En el mes de febrero del año pasado, hubo cambio de delegado en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de Colima; no asumió el cargo un político especialista en la materia, pero sí, uno que es materia especialista en política. De Nabor Ochoa López, - así se llama el delegado que entró al relevo - no se sabe nada acerca de su perfil y trayectoria ambientalista, pero sí y mucho, de su trayectoria como político: "[...] es Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM. Ha sido presidente municipal de Manzanillo entre 2009 y 2012. Dentro de su experiencia en el sector público, fue Director de Seguridad Pública Municipal en Manzanillo, Subdelegado de Vialidad y Transporte en Manzanillo y Gerente estatal de IMPECSA Colima. (Colima Medios, Portal Informativo, 16/02/2016). Y se dice más: "Trascendió también que la designación en SEMARNAT fue una de las negociaciones que tuvo con el Presidente Enrique Peña Nieto, cuando se bajó de la senaduría y la dejó por la cuota de género femenil, por lo que hoy, ese trato se hizo realidad y el presidente de la república cumplió con su palabra empeñada del favor que le debía a Ochoa López." (Ibìd).
Será verdad o mentira lo que se dice, eso no me interesa a mí, ni creo que le interese a nadie saberlo; si hoy me ocupo del tema, es por un par de incidentes ocurridos no hace mucho que llamaron mi atención, incidentes donde descubro, un proceder un tanto tendencioso de la PROFEPA, y donde el delegado de la SEMARNAT no ha dicho ni media palabra. Veamos
Primer incidente. El pasado día sábado 10 de junio, los medios locales informaron del colapso de un tubo que transportaba mineral de la empresa minera Peña Colorada, esto en el tramo de Minatitlán a Manzanillo a la altura de la comunidad Punta de Agua, donde viven más de 350 personas; el saldo de este incidente fue de varias viviendas afectadas y daños en las principales vialidades de la comunidad, además de la flora y la fauna del entorno, que fueron materialmente inundadas por una mezcla conocida como pulpa fina de hierro. La empresa indo-italo-argentina Benito Juárez-Peña Colorada, comenzó labores, -con los permisos correspondientes- en 1975, con capacidad para extraer desde su inicio unas 8.5 toneladas de hierro por año, y ahora, es la principal minera de América Latina; sus ganancias anuales se calculan en 3 mil millones de dólares. Dado que esta empresa millonaria construyó en el puerto de Manzanillo una planta peletizadora, a más de 50 kilómetros de distancia de las plantas de molienda y concentración, instaló también un sistema de dos ferroductos de 44.7 Kilómetros de longitud de 9 y 11 pulgadas de diámetro respectivamente, capaces de transportar hasta 3 millones de toneladas de concentrado en forma de pulpa de hierro cada año, usando para esto la fuerza de gravedad como elemento de empuje. La eficacia de este y otros modernos sistemas de transportación, le han permitido al Consorcio producir y transportar ahora, diariamente, hasta 16 mil toneladas de hierro, incrementando ostensiblemente sus ganancias. De estos fue, precisamente uno de los ferroductos que colapsó e inundó de material ferroso a la comunidad de Punta de Agua.
Casi al momento del derrame, la Presidenta Municipal de Manzanillo, Gabriela Benavides, acudió a la zona y afirmó que el ayuntamiento "está valorando los daños ambientales, de vivienda y de infraestructura municipal ocasionados por el derrame de un ducto de Peña Colorada en la comunidad de Punta de Agua." (Manzanillo.TV, 10/06/2017). Es decir, -leyendo con cuidado la nota-, dice que la presidenta municipal afirma que sí hubo daños ambientales. Esto lo subrayo porque de esto nada ha dicho la SEMARNAT, además, dos días después, algunos medios encabezaron sus páginas con otra nota: "Derrame de mineral de hierro ocasionado por Peña Colorada no generó contaminación: Profepa" (Diario de Colima, 12/06/2017). Por eso pregunto, ¿qué pasa con la SEMARNAT y la PROFEPA?
Segundo incidente. Aun no terminaban de recoger todo el fétido material ferroso que inundó las calles, flora y fauna de la comunidad de Punta de Agua de Camotlán, cuando la nota de primera plana ahora fue: "Rescata PROFEPA venado cola blanca herido tras ser atropellado" (Diario de Colima, 15/06/2017); por la coincidencia de la nota en varios medios, se ve que fue un boletín de prensa de la misma PROFEPA, donde luego de condenar los hechos que pasaron a afectar a este "pobre venadito", informaron que hicieron una exhaustiva valoración del animalito y descubrieron que "estaba estrenado, confuso y con heridas superficiales"; luego, invocando, en una larga declaración, las Normas Oficiales y el artículo 122 de la Ley de Vida Silvestre, amenazó severamente de la posible posesión ilegal de una especie tal, so pena de hacerse acreedores a "una multa de 50 a 50 mil unidades de Medida y Actualización" (sic). No, pues esta cabrón, por las dudas, la próxima vez que vea un venadito cola blanca mejor le voy a sacar la vuelta.
Pero aquí algo no está bien y es lo que llamó mi atención; resulta que para la PROFEPA y SEMARNAT, parece ser que es mucho más indignante, peligroso y penado por la ley, el atropello de un venadito cola blanca, que la inundación y contaminación, con pestilente material ferroso, de toda una comunidad y el ecosistema de sus alrededores. Que mal, pero, ¿y qué dice a todo esto el Gobierno del Estado? Al momento que termino de escribir este trabajo, leo en el Diario de Colima lo siguiente: "Invertirá Peña Colorada 150 millones de dólares más en Colima", "El gobernador José Ignacio Peralta Sánchez destacó la importancia de la empresa para la vida económica del estado y del país". Con esto, amigo lector, saque usted sus propias conclusiones.
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