MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Quien de esperanzas vive, de hambre muere

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Todo fenómeno de la humanidad tiene una explicación y así como la historia necesita de un punto de partida en el espacio y en el tiempo, las religiones conocidas en la actualidad han concebido la creación del universo y, por ende, la aparición de la humanidad de maneras diferentes y con puntos de inicio distintos. La ciencia ha tratado de dar una explicación materialista a todos estos enigmas para entender la naturaleza, la vida y el universo en el que nos tocó vivir.

En este contexto, las sociedades humanas son de vital importancia en la historia pues su punto de origen sirve para definir su identidad y eso les permite distinguirse de los demás grupos sociales. Al referirse al pasado, en realidad se habla de los acontecimientos presentes ya que se sigue una línea de tiempo predefinida por sus actos realizados en aquel punto del que partieron y son, esos, los que afectan su realidad actual.

Los problemas de los seres humanos no son fenómenos aislados en la historia porque, de manera inevitable, toda causa tiene un efecto y el hombre tiende a repetir los mismos errores que cometió, no aprende de la historia, no ha logrado entender que existe una continuidad creada entre el punto de origen y el presente.

Muchos mexicanos confiaron en las propuestas del cambio que el mesías, llamado Andrés Manuel López Obrador, pregonaba a pecho abierto y dejaba a todos con la esperanza de que lo prometido se haría realidad al llegar a ser presidente. A casi cuatro años de ese acontecimiento histórico, muchos de ellos han comenzado a manifestar su arrepentimiento, las promesas quedaron en eso, solo en promesas. 

Los compromisos de hacer crecer la economía, generar más y mejores empleos, mejorar la calidad en la salud, combatir la corrupción, vender el avión, desmilitarizar al país, no los ha cumplido, ese cambio tan añorado por la gente que ya estaba, y está, harta de la forma que se ha gobernado históricamente, aún no ha llegado.

Los que integran la famosa y tan venerada 4T no han logrado una verdadera transformación social, ninguno de ellos se da cuenta del papel histórico que les tocó desempeñar y, lo peor de todo, que a ninguno de ellos le ha caído el veinte del sentido real de su participación en el proceso que ellos dicen dirigir, ni siquiera el protagonista principal de esta novela, se ha dado cuenta que la interpretación de su papel estelar, no esta a la altura del proceso histórico que le está tocando vivir a México, para variar, él es el mas obsesionado con que todos estamos viviendo casi casi sobre nubes de algodón, nos vendieron gato por liebre. ¿Qué hay de todo eso que se prometió a los mexicanos?

En lo que corresponde a la corrupción nada ha cambiado, al contrario, se agravó más, vemos un día sí y otro también, como funcionarios de alto nivel y de su gabinete están involucrados en escándalos de corrupción, vemos como sus hijos y familiares directos se están beneficiando con contratos millonarios, gente que lo rodea se ha aprovechado de sus puestos para cobrar cuotas y hacerse de dinero bajo la sombra de Obrador, lo más reciente es el escandalo del uso de los programas del Bienestar para fines electorales y particulares, todo esto sigue quedando en la impunidad, misma que dijo combatiría y castigaría a quienes están señalados de corruptos. 

Una jugosa promesa fue la de que, a partir del primer día de su mandato, López Obrador no iba a permitir que la gasolina aumentara en el precio. Esto tampoco lo cumplió, ya que al día en que escribo estas líneas (28 de mayo de 2022), los precios promedio por litro de gasolina a nivel nacional son de: $21.67 pesos la magna, $23.18 pesos el diésel y $23.51 pesos la gasolina Premium. 

Nos prometió que tendríamos un mejor sistema de salud, casi casi de la talla de los que existen en Dinamarca y, ¿Qué es lo que vemos? Un sistema de salud incapaz de soportar el embate tan cruel y despiadado de más de 6,044,149 contagiados por la covid-19 que ya ha cobrado mas de 338,843 vidas, (datos tomados del portal oficial del Gobierno de la Republica), un sistema, que no brinda los medicamentos ni los materiales médicos que se requieren para salvar vidas, que deja que los médicos estén vulnerables al no brindarles las herramientas mínimas necesarias de protección para evitar contagiarse.

La promesa de que iba a terminar con la pobreza tampoco se está cumpliendo, “primero los pobres” seria su estandarte de batalla y que a la fecha le ha quedado corta porque los pobres son los que han recibido el embate por la desaparición los programas que en algo ayudaban a las familias de escasos recursos, va incrementando la miseria a miles de mexicanos, quitar las estancias infantiles, aumentar la edad para el retiro y recibir el subsidio de adultos mayores subiendo de 65 a 68, eso no es acabar con la pobreza.

Estamos inmersos en una realidad definida por la existencia de un gobierno al que no le interesa para nada el sacar del atraso en el que viven millones de mexicanos que dice representar y que ha traído consecuencias graves a la economía que ya está al borde de una crisis que, indiscutiblemente se ensañará, como siempre, en la población más pobre.

En materia de seguridad, ni se diga, el día más violento y con más asesinatos se registró el 1 de diciembre de 2019, donde se registraron 127 homicidios dolosos, casualmente el mismo día en que la administración de López Obrador cumplió su primer año de gobierno. México vive una ola de violencia con 118 homicidios dolosos registrando que el pasado 24 de mayo fue el segundo día más violento en lo que va del sexenio, de acuerdo con el reporte diario que genera la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Fiscalía General de la República (FGR). 

De acuerdo con las cifras presentadas y de continuar esta tendencia, mayo se encamina a ser el mes más violento en lo que va del año, ya que, a los 25 días del presente mes, se acumula un total de mil 980 víctimas, lo que arroja un promedio de 82 muertes diarias. A pesar de que las cifras son oficiales López Obrador presume, en sus aburridas mañaneras, que terminará su gobierno con buenos resultados en materia de seguridad, esto solo demuestra que el gobierno de la 4T no se inmuta por la creciente ola de violencia que sufre el país. A estas alturas, ya no es posible aminorar las causas de esta terrible situación que día a día se agrava más.

Es cierto que la esperanza es el aliciente que cura el alma y no podemos abandonarla, sino que debemos tomarla como el último suspiro al que se aferra el ser humano cuando siente que la vida se le va, pero no es suficiente, se requiere de los resultados visibles y tangibles, no solo en el discurso sino en los hechos.

Para lograr una verdadera transformación, de tipo social, se requiere una fuerza de masas poderosa y sobre todo que, esa fuerza tenga una educación política, que esté consiente y, sobre todo, organizada, que sepa que es lo que realmente se requiere para alcanzar ese tan añorado cambio y transformación de este sistema económico que tanto bien haría a nuestro país. Quien de esperanzas vive, de hambre muere.

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