MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Regresar el teatro al pueblo

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El teatro, que nació, según los estudiosos del tema, de las fiestas en honor al popular Dios griego Dionisos, durante las cuales el pueblo daba rienda suelta a las manifestaciones desenfrenadas de sus sentimientos y frustraciones, propios de su situación de clase dominada durante el esclavismo, y que siempre eran rematadas con una representación especial de los más hábiles danzantes y exponentes de los sentimientos populares en la escena frente a miles de espectadores que tomaban asiento en semicírculo alrededor de ésta, y durante las cuales se representaba alguna obra dramática, fuera en forma de tragedia o de comedia, pero siempre, todas ellas con un contenido pedagógico, fundamentalmente de índole político, para orientar y educar a las masas, al “demos”.

       Con el desarrollo histórico, y el arribo al poder la clase terrateniente durante el feudalismo, en la que la iglesia tomó en sus manos las más amplias y diversas áreas de influencia y poder, como el de la educación, también se utilizó el teatro como vehículo de  información, entendida ésta como la imposición de formas, para inculcar en al pueblo una visión de la vida en general y de la política en particular, acorde a los intereses de la clase dominante, a través de la representación de obras teatrales, hechas exprofeso, en los atrios de las iglesias e incluso en el interior de los templos. No podía ser diferente con la llegada de la burguesía al poder económico primero y político después, otra clase dominante que, aunque pequeña en número, agigantó su dominio sobre el “demos”apoyándose en la apropiación de fuerzas productivas de toda la sociedad y la naturaleza como la cooperación, el vapor, la electricidad, etc,., que son en realidad propiedad de todos los seres humanos pero que utiliza en su provecho y las cuales depreda constantemente sin poder detenerse en su irracional sed insaciable de ganancia, determinada como está por su naturaleza objetiva, económica, ya que al ser el capital valor que se revaloriza gracias al trabajo vivo de los productores directos, al acrecentarse el capital constante invertido en medios de producción (máquinas, materias primas, inmuebles, etc,),  que  transfieren parte del valor que poseenellas mismas como productos del trabajo humano que son, a la nueva mercancía, pero sin producir uno nuevo, y al disminuir el capitalvariable invertido en la compra de la fuerza de trabajo la cual al ponerse en marcha productivamente, es la que produce, con su trabajo, el valor nuevo que ha de agregarse al capital invertido inicialmente, haciendo realidad la revalorización que, con arreglo ala ley del rendimiento decreciente, es menor cada vez por ser menor la cantidad de fuerza de trabajo explotada; llevado de la necesidadintrínseca de revalorizarse, se expande sobre nuevos territorios en busca de materias primas, mano de obra barata, y mercados, para seguir acrecentándose y seguir existiendo como capital.

    Por eso el teatro, en esta etapa histórica, además de elitizarse y, por esta vía, alejarse hasta hacerse totalmente ajeno al pueblo, con una escasísima producción existente que lleva, en lo fundamental los mansajes que interesan a la clase dominante sembrar en la mente de los espectadores, escamoteándole al gran público lo mejor de la dramaturgia mundial que encierra valores universales. Pero ahora,con los síntomas de su agotamiento, y la lacerante pobreza generalizada que además de amenazar con paralizar por completo el ciclo natural de la producción, distribución y consumo de los bienes materiales que necesita la sociedad para existir, hace evidente la necesidad que hay de la creación de una sociedad más próspera, más justa, más democrática, más soberana, pero que, sobre todo, reparta de manera más equitativa la riqueza social producida, entre todos los miembros de la sociedad; y ante las expectativas surgidas de la posibilidad de realizar éste sueño acariciado siempre por los verdaderos humanistas que en el mundo han sido, urge regresar elteatro al pueblo como instrumento de comunicación, como vehículo de educación  y como medio de expresión de sus anhelos y realizaciones. Por eso Antorcha Revolucionaria, celebrará los días 24, 25 y 26 de los corrientes, en Texcoco, estado de México, su Encuentro Nacional de Teatro como la puesta en práctica, de manera consecuente, de esta importante tarea cultural, con el pueblo y para el pueblo. Enhorabuena.

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