Las erradas políticas asistencialistas, así como las falsas promesas y las reiteradas mentiras mañaneras del presidente, López Obrador, de nada han servido para solucionar las crisis actuales que viven los mexicanos. Los efectos de la inacción del Gobierno morenista son preocupantes, porque sus indicadores son negativos, a pesar de que, reiteradamente, pretende disfrazar estas cifras con sus “otros datos”.
Por los pésimos resultados del sexenio actual, a pocos meses de que acabe, las difíciles condiciones de marginación, vulnerabilidad e inseguridad en que vive el pueblo trabajador, el alarmante aumento de la pobreza, revelado en el último reporte del Coneval, además de la corrupción que impera en el Gobierno del cambio (igual o peor que en las administraciones anteriores): por todo eso, el presidente ha quedado en deuda con el pueblo de México.
López Obrador y su autollamada “cuarta transformación” suma promesas incumplidas, un deficiente sistema de salud, una endeble calidad educativa, la inseguridad imperante y una población sumida en la pobreza, cada vez más dependiente y condicionada por los apoyos asistencialistas del Gobierno.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2024 observamos que ya en el último año del gobierno de López Obrador, los retos principales de la administración siguen siendo el crecimiento económico, garantizar la seguridad pública y mejorar la calidad de vida de los mexicanos, principalmente de los más pobres.
Por los pésimos resultados del sexenio actual, a pocos meses de que acabe, la pobreza y la corrupción que impera en el Gobierno del cambio: por todo eso y más, el presidente ha quedado en deuda con el pueblo de México.
Con base en el desempeño y los pésimos resultados del Gobierno de López Obrador, hay certeza de que sin un crecimiento económico y sin la generación de mayores recursos productivos, las promesas políticas y los buenos deseos no pueden transformarse en hechos concretos; sin estos no puede haber bienestar ni una mejor calidad de vida para el pueblo.
Las condiciones y la calidad de vida de los ciudadanos son un indicador real y concreto que sirve para comparar la gestión de López Obrador en relación con los deficientes resultados de sus políticas públicas, programas sociales y proyectos prioritarios; entre otros factores, que han ocasionado la notable disminución de la actividad económica del país y que, como consecuencia de ello, han sumido en la miseria y pobreza al pueblo trabajador.
Los efectos negativos de las erróneas políticas públicas implementadas por el Gobierno morenista son vividas por miles de familias mexicanas que experimentan en carne propia día a día las carencias de alimentación, vivienda, servicios de salud y baja calidad educativa. Ello, aunado a la falta de empleos y los escasos salarios que se perciben, no da para satisfacer necesidades básicas.
Para no perdernos en falsos discursos, sobre todo en el próximo año electoral, debemos fijarnos en los hechos. Un verdadero gobierno popular debe demostrar sus resultados con una fuerte inversión pública para la generación de empleos suficientes y buenos salarios, y para ello, ni siquiera se necesita modificar la ley; sólo aplicarla en beneficio del pueblo.
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