MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Qué esconden los alcaldes panistas de Querétaro?

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¿Desde cuándo, los presidentes municipales del Estado dejaron de presentar sus informes de rendición de cuentas en sesiones formales, al pueblo que los elige? Es muy importante que, si no con detalle, porque eso les incomoda, sí presenten a la ciudadanía, cuando menos un informe general de lo hecho, en los rubros más importantes de sus administraciones: qué obras hicieron en favor de los ciudadanos que confiaron en ellos y cuáles son sus pendientes.

Resulta por lo menos sospechoso que varios alcaldes, los hayan suspendido con el argumento de ahorrar recursos económicos, por aquello de la austeridad republicana puesta de moda por el nuevo patrón que despacha en palacio nacional, y hayan decidido hacerlos "virtualmente", "declarativamente", con nuevo formato que llamarón "Alcalde en Tu Calle", que consistió en hacer directamente reuniones con el pueblo (nomás les faltó decir que sin intermediarios), en las colonias y pueblos para llevarles por escrito el informe de "resultados" en beneficio de la población. Nada más falso. Se trató de una argucia declarativa, una obra de teatro, una manera de esconder que no han hecho nada, evitar los reclamos de la gente y hacerse campaña en la lucha por nuevos y mejores huesos.

No son los únicos, pero cinco de los dieciocho presidentes, León Enrique Bolaño, de Cadereyta de Montes; Alejandro Ochoa, de Colón; Guillermo Vega, de San Juan del Río; Rosendo Anaya, de Amealco y Roberto Sosa, de Corregidora, todos del PAN, cuatro de ellos reelectos con burdas maniobras desde el poder estatal, son quienes destacan como los peor calificados por la población de sus respectivos municipios, por su escaso trabajo, por su altanería, por impedir la libertad de expresión, por frenar la entrada de la población marginada a las instalaciones de sus ayuntamientos, y sobre todo, por negarse a resolver sus necesidades más urgentes, como escuelas, centros de salud, agua potable, luz eléctrica, drenajes, pavimentos, alumbrado públicos, etcétera.

Ciertamente, la ley, hecha a modo por cierto, sólo obliga a los presidentes municipales a rendir cuentas en sesiones solemnes ante los integrantes de sus cabildos, que casis siempre son lo mismo y representan los mismos intereses, lo que les conviene, lo que previamente "plancharon", pero tampoco es cierto que la Ley Orgánica Municipal del Estado de Querétaro establezca que los alcaldes tengan que presentar sus informes en lo oscurito, a escondidas, metidos en un "bunker", cercados con vallas, policías y perros de ataque, para que los ciudadanos no puedan enterarse de lo que informan.

Como en las películas de acción, León Enrique Bolaño, Guillermo Vega y Roberto Sosa, a hurtadillas, con mucho sigilo, autodenunciándose como pésimos alcaldes, pasaron presurosos a arrojar su documento por la ventana de sus oficinas a tomarse la foto con sus amigos regidores, para dar fe ante sus jefes de haber cumplido con su misión y huyeron despavoridos con rumbo desconocido. Por qué hacerlo de esta manera, si como dice el refrán popular, ¿el que nada debe, nada teme? ¿Qué le ocultan estos panistas a la gente?

Y mientras en los municipios las cosas en materia de rendición de cuentas y efectividad de las autoridades están mal, desafortunadamente en el estado no estamos mejor. Ante la imposibilidad de Francisco Domínguez de resolver el problema del transporte público, como lo prometió hace más de cuatro años, durante la campaña, ha optado mejor por pagárselo directamente a los usuarios (nomás le faltó la tarjetita). Pese a que se reconoce el esfuerzo, la inseguridad no mejora, el 50.7 por ciento de los queretanos perciben más inseguridad, y según Mitofsky el estado se ubica en el lugar 22 nacional.

En lo que se refiere a solución de demandas, empleo y mejoramiento de salarios de los queretanos, estamos como en la economía de AMLO, en ceros. Los antorchistas, esperamos que se ejecuten las obras pendientes con recursos del PEF por aproximadamente 30 millones de pesos, que ahora dicen, sí llegaron pero los regresaron; las obras a que se comprometió Francisco Domínguez, tan pronto tomó a posesión a través de su mal ayudante, Tonatiuh Cervantes, y su intervención ante los cinco alcaldes autistas de su partido para que resuelvan las necesidades de la gente. ¿Será mucho pedir?

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