MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Qué es politizar?

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La Real Academia Española de la Lengua contempla dos definiciones de lo que es politizar: a) "Dar orientación o contenido político a acciones, pensamientos, etc., que, corrientemente, no lo tienen", b) "Inculcar a alguien una formación o conciencia política". En la primera definición se trata de las acciones, pensamientos, ideas, a las que se les tiene que dar un carácter político u orientación política. En la segunda, se trata de infundir a las personas una conciencia política, y esta conciencia sólo puede venir del contexto o entorno en el que se rodea. 

Por lo tanto, politizar es mostrarse así mismo o mostrarle a alguien su entorno, con el objetivo de que la conozca, la analice, la cuestione, la entienda, la critique y, por ende, pueda participar en el mantenimiento o en el cambio de ese entorno tanto económico, político, social.

Politizarse, politizarnos, politización son términos que significan que comprendamos mejor la realidad que nos rodea. Cuando entendemos un fenómeno, un hecho, una cosa, en toda su integridad; cuando conocemos una verdad que antes desconocíamos, entonces abrimos los ojos, despertamos y nos decidimos a luchar y cambiar el estado de cosas. Si desconocemos la verdad, si desconocemos tal o cual fenómeno entonces somos esclavos, estamos propensos a ser engañados por cualquier charlatán.

Por ejemplo, cuando un político en campaña nos dice que es del PAN y que ahora habrá pan, creemos que es verdad, a pie juntillas, pero si conocemos el programa político del Partido Acción Nacional nos daremos cuenta de que lo que menos puede existir en ese gobierno por su origen de clase, es pan.  

Desde la aparición de las clases sociales, los grupos dominantes han politizado a los sectores dominados acorde a sus intereses, es decir, han influido para crear una obediencia política ciega hacia los dominadores. Los esclavos eran dominados por una conciencia política que justificaba su esclavitud; en la época del feudalismo, la dominación se dio a través de una concepción de carácter religioso y en el capitalismo, seguimos dominados ante la explotación de nuestros dominadores. 

Fue Marx quien develó la esencia de la explotación capitalista y Lenin quien enseñó que la conciencia de clase, es decir, la conciencia de la dominación y de la explotación, sólo podría venir de fuera, de la conciencia organizada como diría Trotski. Para poder transmitirla habría que preparar a los mejores hijos de la clase oprimida (incluyendo a los que no lo son), los más nobles, los más inteligentes, los más honestos, los más valientes, y los más decididos de esta clase. 

Sin conciencia o teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria, sentenció Lenin. Pero hubo quién criticó a Lenin señalando que dejaba a la clase obrera en manos de un grupo de intelectuales y que no tomaba en cuenta la iniciativa histórica del proletariado, es decir, su decisión autónoma para emanciparse de la opresión. Pero Lenin nunca dejó fuera la iniciativa histórica del proletariado, sino que la combinó con la conciencia organizada y las condiciones objetivas y el resultado fue la revolución rusa. 

La necesidad histórica de la politización sigue tan vigente hoy más que nunca. Las clases oprimidas están cada día más despolitizadas de su clase. Los campesinos, los obreros, los jornaleros, los estudiantes se sienten extraños e incapaces de conocer.  "No tengo tiempo, eso no es para mí, eso es para los conocedores, para los que estudian" dicen ellos. Sin embargo, negar conocer la realidad por su propio entendimiento es lo que ha llevado al sometimiento cada día más oculto de las cadenas que nos oprimen.  

Antorcha Revolucionaria nos llama a politizarnos, a conocer lo que ocurre en nuestra familia, en nuestra calle, en nuestra colonia, en nuestro municipio, en nuestro país. Nos llama a conocer de economía, de política, de filosofía, para que el pueblo deje de ser manipulado por los nuevos y los viejos farsantes. Nos llama a conocer aquello que no vemos, aquello que está oculto y que quieren ocultarnos. Decía Enrique González Martínez en su poema "Busca en todas las cosas":

"Busca en todas las cosas un alma y un sentido

oculto; no te ciñas a la apariencia vana;

husmea, sigue el rastro de la verdad arcana,

escudriñante el ojo y aguzado el oído.

 

No seas como el necio, que al mirar la virgínea

imperfección del mármol que la arcilla aprisiona,

queda sordo a la entraña de la piedra, que entona

en recóndito ritmo la canción de la línea.

 

Ama todo lo grácil de la vida, la calma

de la flor que se mece, el color, el paisaje.

Ya sabrás poco a poco descifrar su lenguaje...

¡Oh divino coloquio de las cosas y el alma!

 

Hay en todos los seres una blanda sonrisa,

un dolor inefable o un misterio sombrío.

¿Sabes tú si son lágrimas las gotas de rocío?

¿Sabes tú qué secreto va contando la brisa?

 

Atan hebras sutiles a las cosas distantes;

al acento lejano corresponde otro acento.

¿Sabes tú donde lleva los suspiros el viento?

¿Sabes tú si son almas las estrellas errantes?

 

No desdeñes al pájaro de argentina garganta

que se queja en la tarde, que salmodia a la aurora.

Es un alma que canta y es un alma que llora...

¡Y sabrá por qué llora, y sabrá por qué canta!

 

Busca en todas las cosas el oculto sentido;

lo hallarás cuando logres comprender su lenguaje;

cuando sientas el alma colosal del paisaje

y los ayes lanzados por el árbol herido…"

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