No hay mal que por bien no venga y tuvo que ocurrir la pandemia para que se descubriera el abandono en que sigue el sector encargado de cuidar la salud de los mexicanos que vivió la estrategia de contención de la enfermedad incluido encomendarse a tarjetas e imágenes milagrosas de vírgenes y santos, lo que se dedujo servirían de protección para toda clase de enfermedades incluido el coronavirus, sin embargo la inmunidad no surtió el efecto esperado por el presidente de la República, pues dos semanas después comenzaban a dispararse los contagios que al día 05 de mayo es de 26,025 confirmados acumulados, 6,708 confirmados activos y 2,507 defunciones en México.
Los estragos de la pandemia son evidentes que fue descrita como: "Situación crítica, básicamente estamos en guerra", de acuerdo a las palabras de la doctora Magdalena Madero además de ello comentó "que en el Instituto Nacional de Cardiología después de dos semanas de haberse hecho hospital covid-19, estaba lleno con 51 pacientes lo cual es la capacidad total, no se tienen ventiladores disponibles por lo tanto están a poco de decidir a quién se le da el tratamiento y a quién no". A pesar de que el personal de salud está combatiendo a capa y espada la epidemia, n veces, denunciaron que les falta equipo de protección personal y muchos de ellos trabajaba con material comprado con sus recursos o bien provenían de donaciones, "porque el equipo que brinda el gobierno está en pésimas condiciones", manifestaron.
El "Quédate en Casa" afectó bastante a la población y no se diga a la clase trabajadora, cuando se dio la orden de una cuarentena la cual evidenció que México no está preparado ya que el neoliberalismo, (a pesar de que fue desaparecido por un decreto presidencial de Andrés Manuel López Obrador), hace que los dueños de fábricas e industrias acumulen más riqueza para ellos dejando solo para vivir al día a la clase trabajadora es decir, que a pesar de AMLO el capitalismo sigue vigente y la pandemia clarificó la vulnerabilidad que tienen las clases pobres pues se estima que unos 30 millones de mexicanos viven al día y tienen que salir a buscar el sustento; a pesar del llamado de miles de mexicanos para que implemente una campaña de apoyos alimenticios para las personas más desprotegidas, no se tiene respuesta.
Ya existen reportajes a través de televisión, medios impresos y redes sociales que dan cuenta de que en diferentes estados comienzan a colocarse trapos rojos, blancos, cartulinas y pintas afuera de domicilios de familias humildes para hacer notar que en el hogar en cuestión hay hambre y estableciendo esta idea como símbolo de protesta ante la autoridad para pedir apoyo alimentario ya que no se puede salir a las calles.
Además, el Movimiento Antorchista ha venido haciendo un llamado a la 4T para que implemente un programa nacional de apoyos alimenticios, sin embargo, el llamado no tiene eco en el gobierno federal dejando en la orfandad a la clase trabajadora y demostrándose que hay necesidad de un nuevo partido político que emplee los medios del estado para velar por los intereses del pueblo pobre, que sufre en estas contingencias.
En esta coyuntura queda demostrado nuevamente que el estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del "orden" que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases" como lo afirmara Carlos Marx. El hecho es que el empobrecimiento ha permanecido por generaciones afectado a los trabajadores de México y del mundo entero que no tienen los medios necesarios para sobrevivir durante dos meses a la falta de empleo y dinero para hacerse de los medios de vida y sobrevivencia.
Por tanto, una vez superada esta experiencia amarga se espera que la gente vuelva a sus puestos de trabajo, pero ya no deben conformarse con el salario de hambre que el patrón les da y sometidos a la brutal explotación industrial, en el campo o la minería, sino que deben organizarse para exigir incremento salarial verdadero.
En este propósito la sociedad en general deberá exigir la terminación inmediata de hospitales así como su equipamiento, pero a la vez la solidaridad del pueblo mexicano deberá extenderse a los trabajadores del sector salud y exigir se les autorice su recategorización y brinden la protección necesaria para que desempeñen bien su labor, eso y más deberá pensarse, pero lo que debemos no debemos olvidar es que las cosas no deben seguir como antes, sino que el México futuro sea mejor para todos y para eso hay que luchar.
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