La Educación, como un proceso para perpetuar la cultura y los conocimientos de la humanidad, en su unión dialéctica con la práctica social y profesional, se profundiza la práctica en el mundo laboral y social. Esta acción no debe ser tarea únicamente de las instituciones educativas, sino de aquellos que, en su conjunto, se llaman sociedad.
De esto se desprende la teoría más acertada: el crear formas y métodos suficientemente ambiciosos y objetivos para lograr una educación de calidad, tan mutable como mutables son las formaciones sociales. Dentro de una institución educativa, la proyección curricular es sinónimo de su concepción de educación. Para términos generales la forma en que se provee la educación al pueblo es sinónimo de la concepción de un Estado.
Esto debería ser más que entendido por las autoridades educativas y estatales, ya que, para brindar una educación de calidad al pueblo deberá, primeramente, proyectarse cuáles son las necesidades y condiciones del pueblo a educar. En nuestro país, esto no solo no aplica, sino que es un sueño que, de llamarse guajiro sería demasiado.
En un país en dónde la mayoría de los padres de familia necesitan laborar prácticamente todo el día para llevar comida a la mesa, la necesidad de un centro en dónde se atienda a los estudiantes en tiempo completo se vuelve fundamental.
“Se me hacía atractiva porque los jóvenes podían comer ahí, los muchachos hacían su primera y tal vez única comida del día en las escuelas, yo no puedo ir por mis hijos porque trabajo”. Son algunos de los argumentos de padres de familia preocupados por la desaparición de las escuelas de tiempo completo, una embestida más por parte de la 4T contra la educación en México y su pueblo.
Una nota del 4 de marzo del presente año en El Universal anuncia la decisión del Gobierno de la Cuarta Transformación de eliminar el Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) de la SEP, que afectará a 3.6 millones de niños y adolescentes del país, la mayoría indígenas que viven en zonas rurales y urbanas, cuyos padres y madres tienen que trabajar como jornaleros, en artesanía, vendedores informales, trabajo doméstico y otras actividades.
El cierre de las escuelas de tiempo completo preocupa a la población en general ¿Quiénes son los principales afectados con esta decisión? Nuevamente los más pobres, aquellos que encontraban en las escuelas de tiempo completo no solo un medio de Educación de calidad, sino también un bastión importantísimo de la educación social y para el apoyo a la economía familiar.
Ante esto, la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, señaló está acción como necesaria. A lo cual queremos hacerle dos señalamientos, si es que alcanzamos con nuestro pobre intelecto, los dinteles del conocimiento elevado que posee la maestra. En primer lugar ¿No es prioritario, en todo momento, que la educación sea, por encima de muchos otros elementos el primer eslabón para la construcción de una sociedad mejor?, lo que usted dice promover.
Y, en segundo lugar, si es cierto que el destino del recurso dado a las escuelas de tiempo completo, ahora se dirigirá a solventar las necesidades contemporáneas de la comunidad estudiantil como agua potable, luz ¿Dónde está el plan?, ¿Cómo se estructuró?, ¿En manos de quién estará el equipar a las escuelas de estos elementos tan necesarios?, ¿Por qué entonces se ignora la voz de los cientos de jóvenes estudiantes que exigen eso, lo que usted dice ahora promover?
A la maestra, parece, se le ha olvidado que se debe al pueblo, este con el que busca simpatía en su carrera política y cede ante la necesidad de la perpetuidad del mando de la 4T. Pero aquí, se quedan los pobres, padeciendo estas decisiones unilaterales que laceran a los más humildes.
Desde Chiapas, lanzamos un llamado enérgico a las autoridades correspondientes para que se atiendan las necesidades estudiantiles, recuerden que pensar en la educación es pensar en el México del mañana, este al que dicen proteger y representar. Si así es el discurso, ahora les toca ser consecuentes con el labio propio y si no, recuerden que hay una máxima en la protesta de todo profesionista, la demanda del pueblo y ante esta, ningún tribunal es superior ¡Qué el pueblo os lo demandé!
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