Me despertó interés un artículo de Jesús Ugarte de www.wsw.org del día 25 de abril titulado “Bienestar capitalista al estilo AMLO: un análisis crítico sobre los programas de transferencias de efectivo y salario mínimo en México”.
Ya desde el título se insinúa para quién trabaja el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y siendo honestos, esto mismo ya lo había dicho Antorcha hace varios años antes de que tomaran el poder los morenistas con AMLO a la cabeza, que López Obrador no era la persona que fuera a cambiar las cosas en México, que en realidad su paso por la CDMX demostró que es una persona más del sistema para controlar el descontento popular por los muchos años de malos gobiernos priistas.
¿Qué dice este artículo? “…Estos programas, agrupados bajo el término “Programas para el bienestar”, han sido un componente central de la llamada “Cuarta Transformación” (4T) … “Pero en realidad las políticas gubernamentales efectuadas por AMLO, y en particular las modestas transferencias de efectivo que han tenido lugar bajo su mandato, están muy lejos de representar algún tipo de transformación histórica. Al contrario, estos programas tienen como fin cumplir dos propósitos principales.
El primero consiste en garantizar que la clase trabajadora mexicana continúe desempeñando el papel que le han asignado las potencias imperialistas, el cual es fungir como una fuente de mano de obra barata a disposición de la explotación capitalista mientras que Washington intensifica su guerra económica en contra de China en su búsqueda depredadora de una nueva redistribución del mundo.
El segundo consiste en mantener bajo control la creciente lucha de los trabajadores, asegurándose de que el capital internacional pueda continuar su saqueo sin obstáculos.
Como recientemente comentó el hombre más rico de México, Carlos Slim, elogiando las políticas de AMLO, que “hay paz social, no hay confrontación”, y que “la actitud de la población en general es muy positiva, […] haya malestar o no haya malestar”.
No hay duda, la 4T no es una revolución, ni una Cuarta Transformación como ellos le llaman; esa idea del cambio solo está en sus cabezas y la difunden para sacar provecho, porque desgraciadamente todavía tenemos mexicanos con una baja educación política que son engañados, pero en los hechos diarios la clase trabajadora, los grupos sociales más pobres siguen sin mejorar su situación, y se les calma para tener controlada a la mano de obra asalariada que necesita el sistema.
También creo que tiene razón el articulista al decir que AMLO es una anestesia para el pueblo mexicano, que se le ha utilizado para parar el descontento social, se ha convertido en freno de la lucha de clases. Sí, esto es cierto.
Los empresarios están felices porque AMLO ha engañado al pueblo diciéndole que “primero son los pobres” pero en los hechos los ha paralizado con las ayudas económicas para que no protesten, ni se rebelen; la lucha de clases se ha contenido temporalmente, he ahí por qué los elogios de Slim a AMLO.
Slim y otros señores más saben que en este sexenio como en los del pasado les ha ido bien, sus utilidades han aumentado gracias a la política de la 4T.
Las ayudas monetarias, dice el artículo, no han tenido el impacto suficiente como para cambiar la situación de pobreza, al contrario, la pobreza extrema con la 4T ha aumentado.
“Las cifras más recientes del Inegi muestran que el porcentaje de la población que vive en la pobreza disminuyó del 41,9 % en 2018 al 36,3 por ciento en 2022. Sin embargo, en el mismo periodo, el porcentaje de la población que se encuentra en pobreza extrema se mantuvo prácticamente inmóvil, pasando del 7 por ciento al 7,1 %. Esto significa que, durante estos cuatro años, y teniendo en cuenta el crecimiento de la población, cerca de 400 mil personas se unieron a las filas de los extremadamente pobres…”.
Y haciendo referencia al contexto internacional, a la gran lucha que se está dando entre Estados Unidos y China y sobre el papel que juega nuestro país, se dice lo siguiente:
“A medida que Washington continúa su avance rumbo a una guerra mundial con China, el gobierno mexicano se ha mostrado ansioso por posicionarse como un socio confiable, sirviendo a los intereses de los Estados Unidos en la región”.
Como se expresó claramente en un reciente artículo en Foreign Affairs, las oportunidades para que las corporaciones estadounidenses trasladen sus operaciones desde Asia hacia las Américas dependen de los bajos costos laborales en la región y de la capacidad de los gobiernos latinoamericanos para asegurar un ambiente estable y competitivo para la inversión, es decir, su capacidad para suprimir la lucha de clases. Este es el papel que desempeñan los programas de bienestar de AMLO y los incrementos al salario mínimo.
No están diseñados para erradicar la pobreza y la desigualdad. Al contrario, su enfoque es la supresión de la lucha de clases, mientras se mantienen los niveles salariales que satisfacen las demandas competitivas del mercado. En última instancia, se basan en las necesidades del imperialismo estadounidense.
El artículo señala que nuestro país se está alineando a los intereses económicos de los Estados Unidos en la lucha que llevan a cabo los americanos contra China, que, de salirse las empresas americanas de aquel país asiático, las empresas gringas necesitarán en América Latina un ambiente de paz donde no haya problemas sociales, y es aquí donde entra la política demagógica de la 4T con sus ayudas económicas.
Para Antorcha esto que detecta el “periódico en línea del movimiento trotskista internacional” no es desconocido, nos da la razón, coincide con lo dicho por el Ing. Aquiles Córdova Morán hace ya mucho tiempo atrás sobre esto de las ayudas monetarias en la CDMX, de que no hay ningún mérito de AMLO en repartir dinero, dinero que se le da a la gente pero que al rato ya no tiene nada, y así no se resuelven los problemas de fondo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario