La indiferencia a las expresiones ciudadanas y sus formas de protesta comienza a ser una patente de corso de gobernantes de PAN, PRI y Morena, partido en el poder, para descalificar o minimizar la enorme inconformidad que se gesta entre la población ante la falta de resultados patentes en sus acciones de gobierno. Es el caso de los integrantes del Movimiento Antorchista Sinaloense, quienes llevan más de 20 días de plantón frente al palacio de gobierno donde despacha el gobernador Quirino Ordaz Coppel que, según las encuestas de diversas casas consultoras, es un mandatario con la aceptación más alta del país, aunque seguramente su desprecio a los sinaloenses más pobres, se dejarán sentir, porque, como lo registra Mitofsky, comienza a perder puntos.
En Culiacán, una de las ciudades más asoladas por la inseguridad, la resistencia civil de un grupo de mexicanos que decide exigir resultados a su gobierno es algo no visto, ya que se trata de uno de los plantones que más tiempo ha durado en la capital sinaloense. En una carpa que demuestra también la modestia de los pobres en lucha, se han mantenido estudiantes, campesinos, amas de casa que reclaman una vida mejor, traducido en programas de vivienda popular, servicios e incluso atención medica de calidad en sus comunidades. Se reconoce el esfuerzo y el ímpetu que han puesto los compañeros antorchistas en la defensa de las demandas de los pobres de Sinaloa.
Hace unos días leí una nota en un medio digital donde declaraba el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, y vertía serias acusaciones en contra del Movimiento Antorchista, a los que reducía a calificativos de chantajistas, entre otras lindezas. Cito al gobernador: "Entonces no tenemos los recursos suficientes para atender y además, los apoyos tienen que estar llegando directo a la gente porque no sabemos si llegan, es decir: están siempre los líderes pidiendo, gestionando y creo que ese tipo de situaciones. Nosotros estamos puestos para ayudarle a la gente pero ya no a través de liderazgos que durante muchos años se beneficiaron más ellos que las propias comunidades, entonces vamos a ir nosotros a dar los apoyos directo a la gente pero no a través de las organizaciones, si ahí están que sigan, a mí no me van a presionar".
He aquí una de las declaraciones más hostiles y que demuestran desconocimiento que tiene el gobernador de la situación actual, es mentira cuando dice que los líderes de Antorcha "se han beneficiado más que las propias comunidades". Quien acusa, está obligado a demostrar con hechos todas las acusaciones en contra del Movimiento Antorchista y de sus dirigentes. Es bien conocido que la actual dirigencia que encabeza Pergentino Girón, líder de todos los antorchistas sinaloenses, es un hombre modesto, que vive entre el pueblo, en un domicilio que no se caracteriza por las ostentación y en donde todos los sinaloenses son recibidos si requieren hablar con el destacado líder. Está claro que en Sinaloa no se apoya a la población y que lo único que hace el gobierno es ir en contra del progreso, hundiendo más a los habitantes en la pobreza y miseria al descalificar a los dirigentes y el movimiento que está haciendo valer los derechos de los sinaloenses más pobres.
En el último informe que presentó el Consejo Nacional de Evaluación, Sinaloa, tomando en cuenta los seis indicadores, acceso a servicios de salud, seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos en la vivienda, rezago educativo y alimentación, al presentar al menos una carencia social el ciudadano queda registrado como población en situación de pobreza es alta, mientras que los que presentan más de tres carencias los define como pobres extremos; estos datos no favorecieron al "Mejor gobernador de México", los resultados arrojaron que poco más del 30 por ciento de los sinaloenses pueden adquirir un producto de la canasta básica, es decir, existen 929 mil personas en esta situación; además, los paliativos que el gobierno federal busca darles a los gobernadores como alternativa para que ya no pidan obras públicas, es claramente una miseria. Según reportes, de los 6 mil 491 programas sociales que tiene el Gobierno Federal, en Sinaloa, no ha impactado en la disminución de la pobreza, pero la carencia de obras como Clínicas de salud, sí que están matando a los pobres. El pueblo sinaloense no se debe dejar engañar por este gobierno que busca desacreditar a una organización aguerrida, para que renuncie a encabezar la exigencia al gobierno estatal a dar resultados para los sinaloenses.
No se requiere mucha ciencia, para acercarse a las afueras de la ciudad capital y observar el gran número de colonias que no cuentan con los servicios indispensables como agua potable, drenaje, pavimentaciones, red de energía eléctrica, ya ni hablar de escuelas o clínicas en servicio para los habitantes de dichas comunidades.
Llevan los antorchistas, como dije al inicio del texto, 23 días de plantón, denunciando la falta de atención por parte del gobernador, manifestando la insensibilidad política que carece, pero sobre todo, denunciando la situación en la que se encuentra el estado, la miseria en la que viven los sinaloenses, esa que no se cambia con discursos grandilocuentes con que el gobernador busca acallar la inconformidad y la voluntad de lucha de los antorchistas sinaloenses.
Por eso, desde Baja California y a nivel nacional, nos solidarizamos con la lucha de los antorchistas sinaloenses y gritamos desde donde inicia la patria, que el gobernador Quirino Ordaz no solo debe de cumplir las demandas de las familias representadas por Antorcha, sino caminar de la mano con el pueblo, conocer qué es lo piensa, qué es lo que necesita, que lo escuche y que cumpla, que haga de Sinaloa un estado de bienestar y no un lugar donde reine la inconformidad. Descalificando a las organizaciones auténticamente populares como el antorchismo, no hablan de una visión de estado.
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