Así parece amigo lector, por lo que se ve hasta ahora, con el gobierno del señor Andrés Manuel López Obrador, los bachilleratos rurales llamados de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) y Tele Bachillerato Comunitarios (TBC), van de mal en peor. No, no es ninguna exageración ni estoy buscando calumniar al nuevo gobierno, nada más lejos de mi intención, pero hasta ahorita, esta la pura verdad. Y si no me cree juzgue usted mismo por lo que diré.
Primeramente quiero recordar aquí, lo que ya he dicho hasta el cansancio en trabajos similares a este: los EMSAD y TBC de Colima, son los únicos bachilleratos rurales, públicos y gratuitos de todo el estado, pero al mismo tiempo, en los que menos gastan y han gastado e invertido todos los gobiernos, de todos los niveles, y se me hace que de todos los tiempos. Nadie como los maestros, maestras y alumnos de estos bachilleratos rurales, han sido tan olvidados y maltratados por casi todos los gobiernos colimenses. Como dije, esto lo he dicho ya hasta el cansancio y nadie ha salido a demostrar lo contrario. Entonces creo que es verdad.
Para apuntalar mi afirmación, quiero subdividir mi opinión en dos importantes apartados: primeramente informando acerca de la indeseable situación laboral que han padecido los maestros y maestras de estos bachilleratos; y, posteriormente analizando la carente situación de los alumnos y las condiciones en que estudian.
Para hablar de la situación de los maestros y las maestras, dejaré aquí, - porque refleja bien lo que digo -, lo dicho por una voz autorizada, reconocida y muy conocedora del tema, me refiero al señor Gobernador del Estado, el Licenciado José Ignacio Peralta Sánchez, que, tratando de remediar lo entonces irremediable, en el mes de mayo de 2016, luego de casi un año de reclamos por parte de los maestros, dijo así: "Mi gobierno destinará desde esta primer quincena de mayo, un total de 13 millones 093 mil 663 pesos para que se les cubran sus salarios completos por lo que resta del presente año" Y sin que nadie se lo exigiera, en el mismo discurso afirmó también lo siguiente: "La totalidad de los trabajadores de este subsistema reciben un salario por debajo del establecido nacionalmente, dado que se aplican únicamente los recursos que destina la federación para ese nivel [sólo el 50 por ciento, aclaro yo], porque el Gobierno del Estado no aportaba la parte correspondiente al no presupuestar recursos." (Diario Avanzada, 05/05/2016). Pero eso no era todo. A la totalidad de los maestros de estos bachilleratos, contra toda ley, los hacían trabajar muchas veces sin contrato laboral alguno, y cuando rara vez lo había, las autoridades educativas se cuidaban muy bien de que dichos contratos no excedieran los seis meses, so pena de generar algún tipo de derecho laboral. Así, los maestros y maestras trabajaron por años y años sin ninguna prestación, sin ningún apoyo y sin ningún servicio médico, pero eso sí, con un raquítico salario de hambre.
Como dije, fue el gobierno del Licenciado Peralta el único que trató de remediar, aunque fuera sólo un poco, esta injusta situación. Para el 1° de febrero de 2017, ya organizados los maestros con el sector magisterial del Movimiento Antorchista, lograron del gobierno estatal su afiliación al ISSSTE. Quedó desde entonces pendiente, el reconocimiento de su antigüedad laboral y algunas prestaciones generales.
En esto estábamos, cuando llegó a la Presidencia de la República el "tsunami" morenista de la "Cuarta Transformación". Y ahora, resulta que por la sospechosa culpa de "un convenio mal elaborado", el gobierno de López Obrador no deposita el 50 por ciento de lo que le toca para el pago de la nómina, y a los maestros y maestras se les debe ahora el pago de casi tres quincenas. El Secretario de Educación del estado, afirmó en un medio local, que el pago de la nomina de los EMSAD y TBC "son 3 millones de pesos mensuales en los dos" (Diario de Colima, 22/03/2019). Suponiendo que sean correctas las cuentas del funcionario, el adeudo total de las tres quincenas asciende ya a 4 millones quinientos mil pesos, y para los 255 maestros esto ya es un dineral. ¿Quién responderá de este flagrante atropello? Como vimos, los maestros, antes de la "Cuarta Transformación" ya estaban mal, pero ahora están peor.
No obstante los alumnos están peor. Los EMSAD y TBC se crearon para que funcionaran, en contra turno - es decir, por la tarde-, en las mismas instalaciones (donde las hay) de las Telesecundarias de las comunidades más alejadas de las ciudades. Y aunque en Colima parece que nada está alejado, a los campesinos pobres sí les significa un problema mandar a sus hijos a estudiar a las ciudades, por eso acuden a los bachilleratos rurales. Pero sucede que las Telesecundarias, muchas veces no cuentan ni con las condiciones educativas mínimas para impartir el nivel básico, mucho menos lo tienen para impartirse el nivel medio superior. Hasta hace dos años, ningún EMSAD y TBC tenía instalaciones propias, suficientes y adecuadas. Hasta que intervino la gestión del Movimiento Antorchista Nacional. Al día de hoy, ya son cinco los bachilleratos que cuentan - con una primera etapa - con un edificio propio, y en los próximos meses sumarán 13 los bachilleratos beneficiados, pero si tomamos en cuenta que son 45 los bachilleratos de este tipo en todo el estado, ya podemos imaginar el faltante.
En total, hasta el año pasado, contando las obras que están por concluirse, sumaban ya 22 millones 700 mil pesos los invertidos en los EMSAD y TBC. En esto estábamos, hasta que llegó la "Cuarta Transformación". El Gobierno de López Obrador, por así convenir a sus intereses - y seguramente a los de sus allegados -, instruyó eliminar del Presupuesto de Egresos de la Federación, la partida presupuestal ya conocida como ramo 23, partida a la que podían acceder los gobiernos de todos los estados para obtener financiamiento a la obra pública social no contemplada en las distintas secretarías. Se eliminó el ramo 23, y se eliminó, hasta ahora, la construcción de los bachilleratos rurales. Y otra vez urge decirlo: se supone que con "la mafia del poder" ya estábamos mal. ¿Qué daño tan grande le hacen los EMSAD y TBC al señor Presidente de la República, como para recibir tan indignante atropello de su parte? Lo dicho, vamos de mal en peor.
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