De acuerdo con una consulta promovida por la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana (SPPC) del gobierno de Jalisco, en la que participaron 654 mil personas, la sequía es una de las principales preocupaciones de los jaliscienses, incluso más que la inseguridad.
Según los datos del Monitor de Sequía de México, la sequía afecta a la mayoría de los municipios del estado, generando escasez de agua y afectando a la agricultura, la ganadería y la salud pública. Un alto porcentaje de los municipios de Jalisco, el 84.8 %, se encuentra en alguna categoría de sequía, desde anormalmente seco hasta extrema.
La sequía afecta a todos los sectores de la sociedad, mientras que la inseguridad puede afectar principalmente a ciertas zonas o a ciertos grupos de personas.
Los municipios más afectados por la sequía son los de la zona norte y de Los Altos de Jalisco, entre ellos: Colotlán, Huejúcar, Arandas, Lagos de Moreno, Ojuelos, San Julián, San Diego de Alejandría, San Juan de los Lagos, Santa María de los Ángeles y Unión de San Antonio.
Cabe destacar que la Universidad de Guadalajara (UdeG) detectó diecisiete empresas acaparadoras de agua en Los Altos. Estas diecisiete empresas tienen concesionado un volumen de agua subterránea mayor al volumen concesionado de fuentes superficiales y subterráneas para uso público urbano en estos diecisiete municipios, o sea, esas diecisiete empresas tienen mayor agua concesionada que una población mayor a 700 mil habitantes. En medio de la escasez de agua hay un fenómeno importante de acaparamiento de derechos de uso de agua.
Investigadores de la UdeG documentan que la sequía causa pérdidas en los cultivos, afectando la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. La falta de agua y pasto genera pérdidas en la producción de leche y carne, así como en el bienestar animal. Es decir, la sequía puede generar pérdidas económicas en diversos sectores, como la agricultura, la ganadería, pero también el turismo y el comercio.
Asimismo, la sequía puede generar graves problemas de salud debido a la escasez de agua potable, la contaminación de fuentes hídricas y la falta de higiene. La Secretaría de Salud federal revela que Jalisco es líder nacional en daños por calor. En la temporada de calor de este año, Jalisco ha acumulado un total de 61 casos de daños a la salud por temperaturas naturales extremas.
Es por eso que, aunque la inseguridad es una preocupación importante para los jaliscienses, la sequía les preocupa más, ya que tiene un impacto más directo y visible en la vida cotidiana de la población. La sequía afecta a todos los sectores de la sociedad, mientras que la inseguridad puede afectar principalmente a ciertas zonas o a ciertos grupos de personas.
La sequía en Jalisco exige medidas urgentes que resuelvan a fondo la escasez de agua. De nada sirve entregar un poco de dinero a unas cuantas personas a través de las tarjetitas de Bienestar del gobierno de la Cuarta Transformación.
El Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco estima que para resolver el problema del agua en Jalisco se requiere una inversión considerable. Tan sólo para la red de distribución de agua en Guadalajara se necesitan 8 mil millones de pesos (mdp) para su renovación.
Además, se estima que para el Área Metropolitana de Guadalajara se necesitan 72 mil mdp para solucionar los problemas de inundaciones y socavones en los próximos nueve años, provocados por fugas de agua.
Como siempre, los más afectados por la emergencia climática son los hogares humildes y se pone en riesgo la vida de millones de mexicanos que no tienen acceso al derecho constitucional y humano de disfrutar agua limpia y saludable.
Por lo tanto, frente a esta realidad, el pueblo de México debe elevar su inconformidad y denunciar la inacción del gobierno federal, así como de sus gobiernos estatales y municipales.
Pero, sobre todo, el pueblo trabajador debe conocer a fondo las causas de todas las calamidades que lo azotan. Las sequías que provocan la escasez del vital líquido en México y el mundo son parte de una crisis climática que está siendo provocada por el modelo económico neoliberal, la expresión más brutal del capitalismo por su hambre de acumular más y más riqueza a costa de destruir el medio ambiente.
La verdadera alternativa está en que los trabajadores tomen el poder político de la nación, pero para tal fin es urgente que se eduquen y organicen. En tanto esta honrosa tarea no se lleve a cabo, a pesar de las denuncias y la inconformidad, los gobernantes en turno seguirán desentendiéndose de su obligación de garantizar el acceso al agua y de todos los demás derechos.
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