MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La realidad de la madre trabajadora en México

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En nuestro país, las condiciones de las madres trabajadoras son cada vez peores. Al decidir ser madre, la mujer mexicana debe enfrentar una realidad aún más complicada que la que atraviesa día con día toda la clase trabajadora de nuestro país, pues sus derechos son todavía más pisoteados; su calidad de madre se ha vuelto motivo de un reto mayor al enfrentarse a las escasas oportunidades laborales en condiciones deplorables, malas o nulas prestaciones y muchos otros obstáculos que le impiden brindarles una vida digna a sus hijos.

Hoy en día, además, enfrentan al gobierno morenista, que lejos de apoyarlas o de promover mejores condiciones para sus familias, ha traicionado abiertamente a este sector de la sociedad mexicana.

Del total de las madres ocupadas, el 64 % son subordinadas y remuneradas, el 26.6 % trabaja por cuenta propia, el 6.6 % no tiene remuneración y tan sólo el 2.8 % se desempeña como empleadora. 

Tan sólo desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se eliminaron las estancias infantiles, el Seguro Popular, el Prospera, Comedores Comunitarios, entre otros programas que beneficiaban a una parte de las madres trabajadoras de México. Y ni hablar de la nula resolución a las demandas de obras públicas y servicios que tanta falta hacen en las colonias y comunidades populares en las que viven las amas del hogar.

El ingreso de las mujeres disminuye al ser madres. Entre las implicaciones que conlleva está el impacto negativo en los ingresos, empleo y actividades a las que se dedican. Si decide ser madre, esa percepción económica puede aumentar hasta un 13.32 %, cifra que no alcanza a compensar los gastos. Sin embargo, a partir del segundo hijo, dicha cantidad comienza a disminuir hasta reducirse en más de 30 puntos porcentuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) en su edición 2022.

Según los datos que ofrece el estudio “Las madres en cifras”, publicado en 2023 por el Instituto Nacional de las Mujeres, el 41.1 % de las madres con 15 años y más no cuenta con educación básica terminada, cifra que duplica a quienes no son madres (20.5 %).

Sólo el 23.9 % de las madres tiene educación media superior o superior, mientras que las mujeres que no son madres representan un 42.5 %.

Continuando con los datos del Instituto Nacional de las Mujeres, se demuestra que la participación de las mujeres en el mercado de trabajo disminuye conforme aumenta su número de hijos: menos de la mitad de las mujeres de 15 años en adelante, que tienen de uno a dos hijos (49.6 %) participa en el mercado de trabajo, mientras que si tienen de 3 a 5 hijos disminuye al 41.4 % y apenas el 22.7 % de quienes tienen 6 o más hijos es económicamente activa.

Cuatro de cada diez mujeres de 25 a 49 años que forman parte de hogares con hijos menores de 3 años desempeñan una actividad económica en el mercado laboral (40.9 %), mientras que las mujeres sin hijos son siete de cada diez, el 68.2 %. En el caso de los hombres, la diferencia es mínima, con un 97.9 % y 94.3 %, respectivamente. Ocho de cada diez mujeres con trabajo, con al menos un hijo (el 80.6 %), carece de acceso a servicios de guardería. Según el estado conyugal, la participación en el mercado laboral es más alta para las madres solteras, el 69 %, y para las que son separadas, divorciadas o viudas solo el 45.6 %.

Del total de las madres ocupadas en el mercado laboral, el 64 % son trabajadoras subordinadas y remuneradas, el 26.6 % trabaja por cuenta propia, el 6.6 % no tiene remuneración y tan sólo el 2.8 % se desempeña como empleadora. 

Respecto al número de horas trabajadas, el 37.8 % labora menos de 35 horas semanales (jornada parcial), a diferencia de las mujeres sin hijos, en que el 30.5 % cubre una jornada laboral parcial. Una de cada cuatro de las madres ocupadas (24.5 %) gana hasta un salario mínimo, la mitad de ellas (el 53.3 %) percibe entre uno y tres salarios mínimos y solamente el 14.4 % de las madres mexicanas gana más de tres salarios mínimos mensuales. Y en este contexto, dos tercios de las madres en México, el 63.8 %, carece de acceso a instituciones de salud como prestación laboral.

2.2 millones de madres solteras ocupadas, mayores de 15 años, o sea el 44.1 %, no recibe prestaciones por su trabajo; incluso en el caso de las subordinadas, es decir, las que trabajan para una unidad económica en la que dependen de un patrón, el 29.8 % no cuenta con prestaciones laborales.

Ser madre en nuestro país es sinónimo de peores condiciones, pues, aunque solo se muestran algunos datos para ilustrar, día a día, las madres trabajadoras enfrentan obstáculos mientras luchan por obtener una vida más digna para ellas y para sus hijos. Y el gobierno de nuestro país, lejos de apoyarlas, las ha traicionado y engañado, al igual que a la mayoría de los mexicanos.

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