Ningún fenómeno es igual a otro, ni siquiera a sí mismo, pues está cambiando constantemente para convertirse en otra cosa distinta a lo que era.Bajo esta lógica, las dictaduras y tiranías que han existido comparten rasgos comunes, pero también grandes diferencias simplemente por haber ocurrido en diferentes tiempos y espacios geográficos distintos.
En ese sentido no fue igual la tiranía de Giges de Lidia, de Pisístrato de
Atenas o de Critias cabeza de los treinta tiranos de Atenas en la Grecia antigua; o bien, en épocas más cercanas a nosotros: Francisco Franco, en España, o Augusto Somoza en Nicaragua, Jorge Rafael Videla en Argentina y, sin ir más lejos, el ejemplo más conocido para nosotros que es el de Porfirio Diaz.Estos solo son algunos ejemplos reconocidos como dictadores.
En cada uno de estos regímenes ha habido rasgos comunes y diferencias claramente notables.Los rasgos de las tiranías y/o dictaduras son variables y algunos de ellos, a veces, predominan más que otros, pero podemos enumerar algunos comunes y esenciales: detentación del poder por una elite gobernante independientemente de la forma que haya usado para llegar a tenerlo, su resistencia a abandonarlo y su intención de perpetuarse en él; la arbitrariedad para imponer su visión de las cosas y someter a sus enemigos; la supresión o manipulación de las elecciones; la censura de los medios; la traba, persecución y eliminación de otros grupos o partidos políticos, considerados como oposición.
Si analizamos y comparamos lo anterior con lo que está ocurriendo en México, con la tan cacareada 4T, tenemos que observar lo siguiente: el poder, el verdadero poder está concentrado en un pequeño grupo de individuos a cuya cabeza aparece, como figura preponderante, Andrés Manuel López Obrador, aun cuando todos sabemos que no es el único, pues también están: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Alfonso Romo, Ricardo Monreal, Yeidckol Polevnsky, etc, solo por mencionar algunos; es decir la cúpula central, la élite de los morenistas existe y son los que toman las decisiones (aun con las diferencias internas que puedan tener) más trascendentes y detentan el poder.
La forma de ejercer el poder de este grupo, independientemente de la forma en que lo disfrace, es arbitraria, muchas de las políticas públicas son concebidas, sugeridas e impuestas por la visión y el capricho de Andrés Manuel López Obrador, ante cuya voluntad no valen objeciones de ningún tipo, se hace solo su santa voluntad y nada más.En lo anterior no importa si las decisiones se disfrazan de consultas populares o se acuerdan en la cámara de diputados, como iniciativas sugeridas y mandadas para su aprobación por este "poder" controlado, sometido y sumiso al presidente de la república y es evidente que su ejemplo permea hacia todos los morenistas que se comportan de la misma manera imponiendo también de esta forma su capricho.
Las dictaduras también suprimen o manipulan las elecciones y en el caso de la 4T resulta claro que es eso lo que se pretende con los apoyos que se están dando a los adultos mayores, a los ninis, con las becas Benito Juárez etc.todo está proyectado para que dichos apoyos se conviertan en votos en la próxima elección del 2021 y en la del 2024.Toda la cancelación de programas y "ahorro" de recursos, que significan millones de pesos, se están empleando y se van a emplear para la compra de dichos votos.Se trata pues de una manipulación calculada y descarada de la democracia moderna.
La censura, el ataque, la represión hacia los medios de comunicación tampoco requieren mucho esfuerzo para notarlos, los podemos ver y oír a diario en contra de muchos medios, entre ellos el periódico Reforma, El Universal, la revista Nexos, o con periodistas reconocidos como Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo (Brozo), también solo por mencionar algunos.
La mafia, la élite de la 4T, tiene claro que necesita, que requiere, eliminar a sus adversarios políticos sobre todo a aquellos que no controlan o no se someten a su visión y a sus caprichos y que pueden de manera seria arrebatarles el poder.Por eso atacan al Movimiento Antorchista Nacional (a lo largo y ancho del país, acusándolo de todo lo que se les ocurre), al PAN, al PRI y a cualquiera que consideran que es un peligro político.
Los rasgos de las dictaduras los estamos viendo en México; los chairos y morenistas lo saben, pero hacen que no se den cuenta e incluso es probable que hasta aplaudan lo que está ocurriendo.Ignoran, no saben que, en caso de seguir esta dictadura disfrazada de democracia, el costo social y económico será altísimo y lo tendremos que pagar todos, incluidos ellos mismos, pues las dictaduras no perdonan la mínima disidencia, incluidos hasta las de sus propios simpatizantes.Es urgente y necesario tomar conciencia de lo anterior antes de que sea demasiado tarde, después de nada vale estarse lamentando.Urge la unidad nacional entre todas las fuerzas progresistas y democráticas del país, si no lo hacemos, sufriremos por muchos años, una dictadura disfrazada de democracia.
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