El 2025 inició y, con él, el presupuesto para el ejercicio fiscal para así tener el “Renacimiento Maya” del nuevo gobierno estatal que encabeza Joaquín Díaz Mena, que asciende a un monto de 62 mil 783 millones de pesos, mismo que representa un incremento de mil 968 millones de pesos respecto al de 2024.
Aunque el presupuesto contempla aumentos para las diversas dependencias que van desde salud hasta educación, a fin de mejorar las condiciones de vida de los yucatecos.
Si con el presupuesto 2025 no se ataca la pobreza, los yucatecos seguirán enfrentando un panorama sombrío.
Pero, para los yucatecos, nuevamente, no inició bien su año, porque aún viven con carencias, en casas construidas con materiales endebles, sin calles pavimentadas, servicios y obras públicas, por mencionar algunas. Aunque en teoría esto abarcará en presupuesto, se ve lejos que esto se cumpla, y no sólo por las constantes promesas que diversos gobiernos han hecho para resarcir esta situación, sino que, ante tanto rezago, es imposible abatirlo en un año, sobre todo si no se tiene un plan claro.
Pareciera que, con el incremento al presupuesto, la situación cambiará para los yucatecos, cambiando su situación de olvido, que por años los han metido así las diversas administraciones que han pasado por el poder.
A pesar de darle foco a obras como el Tren Maya, que se prometió sería para el disfrute y beneficio del pueblo, no se ven los resultados de esa obra que tanta publicidad se le dio y que hoy es el mismo pueblo quien no la usa. U obras que “ayuden” a la economía local como la construcción de puentes como el de Progreso e incluso obras como la remodelación de la Plaza Grande de Mérida, el parque de La Plancha o la remodelación del parque Henry Marti.
Estas obras ayudan poco si la carencia principal de las familias es el acceso a una vivienda digna, agua potable, pavimentación de calles, mejores condiciones de salud, educación de calidad, por mencionar algunas, que son las que en verdad se les debe atacar y erradicar.
Llama la atención que las dependencias que incrementan sustancialmente su presupuesto son precisamente aquellas que tienen que ver con el impulso y la modernización de la infraestructura de Puerto Progreso como punto neurálgico para el comercio, y uno de los ejes principales del plan de conexión multimodal que integrará al estado en un circuito logístico a través de la conexión del Tren Maya y el Tren Transístmico.
Sin ver el desarrollo del sur de Mérida, donde colonias irregulares no se les ve movimiento, están estáticas y con casas de madera, construidas con las propias manos de quienes las habitan, sin calles pavimentadas, luz eléctrica y agua potable, corriendo el riesgo de que el día de mañana ocurra un accidente no deseado por los materiales que se usaron para construir los hogares.
Y no debemos dejar de lado a municipios que son declarados como los más pobres. Los mayores focos rojos son 47 localidades urbanas donde el 80 % o más de la población padecen de pobreza.
Además de los cinco mencionados, figuran Opichén, Santa Elena, Dzan, Mama, Chumayel, Teabo, Mayapán, Huhí, Kantunil, Tekal, Tunkás, Sotuta, Yaxcabá, Tixcacaltuyub, Tixméhuac, Tahdziú, Chacsinkín, Tzucacab, Chikindzonot, Tixcacalcupul y otras, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Si con el presupuesto 2025 no se contempla abatir las carencias o pobreza que aún hay en el estado, se avizora un año sombrío para los yucatecos.
Por ello, en ese sentido, los llamo a que se unan, se organicen y luchen por una mejor vida, porque demostrado está que no importa qué color de partido gobierne, si no se ve en serio por el bienestar de los que más sufren y viven al día, la situación no cambiará.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario