El pasado 10 de octubre, los antorchistas de Quintana Roo, entregamos un pliego petitorio al gobierno estatal encabezado por la gobernadora, Mara Lezama Espinosa. Así es, un nutrido grupo de antorchistas, llegados de todos los municipios y de diferentes comunidades, entregamos nuestro pliego petitorio, en el cual, notificamos al nuevo gobierno, las necesidades y las carencias de los habitantes, de este paradisiaco estado. 

En él, solicitamos la intervención de la gobernadora, para tratar de resolver carencias ancestrales, así, como paliar un poco, lo que los efectos naturales, como los huracanes, “Harvey” “Nate” “Delta” y “Gamma” nos causaron, así, como de infinidad de tormentas tropicales, que han entrado a tierra y han ocasionado severos daños a la economía regional, tanto en su área de prestación de servicios, como la industria turística, como la de la agricultura, donde, las siembras de limón, caña, plátano, papaya, naranja, piña, aguacate, chile habanero, chile jalapeño y la cocal, sufrieron la devastación casi total, en algunas regiones más que en otras, pero si consideramos, que tenemos que sumarle los efectos que la pandemia derivada de la covid-19, provocó principalmente en la industria turística, restaurantera y de servicios, entonces podemos resumir, que la nueva gobernadora Mara Lezama, tiene ante sí, un reto enorme. 

Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, (Inegi) y que es la responsable de normar y coordinar la información, arroja resultados, que no resultan del todo favorables para la clase trabajadora. De acuerdo con el INEGI, en el año 2020, Quintana Roo, tenía un millón 857 mil, 985 habitantes, de los cuales 921 mil, 206, eran mujeres y, 936 mil, 799, eran hombres. 

Por su número de habitantes, la entidad, ocupa el lugar número 24 a nivel nacional. La mayoría de sus habitantes, son eminentemente niños y jóvenes de los 15 a los 50 años y, en menor proporción los adultos mayores, distribuidos en 11 municipios, siendo Felipe Carrillo Puerto el más grande y Cozumel el más pequeño, Benito Juárez el más habitado e Isla Mujeres el de menor población. 

Cancún es la ciudad que, por su importancia turística, es la que mayores habitantes concentra, al igual que Tulum, Playa del Carmen y en menor medida Majagual y con ello requiere de una gran cantidad de obras y servicios que el gobierno le presta con cierta regularidad, dejando a las demás ciudades, poblaciones y rancherías en la total indefensión. Veamos algunos ejemplos: mientras en Benito Juárez el 92.6 por ciento de la población tiene agua potable entubada, José María Morelos, tiene el 40.7 por ciento.

El porcentaje de casas con pisos de tierra también es notoriamente distante, mientras que Cozumel el 0.8 por ciento cuenta con tan minúscula cifra, Felipe Carrillo Puerto cuenta con 9.5 por ciento. En materia de drenaje, Cozumel tiene el mayor número de casas con este servicio, llegando a 99.5 por ciento, mientras que José María Morelos, cuenta con el 84.6 por ciento de casas con drenaje. 

Si hablamos de servicio sanitario o como le dicen aquí de manera coloquial, bacín, nuevamente Cozumel se erige como el municipio con mejor servicio, ya que el 99.6 por ciento de la población goza de él, mientras que, en José María Morelos, solo el 86.5 por ciento lo tiene. 

El 11.69 por ciento de los quintanarroenses, hablan lengua indígena, el 85.8  por ciento de ellos, habla el Maya, mientras apenas el 3.6 por ciento habla el Tzeltal, Felipe Carrillo Puerto, cuenta con la mayor población de Maaya t´aan, (así se les dice a las personas que hablan la lengua maya) son el 59.48 por ciento, mientras que Othón P. Blanco cuenta con el menor porcentaje, siendo este de 5.51 por ciento. 

Quintana Roo, no tiene industrias, fábricas o lo que regularmente se conoce como parques industriales, solo cuenta con la industria turística, que ofrece 120, mil empleos de manera directa fijos y con prestaciones y, poco más de 350, mil de manera indirecta. Siendo la zona norte del estado, la que se ve beneficiada con estas cifras, los demás vivimos de atender a esta población, así como a la de los trabajadores del gobierno. 

Como podemos ver, no todo es miel sobre hojuelas, a estas cifras, debemos agregar que la pobreza es el flagelo que distingue a nuestro estado, ya que aquí se dan las dos condiciones sociales más radicales, aquí están los empresarios hoteleros más ricos del país y, los turistas más ricos del mundo llegan a nuestras playas y parques recreativos, pero los trabajadores cuentan con salarios de miseria, que no alcanzan ni siquiera para la canasta básica. 

El 48.3 por ciento de los pobladores se desplaza en bicicleta y solo el 28.7 por ciento tiene un vehículo. De la misma manera, el porcentaje de discapacidad es de los más altos del país con el 5.0 por ciento. En materia de salud, solo el 60 por ciento está afiliado al IMSS y, el 28.1 por ciento al INSABI. En educación el 3.6 por ciento no sabe ni leer ni escribir y apenas el 45.8 por ciento terminó la primaria. El Estado aporta a la Federación la grandiosa cantidad de 288, mil 572 millones de pesos solo en materia de impuestos y la administración central, solo nos regresa 25, mil millones para gastos en obras, servicios y otros. Contribuimos con el 85.44 por ciento del producto interno bruto (PIB) del estado y nos regresan casi nada. 

Por eso, el Movimiento Antorchista de Quintana Roo, que encabeza a poco más de 45 mil afiliados, hace hincapié en las necesidades más apremiantes de cada uno de los municipios que conforman el estado, solicitando entre otras cosas: Ampliar a nuevas comunidades el programa de “Hambre cero”. Incrementar la dotación en tiendas de maíz para consumo humano. Apoyo para la adquisición de paquetes tecnológicos, para la siembra de maíz, principalmente semilla y fertilizante, paquetes de lámina de zinc, mejoramiento y ampliación de vivienda.

También contratar maestros de arte y así, un listado pormenorizado de cada una de las necesidades más apremiantes en cada municipio y en cada colonia, en cada población y en cada ranchería. Desde engravado de accesos, electrificación de colonias, conexión de agua potable, azúcar para productores apícolas, apoyos directos para proyectos artesanales de mujeres indígenas, creación de unidades médicas, construcción de aulas educativas, regularización de colonias, construcción de banquetas y guarniciones, donación del Albergue Estudiantil “Felipe Carrillo Puerto” y equiparlo con material artístico, continuar con el apoyo económico a los maestros Antorchistas. 

Como siempre se ha hecho, y que quede claro para algunos malpensados, no estamos pidiendo el recurso económico y diciendo que nosotros lo distribuimos, no y mil veces no. Lo que pedimos es que el Gobierno estatal, haga entrega directa de esos beneficios a los pobladores de manera directa, pero que lo haga. Que volteé a ver a los ciudadanos, que, con su trabajo y su mano de obra, son los verdaderos creadores de la riqueza en este estado y que no es poca, como ya vimos, somos generadores de enormes cantidades de dinero, tanto para los patrones, como para el erario público y, de todo eso, solo nos regresan muy, muy poco. 

Sabemos que el origen de la gobernadora es sencillo, sabemos que sus logros han sido fruto del trabajo y del esfuerzo, que la vida no le ha regalado nada, por lo tanto, sabemos que conoce el gran esfuerzo de los quintanarroenses para salir día a día y si a eso le sumamos su reciente recorrido por el estado debido a su campaña política, pues más qué empapada está de la problemática estatal. 

Esperamos y deseamos que esta nueva administración encabezada por una mujer, sea más empática con los habitantes más pobres y más humildes, que dejan en el surco y en el arado su salud y su vida, aquellos que se hacen a la mar, para traer a las mesas de los restaurantes los mariscos que vienen los turistas hasta aquí buscando, de esos que salen todas las mañanas temprano a atender las aulas llenas de los jóvenes que son el futuro de México, de nuestros descendientes de la más grande estirpe, la comunidad Maya. Atentos esperaremos la respuesta, por lo pronto, yo soy optimista.