Para nadie es desconocido que nuestro país es un referente en cuanto a expresiones culturales. Desde el norte hasta el sur, podemos decir con mucho orgullo que estamos llenos de talentos, de voces hermosas, de grupos folclóricos de primera, de jóvenes que hacen teatro, de grandes declamadores, de danzas únicas que a más de uno le ponen la piel chinita.
México tiene mucho talento, solo que es invisible para los que gobiernan.
Nuestra riqueza cultural es innegable y su difusión debe estar en la agenda nacional. El presupuesto destinado a las actividades culturales debe aumentar, y la visión que tienen nuestros gobernantes sobre la cultura debe modificarse.
Entender que promover la cultura entre la población en general es un gran acierto es contribuir a sembrar en cada ciudadano el amor al arte, es enraizarlo en su tierra, es encender ese espíritu guerrero, es, incluso, un verdadero acto revolucionario.
¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado cantar a jóvenes en los camiones, en las estaciones del metro o en alguna plaza pública y ver a jóvenes con sus trajes típicos bailando, pidiendo una moneda para poder costear sus vestuarios o para poder asistir a algún concurso?
Los semáforos también se han convertido en escenarios, en espacios de expresión artística. México tiene mucho talento, sólo que es invisible para los que gobiernan.
Y, en efecto, nuestros talentos, de cualquier expresión artística, se topan con pared cada vez que solicitan apoyo a los gobiernos. Son humillados, son menospreciados. Para ellos nunca hay dinero, para la cultura no hay presupuesto, y el que se le puede llegar a etiquetar es insuficiente.
Con esto queda claro que desarrollar el talento de millones de jóvenes, amas de casa, trabajadores, niños y niñas, colonos y campesinos, para el gobierno no es prioridad.
Y no es mentira. Analicemos un poco: la proyección de 2025 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presenta para el Ramo 48, correspondiente a la Secretaría de Cultura, es 28 % menor que la de 2024 e, incluso, está por debajo de cualquier presupuesto designado desde su inclusión en el PEF de 2017.
Son sólo 12 mil 81 millones 496 mil 999 pesos los asignados, cifra que representa una reducción de poco más de 4 mil 673 millones de pesos frente a la designación para el sector cultural de 2024.
Así las cosas, con lo asignado para la cultura, todo parece indicar que al gobierno de la 4T le es urgente que al pueblo mexicano se le olviden sus raíces, su historia; que se convierta en una sociedad sin identidad, sin orgullo nacional, que solo estire la mano y le den su tarjeta del bienestar y que, a la hora de las votaciones, no cuestione nada.
Pero para nosotros, los antorchistas, la cultura es fundamental para el desarrollo de la sociedad y de los individuos, ya que influye en muchos aspectos de la vida cotidiana.
La cultura nos proporciona un sentido de identidad, nos conecta con nuestras raíces, tradiciones y valores, lo que genera un sentimiento de pertenencia a un grupo, ya sea una comunidad, una nación o un grupo social.
Además, facilita la comunicación entre las personas, permite sacar lo mejor de cada individuo y lo transforma.
Los mexicanos tenemos una gran diversidad cultural, y eso enriquece a la sociedad, ya que cada grupo aporta su propia perspectiva, arte, música, formas de vida y modos de pensar. Este crisol cultural fomenta la creatividad, el entendimiento, la empatía, el pensamiento crítico y la apertura mental.
Es por eso que, para el Movimiento Antorchista Nacional, la cultura es parte fundamental en el desarrollo integral de cada individuo. Y, sin el apoyo de las autoridades, desde hace más de veinte años lleva a cabo el evento cultural más importante de México: la Espartaqueada Cultural Nacional.
Este evento, que reúne a más de 20 mil artistas de todo el país, es patrocinado por el pueblo, gracias a colectas públicas, actividades económicas, rifas, venta de comida… En fin, todos aportamos un granito de arena para que se pueda realizar la edición de 2025. La pandemia nos hizo parar, pero jamás apagó la llama de la cultura.
Este 2025, el pueblo disfrutará de un verdadero banquete cultural: música, bailes, danzas, poesía, oratoria, coros. Todo esto se desarrollará del sábado 5 al domingo 13 de abril de 2025 en el emblemático municipio de Tecomatlán, Puebla, cuna de nuestra organización.
La cultura es un arma poderosa para despertar y sacar al pueblo adelante. Debe convertirse en un grito de protesta ante las injusticias, debe ser el alimento de todos. Por eso, debemos hacer cultura en cada rincón del país. Esa es nuestra tarea, y la vamos a cumplir, cueste lo que cueste.
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