MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Salir a exigir y gritar las verdades

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Todos los que militamos en Antorcha sabemos de las necesidades y carencias en las que viven los mexicanos, y tratando de ayudar a que esto se mitigue, hemos denunciado el mal accionar de las autoridades. Producto de esto, somos conscientes de la ferocidad con la que el Gobierno federal e incluso estado y municipios, han atacado a nuestra querida organización, al difamar y engañar cuando tienen oportunidad, con un sinfín de apelativos que jamás han sustentado con pruebas.

A pesar de todo, el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) ha sostenido y sigue sosteniendo que el principal problema de todos los males en nuestro país es la pobreza, ya que de esta se derivan graves resultados como la delincuencia, drogadicción, violencia, inseguridad, corrupción, entre otros problemas sociales que están a la orden del día y que, por supuesto, afligen siempre a los que menos tienen.

Desde su nacimiento, nuestra organización se ha planteado la tarea de educar y organizar al pueblo trabajador, con el objetivo de hacerlo llegar a un conocimiento más amplio de su trabajo y las condiciones en las que vive.

Bajo todas estas nuevas circunstancias que se han creado, es como van a desarrollarse las nuevas generaciones, creyendo que todo esto es normal.

A esto hay que sumar la falta de oportunidades que existe para continuar con los estudios en grados mayores como la universidad; la oportunidad de elevar los salarios y ascender en el trabajo, y el acelerado número de pobres que cada año aumenta, así como la falta de empleos con salarios bien remunerados.

Contra todo y contra todos, nuestra organización no ha guardado silencio, recurriendo a la denuncia pública y mediática para hacer llegar la verdad a quienes nos dicen que estamos bien, que el pueblo ahora está “feliz, feliz”, pero cuya información no se sustenta con hechos.

Para comprobar lo que aquí decimos solo basta ir a las colonias populares y darnos cuenta de la situación por la que se atraviesan.

Aun así, los ataques que recibimos por decir la verdad no nos intimidan ni nos espantan, porque estamos seguros de que el trabajo realizado bajo toda legalidad nos respalda. Tampoco nos acobarda continuar con nuestra lucha, muy por el contrario, estamos seguros de la necesidad y la legitimidad del trabajo que realizamos.

Desde su nacimiento, nuestra organización social se ha planteado la tarea de educar y organizar al pueblo trabajador, con el objetivo de hacerlo llegar a un conocimiento más amplio de su trabajo y las condiciones en las que vive, para sacarlo de su ignorancia política y hacerlo partícipe, algo muy necesario e indispensable, pero que está lejos de las manos de quienes realmente sufren las consecuencias de las políticas fallidas de los Gobiernos. 

Una vez entendido todo esto, formaremos una fuerza capaz de ser escuchada y resolver las demandas tan necesarias para el pueblo de México.

Nuestra labor lleva ya 50 años de existencia. En esta tarea hemos visitado pueblo por pueblo, colonias, ciudades y hemos realizado la creación de escuelas con maestros preocupados por atender a los hijos de los trabajadores, en las que se fomenta e impulsa el arte y la cultura como una forma de educación, porque es siempre el pueblo quien sufre por no poder disfrutar, ni poder pagar por este entretenimiento que los ayude a elevar su espíritu.

La fuerza con la que ahora cuenta el Movimiento Antorchista ha logrado resolver en gran medida las demandas importantes en el país, como la entrega de apoyos alimenticios, material para vivienda, creación de escuelas, parques, servicios básicos, regularización de colonias, entre otros.

Sin embargo, estos logros, lamentablemente, no han beneficiado a toda la población; siguen siendo insuficientes para que salgan de la pobreza en todos los estados de la república mexicana.

Los antorchistas tenemos la firme seguridad de que México puede tener una vida mejor para todos sus habitantes.

Por otra parte, la pobreza ya no debe ser una de las mayores limitaciones para el desarrollo del país. Pero esto sólo se puede lograr con unidad, fraternidad y lucha como base sólida para alcanzar este propósito.

Para eso, los Gobiernos en todos los niveles deben trabajar de la mano con su población; acabar con la pobreza conllevaría disminuir los problemas sociales que tanto lastiman a nuestro país.

Nuestro trabajo como organización es arduo y vasto, así como nuestras esperanzas para que la situación de pobreza cambie.

Por eso, se vuelve más necesario que en estas condiciones continuemos organizados y unidos para exigir que se cumplan las promesas de los gobiernos. Hoy, más que nunca, hay que salir a exigir y gritar las verdades.

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