A nadie le queda duda que en México, la educación es ineficiente y alarmante, según los expertos de la OCDE, tenemos un rezago en aprovechamiento de 2.5 años; las causas de este retraso son la escasez de los recursos que se dedican a la educación, teniendo como consecuencia la falta de infraestructura educativa (aulas, laboratorios, talleres, salas de cómputo, canchas deportivas, espacios culturales, bibliotecas bien equipadas, etc.); el insignificante salario que se paga a la mayoría de los maestros, además de la falta de preparación y vocación de algunos de ellos; pero lo más esencial es la situación del ambiente social y económico en el que viven los jóvenes. Como se reconoce oficialmente, nuestro país es de los más desiguales del mundo, bajo una élite multimillonaria que no llega al 5 por ciento de la población sobrevive la inmensa mayoría de los mexicanos con altos niveles de desempleo, disfrazado en el ambulantaje o en la emigración, con los salarios más bajos del mundo, con violencia e impunidad, altos niveles de corrupción, con escasez de vivienda digna, etc., repercutiendo directa o indirectamente en la educación de los estudiantes, todo lo anterior produce educandos y profesionistas no sólo de mala calidad, sino además insensibles, sin una visión de conjunto en la sociedad, convirtiéndolos en un instrumento de los poderosos, que abonan a una sociedad salvaje.
En Michoacán, la situación no es diferente, pues sólo 27 de cada 100 jóvenes en edad de cursar estudios universitarios lo pueden hacer por las razones enumeradas con anterioridad, y es alarmante la situación por la que está atravesando la UMSNH (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo) pues la captación de estudiantes interesados en las distintas ofertas educativas de la misma ha disminuido drásticamente, doy datos: en el proceso de admisión 2017/2018 fueron 21 mil 601 estudiantes que concluyeron satisfactoriamente su registro, para el ciclo escolar 2018/2019 se registraron 20 mil 573 aspirantes (5 por ciento menos que el ciclo anterior); en el ciclo 2019-2020 fueron 19 mil 621 aspirantes registrados, y hasta la fecha, 03 de julio, el área de control escolar de la Casa de Hidalgo ha recibido un total de ocho mil 904 pre-registros y cuatro mil registros ya completados por los jóvenes interesados, evidentemente los números de registrados en este proceso de admisión son alarmantes y van en retroceso, tomando en cuenta que la convocatoria de este año cerró el 27 de mayo y que cabe aclarar que se tiene programada abrir una segunda convocatoria en el mes de julio, para lo cual se espera que aumente el número de interesados, nace entonces la pregunta, ¿qué está pasando con los jóvenes de nivel básico y medio superior interesados en ingresar a la Universidad Michoacana?
Recordemos que la crisis que azota a la UMSNH desde hace unos años ha influido en la captación de estuantes y ahora no cabe duda que la situación de emergencia sanitaria generada por covid-19 ha venido agravando la situación, no descartemos que miles de jóvenes recluidos en sus casas no hayan podido concluir su registro por las condiciones en las que se encuentran; se tiene constancia que muchos de ellos no cuentan con energía eléctrica, equipo de cómputo, señal de telefonía móvil y mucho menos internet. En la zona rural la población usuaria se ubica en 47.7 por ciento (ENDUTIH 2019), son casi 37. 5 millones de jóvenes que se han venido adaptando a las nuevas medidas de salud y formas de educación virtual, y que miles de ellos no tienen si quiera que comer y que por lo tanto el pago de solicitud de ingreso a la institución, así como otras cuotas para poder acceder a una ficha de inscripción, es casi imposible; sin embargo, la directora de Control Escolar anticipó que los funcionarios de la máxima casa de estudios no descartan que el examen de ingreso pueda aplicarse en línea y por medio de la prueba del Ceneval en el mes de agosto con la finalidad de no exponer a los jóvenes interesados en ingresar a la UMSNH, pero entonces que pasará con los estudiantes que como he mencionado en párrafos anteriores, no cuentan con las condiciones necesarias para hacerlo? ¿Perderán la oportunidad de acceder a UMSNH? ¿Se dará algún tipo de prórroga para concluir el registro? Todas esas preguntas saltan a la luz y hasta la fecha no hay respuesta.
Este solo ejemplo es el de la UMSNH, pero la situación es parecida en todo el territorio nacional, nos encontramos ante un panorama alarmante y desesperante, es necesario que los jóvenes se organicen y luchen para exigir mejores condiciones de vida, urge que el gobierno de la 4T ponga manos a la obra, que se dé cuenta de la realidad en la que viven millones de estudiantes, si queremos hacer de México un país rico y competitivo es necesario invertirle y apostarle el todo por el todo a la educación, si no, que el día de mañana no se espante que todo el estudiantado mexicano unido y consciente salga a las calles a protestar, por que para entonces será muy tarde.
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