De acuerdo con la teoría democrática liberal que rige en nuestro país, debería existir una delimitación clara y precisa de las funciones y responsabilidades de cada uno de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Pero en los hechos, lo que ocurre en nuestro país es totalmente diferente. Los Diputados que pertenecen al poder Legislativo y que son electos por el pueblo para defender los intereses de ese mismo pueblo que los eligió y deberían servir de contrapeso al poder presidencial, lo que han hecho es someterse de manera irrestricta a la voluntad del Ejecutivo y lo están pregonado a gritos sin el mínimo rubor.
Uno de los últimos hechos que respaldan mi afirmación es la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año 2021 (que no olvidemos es dinero de todos los mexicanos) en la que no aceptaron prácticamente ninguna modificación a los deseos del presidente, para quien es prioridad es este momento de crisis económica, pandemia y violencia en nuestro país, obras faraónicas poco rentables como el Tren Maya al que le incrementaron el mil 302 por ciento de presupuesto, la refinería Dos Bocas o el aeropuerto de Santa Lucía, cuyo incremento es del 283 por ciento, esto sin contar que en vísperas de las próximas elecciones también es imprescindible para nuestro presidente contar con recursos para los apoyos directos con los que se pretenden comprar conciencias, para lo que le quitaron al INE y al Tribunal Electoral dos mil millones de pesos.
Todo esto a costa de dejar por tercer año consecutivo a la gran mayoría de los mexicanos en peores condiciones de pobreza y de marginación de las que ya existían, porque si bien es cierto que nuestro país nunca ha sido modelo de prosperidad a pesar de ser uno de los que produce más riqueza en el mundo, ésta siempre ha tenido una distribución inequitativa. Pero ahora con el nuevo gobierno de la 4T que prometió apoyar a los pobres lo que está haciendo es hundirlos más en la pobreza dejándolos sin los mínimos apoyos que recibían en el pasado, que ya de por sí eran muy pocos. Y en estos momentos que se podrían etiquetar recursos que ayuden a la desesperada situación de la inmensa mayoría, lo que podemos observar sólo son recortes y malas decisiones. Pongo breves ejemplos: en salud, en lugar de contemplar recursos para la vacuna contra la covid-19, prefiere aplicar la "inmunidad de rebaño” y que se muera quien se tenga que morir, ¿quiénes cree usted estimado lector que serán esos casos?, en este mismo sentido hay escases de otras vacunas, como la del papiloma humano o la de la Tuberculosis de la cual se adquirían 1 millón 400 mil vacunas y ahora sólo se podrán comprar 80 mil, tampoco etiquetaran recursos para hospitales o equipamiento, en este momento en que todo el mundo debería invertir en la salud por la pandemia que no se ha querido controlar. En el apoyo al campo recortaron el 45 por ciento, no habrá apoyo en semilla y fertilizantes. A pesar de haber alrededor de 20 millones de empleos perdidos, no se está pensando en la recuperación económica, por el contrario, se están haciendo severos recortes a municipios y estados, no habrá obras y servicios; en infraestructura carretera sólo se están etiquetando ocho proyectos, se desapareció el Fonden y los compatriotas de Tabasco no podrán recibir apoyo efectivo, pero los tabasqueños no serán los únicos que sufran por desastres naturales; en educación recortarán el 33 por ciento de lo destinado a estrategias, el 24 por ciento destinado a becas y el cinco por ciento menos en infraestructura.
Es un Proyecto de Egresos con carácter claramente electorero, donde se privilegian programas de ayuda directa para comprar conciencias, por lo que asignan 469 mil 795 millones de pesos a este rubro y no es que me oponga a que se ayude a algunos sectores de la población necesitados, pero se deja ver claramente que la preocupación de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, no es el bienestar del pueblo mexicano sino las próximas elecciones. Y en esta confabulación juegan un importantísimo papel los Diputados de Morena que se han dedicado a servir fielmente al amo que creen que los puso es ese lugar de poder y dan la espalda al pueblo que fue el que los puso en ese lugar.
Pero el pueblo de México aún está a tiempo de darle otro rumbo al país, tenemos la inmejorable oportunidad en las elecciones de 2021 de no permitir que la Cámara de Diputados vuelva a quedar compuesta mayoritariamente a favor de los farsantes de Morena, que engañaron al pueblo diciéndole que ahora sí iba a mejorar y llevamos más de dos años empeorando constantemente. El pueblo trabajador que es el que sufre en carne propia las consecuencias de estas arbitrariedades debe abrir los ojos y no dejarse llevar por falsas promesas, unirse a sus hermanos trabajadores y crear una fuerza nacional que impida con su voto que nos vuelvan a engañar, y que organizados podamos crear una patria más justa y equitativa. La solución está en nuestras manos, no permitamos que nos sea arrebatada.
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