El pasado 16 de octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación.Sin embargo, en México no tuvimos nada que celebrar, ya que desde el 2018 y sin pandemia aún, 47% (16.2 millones) del total de hogares en el país experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias por falta de dinero o recursos.La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2018 reportó 10.3 millones de hogares con alguna dificultad para satisfacer necesidades alimentarias de los menores.Y agrega que del total de los hogares en el país, 41% experimentó preocupación de que la comida se acabara; 32% considera que no tuvo una alimentación sana y variada; 32% reportó una alimentación de adultos basada en muy poca variedad de alimentos; 23% de los adultos comieron menos de lo que se piensa debían comer; en 14% de los adultos dejaron de realizar alguna comida del día y 12% de los hogares se quedaron sin comida.
Ahora bien, permítaseme extrapolar esos porcentajes del 2018 al primer trimestre 2020: si de los poco más de 127 millones de mexicanos que somos actualmente sacamos el 47% nos da 59.69 millones de mexicanos.Y si tomamos en cuenta los más de 10 millones de empleos que se han perdido desde que comenzó la pandemia (formales e informales) y los que faltan para cerrar este fatídico año, fácilmente llegamos a la tétrica conclusión de que la cifra de mexicanos con algún problema, como dice la ENIGH, "para satisfacer sus necesidades alimentarias", estaría sobrepasando, con mucho, los 70 millones de compatriotas.
Y es que en los 8 meses que llevamos de pandemia el gobierno de la mal llamada "Cuarta Transformación" (4T) ha hecho mutis total ante los millones de empleos perdidos y no ha ayudado a la población a paliar, aunque sea en alguna medida, los efectos de la pandemia.La gente se ha tenido que resignar a perder su empleo ante el peligro de los contagios o simplemente porque la empresa para la que trabajaba se ha declarado en quiebra y ha desaparecido.Miles de familias han improvisado un puesto en la banqueta de su casa en donde venden alimentos o alguna otra cosa.Para resistir el confinamiento han sido claves las remesas provenientes de Estados Unidos para quienes tienen a algún familiar por allá.
En fin, una vez más, ha salido a relucir el ingenio del mexicano ahora para sobrellevar la pandemia, ya que el gobierno de la esperanza, lo ha dejado en el completo abandono.Y, por supuesto que como resultado lógico de la situación especial que se vive, se ha elevado, a niveles nunca antes vistos, los índices delictivos: el robo a casa habitación, el asalto a transeúntes, los secuestros (en todas sus modalidades) y, sobre todo, los asaltos en el transporte público.Cuando sale uno a la calle, ya no sabe de quien cuidarse más, si del virus o del probable asaltante.El exsecretaro de Seguridad renunció en plena crisis al cargo para buscar la candidatura de Sonora.Aquí es donde se ve, caro lector, qué es lo que realmente les interesa a estos funcionarios de la 4T, obviamente no es el bienestar del pueblo, no es el de cumplir cabalmente como servidores públicos, no, sino el poder por el poder mismo.Y ante esta situación de desastre, ya no queda tan claro cuál es la causa principal de tantas muertes: la covid-19, la violencia o el hambre.
El día mundial de la alimentación fue, más que un motivo de celebración para los mexicanos, motivo de vergüenza e indignación.Porque el gobierno de un país, cuya economía, hasta hace poco, rondaba por el décimo tercer lugar mundial, no tiene ninguna, absolutamente ninguna justificación para permitir que más de 70 millones de sus gobernados estén pasando hambre.Pero existe la certeza de que tanta negligencia de los morenistas ante la pandemia, tendrá que ser pagada, de manera contundente, en la contienda electoral del 2021.Por todos los rumbos y rincones del país ya se empieza a escuchar la consigna: ni un solo voto para Morena.Que así sea.
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