El campo veracruzano destaca a nivel nacional en la producción de diversos alimentos como el maíz, la caña, cítricos, café, plátano, entre otros. Son alrededor de un millón 500 mil hectáreas del territorio de la entidad cultivados por poco más de 720 mil productores, de los cuales un 75% pertenecen a la clasificación de pequeños productores (propietarios o poseedores de hasta 5 hectáreas de terreno). Desde hace varios años, la producción agrícola de Veracruz ha reportado caídas, en buena medida, porque a los pequeños productores se les ha abandonado a su suerte, este año no parece que la situación vaya a mejorar.
El pequeño latifundio presenta varias dificultades para competir en el mercado actual, donde el campo, como buena parte de los medios de producción ha sufrido un proceso de concentración, para quedar cada vez en menos manos. Primero, porque los pequeños campesinos ven limitados su potencial de inversión, pues no cuentan con el capital suficiente, lo que los lleva a utilizar las técnicas de siembra tradicionales y solo en contados casos hacen uso, por ejemplo, de la introducción de herramientas más sofisticadas (sistemas de riego, tractores, enfardadoras, etc.), la misma superficie del terreno lo dificulta; lo mismo ocurre con la falta de fertilizantes y plaguicidas, lo que conlleva a una producción baja y, en ocasiones, de poca calidad. Segundo, los pequeños productores se topan con la dificultad de comercializar sus productos, se los venden a grandes empresas de procesamiento de alimentos o cadenas comerciales, aunque para ello, deban pasar por las manos de intermediarios, de "coyotes" que pagan un precio bajo a los productores directos para luego revenderlos a un precio elevado, por ejemplo, los sembradores de naranjas de la zona de Martínez de la Torre tienen que vender a las empacadoras su producto a .50 centavos de peso el kilo, para que posteriormente estas cobren en dólares a sus compradores. Estos y otros problemas son la causa de que la inmensa mayoría de los campesinos de Veracruz se encuentren en la pobreza.
Es por ello que desde hace varios años, el Movimiento Antorchista en Veracruz, se ha dado a la tarea de organizar a pequeños productores de diversas ramas (maíz, plátano, naranjas, frijol, etc) y de varios municipios, para solicitar a los gobiernos en turno, tanto estatales como federales, subsidios para insumos agrícolas, consistentes en semillas mejoradas y fertilizantes. La intención es que mediante estos apoyos se eleve un tanto el valor de sus productos y no se malbaraten en el mercado, al tiempo que se ayuda a la economía familiar al ahorrar la inversión promedio. Con el subsidio, la dependencia encargada pagaba el 50% del costo de esos insumos a empresas contratadas por ellas mismas y el campesino pagaba el restante.
La semana pasada, una comisión de campesinos provenientes de Tantoyuca, Filomeno Mata, Tierra Blanca, Ayahualulco, Villa Azueta, Soteapan, Mecayapan, Tatahuicapan de Juárez, etc., en representación de más de 5 mil productores de maíz, plátano y naranja, se acercó a las oficinas de la SEDARPA para solicitar el apoyo, la respuesta que recibieron de parte del subsecretario de la misma, Ing. Juan Posadas, fue que el gobierno en turno no contaba con recurso para este tipo de programas, que la dependencia no iba a "dispersar" el dinero en programas que en el pasado sirvieron para formar "clientela política" (parece que el funcionario ignora la existencia de las tarjetas mágicas del gobierno federal) y que lo más que podía hacer por ellos era acercarlos con "pequeñas financieras" que les prestaran dinero a bajas tasas de interés (como si los campesinos no las conocieran), o sea entregarlos a las garras de verdaderos chupasangres.
La SEDARPA, a través de su titular, Ing. Eduardo Cadena Cerón, anunció desde el principio de la administración, que su programa para rescatar el campo contemplaría la creación de cooperativas agrícolas a las que dotarían de las herramientas necesarias para echarlas a funcionar, con lo que conseguirían además acabar con los intermediarios y coyotes, cosa en la que estuvimos y estamos de acuerdo, por el robo descarado que estos últimos le hacen a los campesinos. Sin embargo, hasta ahora todo sigue quedando en el discurso, pues a donde técnicos de la SEDARPA se ha apersonado para dar pláticas a pequeños productores, solo ha sido para recriminarles sus descuidos y su ignorancia en el combate adecuado de plagas, no se habla nada de cooperativas. Aunque es muy pronto para tildar de rotundo fracaso esa política, lo cierto es que no se ve para cuándo iniciará, mientras que la temporada de siembra se acerca y con ello la necesidad de los campesinos pobres de contar con los subsidios que en el pasado algo les ayudaron a resolver el problema de la falta de capital suficiente para invertir, sin que por ello fueran una maravilla.
Tanto a nivel estatal y federal, todo sigue quedando en promesas a futuro, tal vez los programas anunciados terminen siendo buenos, pero es necesario toda una verdadera estructura técnica de apoyo, por ejemplo, para las cooperativas, sino se quiere que ocurra lo mismo que está pasando con el programa "Sembrando Vida" cuya falta de planeación y lentitud hemos denunciado con anterioridad. Por ahora, la necesidad de los campesinos humildes no puede esperar. Desde este espacio llamo al Secretario de Agricultura, Eduardo Cadena, a que reciba a los antorchistas que solicitan entrevistarse con él y a que haga caso a su petición, pues estos pequeños productores por décadas han sido víctimas de ese neoliberalismo rapaz tan criticado por el presidente de la República. De no hacerlo, a ellos no les quedará otra opción que la movilización masiva, pues lo que piden es perfectamente legal, tomando en cuenta que solicitan que se les devuelva sólo una parte de los impuestos que pagan. Que conste.
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