Para tener una vida digna es primordial recibir una paga correcta por los trabajos realizados por cada empleado, pero en Quintana Roo se ha demostrado que es el estado con el salario promedio mensual más bajo de todo el país, ya sea para un trabajador de clase baja o clase alta, el pago que reciben está por debajo del promedio mínimo nacional 

Los problemas de salud acarreados por la pandemia dejaron a muchas familias de la entidad en condiciones precarias económicamente, por la pérdida de empleos y por los bajos salarios que reciben los jefes y jefas de familia responsables de solventar la economía de un hogar, con alimentos y vestimenta, que al final del día el salario vuela y no les alcanza para más, para un gusto o para un medio de transporte más adecuado.

Actualmente, los empleados trabajan en exceso, en explotación laboral, en horas extras que incluso no son pagadas de manera correcta. Las familias quintanarroenses se desviven por trabajar y ganar, y esto es lo que les limita a vivir y gozar una vida plena y libre de problemas de estrés. 

De manera general, se podría decir que en Quintana Roo la crisis económica ha golpeado parejo a todo tipo de trabajadores, tanto a los profesionistas como a quienes viven de un oficio, pero eso no es nada comparado con los 209 mil quintanarroenses que viven con menos de 4 mil 251 pesos mensuales, que equivalen a menos de lo estipulado en el salario mínimo diario, es decir los trabajadores están mal pagados. 

Encuestas hechas por Massive Caller de Carlos Campos Riojas ha colocado a Quintana Roo en el primer lugar de índices de inseguridad-delincuencia, el mayor problema del estado; otro grave problema fue el incumplimiento del próximo a concluir mal gobierno de Carlos Joaquín González, quien hizo muchos compromisos que aún no cumple, entre los que se encuentran empleos, salarios justos, disminución de inseguridad y obra social. 

Esto esclarece, a los ojos de los quintanarroenses, que una vez más acaba un periodo de gobierno al que dieron la confianza para recibir promesas y cero compromisos cumplidos con los que tenían esperanza de mejorar y salir adelante bajo el eslogan de “Más y mejores oportunidades”. 

El Coneval evidenció al mandatario estatal por la falta de acciones para procurar empleos con buena remuneración económica, así como la nula importancia que le dio a los obreros.