La descomposición del gobierno de Morena y la "Cuarta Transformación” (4T), presidido por Andrés Manuel López Obrador, es irremediable. Al desastre económico, sanitario, político y administrativo que vive el país, se suma ahora el manejo inmundo de la vacuna contra la covid-19, exhibiendo mentiras, simulaciones, que reflejan bien a las claras la catadura moral de quienes están gobernando. Y en ese equipo de gobierno no se salva nadie. Todos han dejado el barco a la deriva, preocupándose unos por pescar candidaturas para las próximas elecciones y otros por saquear las riquezas del país, robando a manos llenas los recursos del erario nacional. Pero de las vacunas nadie se ocupa. Ni los diputados ni los senadores de Morena han hecho nada. Y, mientras tanto, al día 30 de enero los infectados ya alcanzaron la escalofriante cifra de 1 millón 857 mil 230 gentes, mientras que el número de fallecidos ha llegado en cifras oficiales a 158 mil 74 personas. En las últimas 24 horas se sumaron 15 mil 337 ciudadanos.
Tuvieron que enfermar al presidente AMLO para desviar la atención de la opinión pública nacional, y ocultar que no han contratado la adquisición de vacunas para enfrentar la pandemia que está descontrolada.
Y el gobierno de la 4T no puede argumentar que la vacuna no existe, cuando a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, el seguimiento mundial que se le está dando a la creación de la vacuna es en tiempo real, al momento.
Pero vayamos por partes.
Desde el inicio de la pandemia, AMLO y su gobierno decidieron sacrificar al pueblo de México, negándose a implementar un plan estratégico destinado a detener los contagios. Fue así que en lugar de cerrar los aeropuertos al tráfico aéreo proveniente de países que se sabía presentaban miles de casos de covid-19, ofreció los aeropuertos internacionales del país para que sirvieran de puente aéreo para ingresar a los Estados Unidos. Nunca se preocuparon por establecer filtros en los aeropuertos, para detectar a los posibles infectados y ponerlos en cuarentena. Mientras tanto, el virus ingresaba al país por todos lados. Así empezó la tragedia del pueblo de México. Es necesario recordarlo y puntualizarlo, porque los responsables de la tragedia que hoy se vive y que se traduce en casi dos millones de infectados y más de 150 mil muertos tienen nombre y apellido: Andrés Manuel López Obrador y todo su gabinete de la 4T-Morena.
Ya con la covid-19 instalado y desarrollándose en el país, el presidente minimizó la gravedad de la pandemia, orientando a la ciudadanía en sus mañaneras a hacer lo contrario de lo que recomendaban los organismos internacionales que le estaban dando seguimiento al coronavirus, como la Organización Mundial de la Salud. ¡Salgan a la calle, abrácense, bésense, no pasa nada! Esas fueron las recomendaciones de AMLO. Y puso el ejemplo no usando cubre bocas e iniciando una gira por el país para hacer campaña en favor de Morena.
Pero la crueldad del gobierno de la 4T se refleja aún más en la recomendación hecha a todos los infectados: si te sientes mal, quédate en casa. Cuando la indicación debía ser la contraria: al primer síntoma, acudir a los a los hospitales habilitados para el caso, para ser atendidos inmediatamente. Y complementar esto, con el equipamiento de todo el sector salud con medicinas para la atención de los pacientes. La localización de los infectados se hubiera hecho a tiempo con las pruebas que se le recomendaron al gobierno que aplicara. Pero ni equiparon a los hospitales con medicamentos ni aplicaron las pruebas como era lo correcto. Dejaron que la gente muriera por la falta de medicamentos. Bueno, sí hay un caso de atención oportuna y completa en un hospital público, que recientemente dieron a conocer los medios: nos enteramos de que el ciudadano Carlos Slim, el hombre más rico de México, acude para sus análisis clínicos, monitoreo y tratamiento oportuno al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde lo atendieron y salvaron ¡de la covid-19! ¡El hombre más rico de México es atendido en un hospital público pagado con los impuestos de todos los trabajadores mexicanos!
Suma y sigue: pudiendo destinar recursos económicos para desarrollar la vacuna en el país a través de los centros de investigación científica nacionales como la UNAM y el IPN, eliminaron los fideicomisos, eliminando el presupuesto destinado para ello. A la vista de lo que se nos venía encima, ¡cancelaron los recursos destinados a la investigación científica!
Por último, sabedores de la creación de la vacuna en otras partes del mundo, el gobierno de la 4T se comportó de manera criminal, irracional, totalmente indiferente ante el sufrimiento de miles de familias mexicanas que han perdido a sus seres queridos, que están quedando en la ruina al gastarse todo lo que tienen para curar a sus enfermos de coronavirus, que en este momento están viviendo la tragedia de ver a sus familiares enfermos y que saben que van a morir. No contrataron la adquisición de la vacuna. Simularon su compra, pero no compraron nada. Y las vacunas de prueba que les mandaron las utilizaron para vacunar ¡a los siervos de la nación! No cabe duda de que la 4T se supera cada día a sí misma en su forma truculenta de actuar.
Ante la denuncia pública por la falta de vacunas y la irritación popular por el engaño de la 4T, a los estrategas de palacio no les quedó de otra más que enfermar al presidente.
El pueblo de México debe despertar y decidirse de una vez por todas a sacudirse a este gobierno inútil, corrupto, insensible y criminal, haciendo uso de su voto y castigando en las urnas a Morena en las elecciones que se avecinan. En este 2021, Morena tiene que ser derrotada.
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