MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Candidatos, una mercancía más del capitalismo

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En cada proceso electoral, los partidos políticos tradicionales y los grupos de poder fácticos nos ofrecen candidatos como si fueran los mejores productos, y en lugar de proponer soluciones para los problemas sociales más sensibles para la mayoría de la población vulnerable, solo se exhiben como mercancías que destacan por sus empaques llamativos y se empecinan en denostar a sus contrincantes, privando a los electores, es decir, la mayoría de quienes conformamos el pueblo, de una verdadera discusión de la realidad en que vivimos, de los principales problemas sociales, y de la inminente condición de pobreza en que viven la mayoría de la población.

Vemos a muchos personajes de la industria del entretenimiento inmiscuyéndose en la política y buscando un puesto de elección popular, como si fuesen solo un personaje más de telenovela, tratando de engañar a la gente con el personaje disfrazado para envolverlos en su juego de mentiras, solo por la pretensión de obtener el poder por el poder; como ocurre con los llamados chapulines que van de un partido a otro, como si con el simple hecho de cambiar de camiseta se purificara y ahora sí, fuesen a cumplir sus promesas de campaña.

En la actualidad los votantes tenemos cierta desconfianza hacia los partidos y candidatos, por las múltiples decepciones que hemos sufrido en cada periodo de gobierno de cada candidato, pues tenemos democracia para elegir, pero no para asegurar que realmente cumplan con lo prometido. Según Mitofsky, 2020, en 2004 la confianza que tenían los ciudadanos era de 5.1; en 2020, fue de 5.3, lo que significa que, en lugar de mejorar sustancialmente, fue muy deprimente el avance que tuvo.

Son varios factores que han afectado negativamente en la participación de la gente durante los procesos electorales, la desconfianza en unos casos se debe al mal desempeño de los gobernantes, la falta de solución a las demandas más sentidas de la gente como servicios públicos, entre otras que ha causado una baja participación de los ciudadanos en los últimos años. Un ejemplo claro es la revocación de mandato, apenas tuvo un 17 por ciento de participación ciudadana, mientras en el 2018 y 2021 la participación fue de 63 por ciento y 52 por ciento respectivamente, aunado a todo, un alto número de votantes demuestra su desconfianza, no ejerciendo su voto, dejando ganar las elecciones al abstencionismo. 

Derivado de lo anterior, en pro del futuro de las nuevas generaciones, es nuestro deber analizar bien las propuestas y los proyectos de cada uno de los candidatos y de sus partidos, así como la coyuntura actual para ejercer de manera consiente y responsable el derecho al voto libre y secreto, si dejarnos engañar por las mercancías expuestas por cada partido político, y unirnos como pueblo organizado y consciente por un mejor mañana con el proyecto más favorable.

 

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