A lo largo de 45 años de lucha y organización, Antorcha me ha enseñado no solo política, también me ha enseñado que en la lucha constante se entrelazan lazos de unión y la vida se ve de otra manera.
Con las enseñanzas de Antorcha de gestionar agua, pavimentaciones, drenajes, escuelas y muchas obras más, ahora sé que es mi derecho tenerlos y que el gobierno tiene la obligación de atender las carencias de mi comunidad y la de las demás comunidades vulnerables, estén afiliadas a Antorcha o no.
Mexicanos, es justo que todos vean que Antorcha ha despertado consciencias y eso ha forjado su unión; ahora, millones sabemos que si la economía de nuestro país no crece, nosotros somos los que vamos a sufrir más, que esas decisiones tomadas tan a la ligera por todos los partidos no nos benefician, que eso traerá falta de empleo para mí y que mis hijos no tendrán las condiciones para desarrollarse en un ambiente sano; no podrán realizar sus sueños como profesionistas porque tendrán la necesidad de trabajar también para contribuir al gasto familiar por no contar con suficientes escuelas que detonen todas las facultadess; que si enferman, no habrá una institución donde puedan acudir a curar sus males sin pagar grandes cantidades de dinero en consultas y medicamentos
Ahora sé que mi trabajo, donde paso ocho horas o más, es la base de esos grandes monopolios porque la riqueza que genero en ese tiempo es mucho mayor que el salario que me pagan, el cual no alcanza para nada; que invierto gran parte de mi vida gastando mis energías en traslados de mi hogar a esa fábrica que no me da las condiciones necesarias para ejecutar mi labor diaria y que soy explotada a ojos vistos. Ahora soy más crítica, no me dejo ir por cantos de sirena donde los medios de comunicación e información me bombardean diciendo que todo está bien y que mis hermanos mexicanos y yo somos felices, que no nos hace falta nada y que si trabajo más duro podré ser tan exitoso como lo que miro y escucho en esos medios de comunicación, que ocultan que cada día somos más pobres y que dependemos cada vez más de Estados Unidos, que los tratados comerciales no nos favorecen en lo absoluto y que tengo que vivir pidiendo prestado y pagando intereses a esos grandes almacenes que nos venden en abonos y a esos bancos que también se aprovechan de mi necesidad.
Todo eso lo sé porque ahora leo y no me dejo engañar.
Pero ahora hay una luz que me hace confiar que pronto puede comenzar un verdadero cambio, que ya tengo la plena conciencia de que sola no puedo hacer nada, que debo estar junto a mi hermanos de clase, al lado de todos los demás, porque ellos también sufren las mismas vicisitudes que yo, a ellos también les falta lo mismo que a mí, si no hasta mucho más que a mí, porque yo me he dejado guiar por el Movimiento Antorchista y ahora que sé ha planteado ser partido, mi corazón late muy fuerte porque ahora tengo la certeza de que un cambio real es posible, ahora sé que yo y miles de obreros, estudiantes, jóvenes, amas de casa, daremos el grito de que la justicia social está en nuestras manos, que somos nosotros el pueblo organizado los que tomaremos las riendas de este hermoso país que nos da mucho, pero que no nos llega a nuestras manos. Ahora sé que cuando el pueblo tome el poder nuestra economía puede tomar otro rumbo, que ahora todos tendremos un trabajo y que será bien pagado, que esos grandes monopolios ahora tendrán que pagar más impuestos para que así yo y mis hermanos de lucha podamos gozar de esa renta social de la que ahora carecemos, mis hijos y los tuyos ya podrán ser esos profesionistas que tanto añoramos, tendremos grandes artistas y deportistas que nos representen en el extranjero; nuestros niños ya no padecerán desnutrición ni enfermedades que no podamos curar, podremos distraernos en lugares adecuados para recrearnos junto con nuestras familias y todo eso será posible con un partido y políticos que sí velen por el bienestar de los hasta ahora desposeídos.
El Movimiento Antorchista Nacional nos ha guiado como un movimiento social durante estos 45 años y ahora es nuestro momento hermano antorchista, mexicano trabajador, súmate al cambio social que todos queremos, al cual tenemos derecho; vamos a unirnos con más fuerza y con más fraternidad, porque tus dolencias y carencias son las mías, por que tus necesidades son las mías y sé que si yo caigo tú también caes y caerán nuestros hermanos porque todos juntos somos un solo México, un solo país que debe surgir con unas bases firmes y sólidas para alcanzar la plenitud que tanto soñamos.
Súmate con fuerza y determinación al movimiento de nosotros los pobres y necesitados y de los que queremos paz y justicia social; súmate al Movimiento Antorchista que trabaja para pronto ser partido político.
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