MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Antorcha es el camino en Beristain

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En noviembre del presente año se conmemoraron 108 años del inicio del movimiento armado conocido como la Revolución Mexicana. Un levantamiento que enarbolaba las demandas más sentidas de la población del siglo pasado y que se resumen en el derecho a "tener una vida digna". Una vida menos dura y más llevadera.

Para 1910, menos de 1 por ciento de las familias en México poseían o controlaban cerca del 85 por ciento de las tierras cultivables. Los pueblos donde se albergaba el 51 por ciento de la población rural únicamente contaban con pequeñas porciones de tierra y la mayor parte de ellas dependía de las haciendas vecinas. Además, las leyes favorecían a los hacendados pues eran los únicos con acceso a créditos, mientras los pequeños agricultores se veían obligados a pagar altísimos impuestos. Sólo por mencionar la situación entre los campesinos.

Entre la pequeña clase obrera que vivía en condiciones de miseria y la clase adinerada, pero excluida del círculo cercano a Porfirio Díaz también existía descontento. Se trató pues de un movimiento armado en el que se congregaron campesinos, obreros, generales, soldados y varios hombres de la clase acomodada, para combatir la dictadura y mejorar las condiciones de cada sector.

Actualmente, cerca de 100 millones de mexicanos padecen pobreza; del total de la población, el 20 por ciento sufre pobreza alimentaria y de acuerdo con datos proporcionados por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) 11.8 millones de mexicanos emigran hacia Estados Unidos porque en nuestro país no encuentran las condiciones necesarias para satisfacer sus necesidades. Dado que el desempleo en nuestro país llega al 37 por ciento de la población económicamente activa (considerando al comercio informal).

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Así pues, la realidad nos dice que pesar de los logros emanados de la Revolución, aún quedan muchos pendientes y que el manto redentor revolucionario no alcanzo a cobijar al sector más desprotegido de nuestra sociedad actual y que es el que ha padecido injusticias desde mucho antes del movimiento armado.

Hoy, como hace más de 100 años, la riqueza sigue concentrada en un grupo reducido que vive en la opulencia mientras que la mayoría de la población vive en escasez, con un salario mínimo que no alcanza para cubrir la canasta básica ni en un 15 por ciento.

Similar se observa en la construcción de infraestructura básica para la población, mientras que a la clase adinerada se le construye (con el dinero del pueblo) carreteras pavimentadas, electrificaciones, redes de agua potable, unidades deportivas, centros recreativos, etcétera, mientras que a los ciudadanos de a pie se les niega hasta los servicios básicos. De tal manera que en pleno siglo XXI existen pueblos que no tienen luz, condenados a vivir como primitivos seres humanos.

La localidad de Beristain, única junta auxiliar de Ahuazotepec, en la Sierra Norte de Puebla, no dista mucho de dicha realidad nacional. Famosa en un tiempo por albergar una estación de tren que conectaba a la capital mexicana y por tener el tianguis más concurrido de la región, es considerada con una población de clase media, debido a que muchos habitantes formaron parte de la extinta Compañía Luz y Fuerza del Centro, hoy en día cuenta con varios jubilados de la misma empresa.

Sin embargo, a pesar del despunte económico que alguna vez tuvo no permitió que se abatieran la carencia de infraestructura, dejando a Beristain congelado en el tiempo, debido a que han sido mínimos los avances por mejorar a la localidad. Según datos del CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) en su versión 2015, Beristain ocupa el segundo lugar con los mayores grados de rezago social. Tan solo en la categoría: viviendas que no disponen de agua entubada de la red pública y la categoría población de 15 años y más con educación básica incompleta ocupa el primer lugar. En los rubros de vivienda, energía eléctrica, drenaje, para acabar pronto, de acuerdo con datos del mismo CONEVAL, el porcentaje de personas en el municipio que reportó habitar en viviendas sin disponibilidad de servicios básicos fue de 54.4 por ciento.

La Revolución aún no llega a hacerles justicia a muchos pobladores. Por esta razón, una reducida comisión de personas encabezada por el señor Víctor Islas (hombre trabajador y visionario) invitó al Movimiento Antorchista a realizar una reunión informativa donde se explicaría la forma de trabajar de la organización antes mencionada. Al principio hubo mucha desconfianza, pero con la paciencia y jovialidad que caracteriza a don Víctor –como se le conoce en la población- el grupo fue creciendo y consolidándose para iniciar las gestiones.

Hoy el Movimiento Antorchista ha logrado contribuir a que mejore la calidad de vida de los pobladores de esta localidad, la Revolución empieza acariciar a Beristain.

Durante los últimos tres años se ha logrado lo siguiente:

1.- Ampliación de electrificación en la colonia El Carmen, con una inversión de 550 mil pesos.

2.- Pavimentación de la calle López Mateos con un monto de 1 millón 800 mil pesos.

3.- Pavimentación en primera etapa de la calle 27 de septiembre con una inversión de 1 millón de pesos.

4.- Apoyo a la vivienda para 30 familias aplicándose un monto de 810 mil pesos.

5.- Inicio de la construcción de un salón de usos múltiples donde se aplicará medio millón de pesos.

Todo lo anterior es fruto de la lucha del pueblo organizado. Y vamos por más. Para combatir el problema de la pobreza hace falta que el pueblo tome el poder político y lo use realmente en beneficio del mismo pueblo. Hay experimentos que han dado resultados. Organízate y lucha junto a Antorcha Campesina.

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