México es uno de los muchos países donde la brecha que separa a ricos y a pobres es enorme, donde la injusta distribución de riqueza es terrible, somos un país con enormes riquezas naturales, con una enorme fuerza trabajadora de gran valía, que le ha permitido destacar como una de las mejores economías de mundo, aunque contradictoriamente tiene millones de pobres y un grupo minoritario que en toda su vida podrán gastar tanta riqueza acumulada.
La pobreza se ha venido agudizando con la pandemia sanitaria que vivimos, los pobres se incrementarán en 10 millones, es decir, a partir de 2020, habrán 62.25 millones de mexicanos en pobreza según el Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social, es decir, la pobreza en México no se va a solucionar, sino que se ha agravado, por tanto, los paganos son los de siempre, los trabajadores.
Todos sabemos que parte fundamental de la economía mexicana se ha convertido en un gran centro ensamblado de las empresas multinacionales, que aprovechan las importantes ventajas que proporciona México, como la cercanía con Estados Unidos, la mano de obra barata y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
La debilidad que tiene México es que solo se dedica a "ensamblar" la producción de otros países del mundo, es decir, que en nuestro país no se produce nada o casi nada de lo vendido al extranjero; en otros términos, el sector más importante no demanda insumos producidos en nuestro país; únicamente demanda mano de obra barata, por tanto, no es un motor potente de la economía.
Todas las teorías del desarrollo económico contemplan el creciente económico, como uno de sus componentes esenciales. Es lógico porque, para distribuir la riqueza, primero hay que crearla y es imposible generar desarrollo sin crecimiento económico. En una sociedad como la nuestra, con una población implementada de pobres, se necesita crear la riqueza para posteriormente distribuirla.
El gobierno de la 4T que encabeza Andrés Manuel López Obrador, en su primer año de gestión y de llevar un proyecto distinto de nación tuvo un crecimiento del 0.2 por ciento., eso quiere decir que no hay empleo, por lo tanto, no hay una solvencia económica para las familias mexicanas. Existe ahora un mar de gente humilde y que no sabe que comer con sus hijos, hay enojo en el país después de 18 meses de gobierno, ya que el Gobierno federal anda más preocupado por otras cosas que poner atención a la gente que grita soluciones y apoyo para sobrevivir junto con sus familias.
En sus mañaneras y en sus mítines escenificados por el sureste, López Obrador, dijo que todos los que protestan es porque quieren dinero como estaban acostumbrados; por eso el dinero no les llegaba a los pobres; que hay "piquete de ojo" entre otras cosas, pero eso no es todo, "se pueden quedar donde están todo el tiempo que quieran, no les vamos a dar ni un peso para que se lo roben".
El presidente de la República miente, Antorcha jamás ha manejado dinero, todas las obras fueron y son ejecutadas por los gobiernos de los estados o municipios. El señor presidente, no ha demostrado que existe corrupción o piquete de ojo como él lo menciona, sólo son palabrerías que sale de su boca para justificar lo que no ha podido hacer en el país con sus proyectos de nación; como el Tren Maya; el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas en Tabasco. Y así se la va a pasar acusando a quienes no coincidan con él.
A los pobres no nos queda de otra que seguir organizándonos y seguir manifestando las inconformidades de millones de personas humildes que no tienen que comer y quieran una vida digna y de paz. Hay que convencer a los pobres de este país para que en las próximas elecciones voten hacia un candidato que realmente vele por su interés.
El voto debe ser masivo para sacar del Congreso de la Unión a Morena, esos diputados que están allí solamente cuidando los intereses de López Obrador, claro, si queremos que se respete la ley y la democracia. Llamo a mis hermanos yucatecos a entender la necesidad de unirnos para conquistar por la vía del voto el poder de la nación y restaurar el pleno respeto a la democracia, recomponer la división de poderes y enderezar el rumbo de la economía hacia un verdadero crecimiento y desarrollo para beneficio de todos.
En México, es común ver a los gobiernos tratar a los luchadores sociales de chantajistas y manipuladores solo por simple hecho de no coincidir con sus ideas. A los pobres les condiciona su apoyo y los maltrata no los ayuda cuando más lo necesitan. Si realmente queremos que esto cambie para bien y que realmente se garantice mejoras para nuestro país es necesario que todos hagan un frente común para sacar al mal gobierno que solo se dedica a defender a su partido, está en nuestras manos hacer que cambie este problema que nos está hundiendo. La única herramienta para los pobres es la unión y organización para la defensa del pueblo.
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