del desierto de Samalayuca, es rico en historia, pues en sus tierras se desarrollaron batallas importantes en la época de la revolución, entre ellas el levantamiento armado el 14 de noviembre de 910 por Toribio Ortega en el poblado Cuchillo Parado en contra del gobierno de Porfirio Díaz, siendo este evento considerado, por algunos historiadores como el verdadero inicio de la Revolución Mexicana.
Como lo marca la historia, el pueblo chihuahuense se ha caracterizado por ser un pueblo leal, aguerrido, hospitalario, solidario, rico en naturaleza, historia y cultura, pero también un pueblo unido y fuerte cuando las circunstancias lo piden, y ahora en esta era de desatinos y hostigamiento por parte de la cuarta transformación (4T), este pueblo se une para hacer frente a los constantes ataques por parte de los golpeadores morenistas dentro y fuera del estado.
Y es que todos los intentos de los morenistas por desestabilizar al gobierno actual de Chihuahua, que encabeza la maestra María Eugenia Campos Galván, de extracción panista, como recordarán mis lectores, el conflicto del agua en la presa La Boquilla iniciado en el 2020, cuando el Gobierno Federal anuncio que se llevaría el agua de Chihuahua para pagar el Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos, donde una vez anunciado lo anterior, los productores locales se mantuvieron alerta y posteriormente la Guardia Nacional se enfrentaría a los integrantes del movimiento en defensa del agua provocando la muerte de una persona y a cuatro más detenidas. El estrangulamiento financiero, el nulo apoyo al campo, la lucha que se dio por la repartición de los libros de texto gratuito, la insistencia de que Chihua adopte el fracasado sistema de salud de AMLO llamado IMSS-Bienestar, la reciente aprobación de los diputados morenistas para reducir el apoyo al campo en el PEF2024, la nula inversión en carreteras del estado, en fin, todos esos ataques disfrazados de política humanista, hasta el momento se han topado con un pueblo unido, con ideales sólidos y con un linaje de grandes guerreros que no se dejaran doblegar ante los constantes golpes bajos de los morenistas.
Ahora, y con un proceso electoral en puerta, el jefe del ejecutivo federal manda a sus fieles discípulos al estado grande a hablar mal del gobierno estatal, tachándolo de frívolo y poniendo a AMLO como la única víctima del panismo chihuahuense. Pero tampoco eso le está funcionando.
Morena ya debe entender que cuando el pueblo dice no es no, y que sus falsas promesas ya no pegan en un pueblo que está viendo con sus propios ojos como los que se decían diferentes en realidad son igual o peor que los que antes gobernaban. Los chihuahuenses lo saben porque son ellos los que están pagando las consecuencias de los caprichos y rencores del presidente, al no apoyar a la Sierra Tarahumara, en dejar solos a los productores y llamarlos politiquillos, al dejar solas a las madres buscadoras, al dejar a los niños sin medicinas, al no frenar el flujo migratorio, al recortar el presupuesto para infraestructura, en fin, por todos los frentes que se le vea, morena ha sido un fracaso en Chihuahua.
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