El día de hoy quiero hacer notar el boicoteo morenista a gobiernos emanados de otros partidos políticos, y para hacerlo no quiero dejar de mencionar un acontecimiento que no se había visto antes en el estado grande de Chihuahua, hoy gobernado por María Eugenia Campos Galván, emanada del Partido Acción Nacional (PAN).
Desde el inicio de la semana, actores políticos de Morena emprendieron una campaña en contra de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) y de la administración del Gobierno estatal, esto con la firme idea de desprestigiar a través de la falta de agua en diversas colonias de la capital, pero no se ha mencionado, en ningún momento, el pésimo servicio que tiene la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que por constantes cortes de la energía eléctrica es imposible el funcionamiento de los pozos que abastecen a las colonias populares, suena macabro el asunto, inhumano diría yo, el atreverse a cortar a las familias el vital líquido en una ciudad en la que la temperatura alcanza los más de 40 grados.
Pero no es la única muestra de un partido político golpista para ganar elecciones, recordemos que el pasado 8 de marzo, después de la marcha encabezada por asociaciones de mujeres, se quemaron ventanas del palacio de gobierno con la clara intención provocativa para que la administración actuara y después desprestigiar. Ante dicha eventualidad, las asociaciones organizadoras realizaron una rueda de prensa en la que se deslindaron de dichos actos, mientras que, por otra parte, Juan Carlos Loera de la Rosa delegado estatal de los programas de Bienestar, sin ser mencionado, se adelantó a negar su participación, con un clarísimo y notorio semblante de preocupación, muy seguramente porque no le salieron las cosas como quería y al contrario se le salieron de control.
Está claro, pues, que ahí en donde no gobierna Morena es muy seguro ese modus operandi, es seguro que intentarán crear descontento ante la población, atacando al partido gobernante, para, de esa manera, ganar adeptos y tumbarlos en elecciones venideras.
Ojo, el modus operandi es un tanto agresivo, puesto que se pone en el centro al gobernado, al trabajador para que a través de sus desgracias como la falta del vital líquido se ganen elecciones, a costa de gente a la que se le echan a perder sus mercancías, a costa de dejar sin tomar agua a miles (muchas familias toman agua de la llave) y a costa de sufrir las inclemencias de los altísimos grados que alcanza la capital.
Por la agresividad, perversidad e inhumano que es el boicot impulsado por la 4T, se hace necesario que recordemos siempre quienes son los culpables reales de no tener agua o de la generación de violencia en nuestro Estado, pero más necesario es que nos organicemos y nos eduquemos para no caer en circos que el día de mañana se vendrán encima de los que menos tienen, informémonos, investiguemos y creamos nuestro propio criterio de lo que acontece en nuestros municipios, estados, país y el mundo entero.
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