El 2020 nos trajo consigo nuevas formas de vivir, nuevas formas de comunicarnos y nuevas formas de seguir luchando, pero no solo eso, el 2020 hizo mucho más; este año puso en marcha también la conciencia de millones de mexicanos, sacó a relucir, por las malas, las deficiencias que existen en nuestro país, el mal camino por el que nuestra patria se ha enrumbado y la falta y casi nula atención del gobierno hacia los diferentes sectores sociales que existen.
Este mes, nos obligó a recordar de una manera diferente también a los cientos de jóvenes que murieron el 2 de octubre de 1968, quienes, a su manera, trataron de cambiar o de buscar un cambio en la sociedad de ese entonces, este movimiento social, marcó y sigue marcando a decenas de generaciones que gritando ¡2 de octubre, no se olvida! hacen un homenaje a los que en ese entonces emprendían una batalla contra el sistema.
Ahora en este año, las movilizaciones, a pesar de la pandemia, no han cesado, al contrario, son cada vez más los sectores los que se han sumado a levantar su voz para que todas sus demandas sean escuchadas; hemos escuchado por todo el país, y recientemente en nuestro estado, Michoacán, la voz de las feministas quienes piden cese la ola de violencia y paren los feminicidios, ellas no han sido escuchadas por parte de las autoridades; a principios de la pandemia, escuchamos a médicos y enfermeras de diferentes hospitales pedir se les brindaran los insumos y se les dieran las condiciones necesarias para realizar su trabajo y salvaguardar la vida de sus pacientes y la suya propia, tampoco fueron escuchados; salieron campesinos a quienes con las cosechas encima se les negó el apoyo con el fertilizante, única salida que tenían para seguir manteniendo a sus familias, no se les escuchó; salieron los estudiantes, quienes pedían acceso a internet, pues por la nueva modalidad de las clases en línea, muchos no podían contar con ese recurso para seguir su preparación académica, tampoco fueron escuchados; no olvidemos a los agricultores de Chihuahua, quienes salieron a defender el agua en la presa de La Boquilla, tampoco fueron escuchados; y salimos también nosotros, los integrantes del Movimiento Antorchista Nacional, quienes desde que inició la pandemia levantamos la bandera para solicitar que se implementara un Programa Nacional de Distribución de Alimentos y apoyos monetarios para las familias más afectadas por el Covid-19, tampoco fuimos escuchados.
Miles de voces son las que se han levantado y la respuesta a todas ellas, ha sido no sólo la política de oídos sordos por parte del gobierno federal encabezado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sino que en la gran mayoría, se ha utilizado la intimidación y el acoso tanto policial como mediático, pues a pesar de que los medios de comunicación han sido atacados también, siguen ofreciendo sus plumas para atacar a los demás sectores, pues es la única salida que tienen ante la censura, que ya se vio en nuestro país con diferentes periodistas.
Quise mencionar todo esto, todo lo que se está viviendo y poniendo como punto de partida, para este artículo, la lucha del 2 de octubre, pues todas ellas, tienen la misma raíz, y la gran mayoría de ellas tienen el mismo problema: surgen como movimientos espontáneos a consecuencia de una inconformidad social, bien justificada, por cierto.
La raíz de todos estos problemas ha sido siempre la mala distribución de la riqueza en el mundo, ha sido el sistema neoliberal, tan rapaz que impera y camina por las calles sin que a nadie le interese el daño y la desigualdad que a su paso va dejando; ese sistema, ha provocado que el hambre incremente, que la avaricia de los más poderosos y de los que tienen a su alcance los medios, abusen de la clase trabajadora, que el papel de la mujer siga siendo relegado o aceptado en la sociedad sólo superficialmente, pero al final de cuentas, dejando en el abandono a las madres trabajadoras.
Si nosotros ponemos atención, estos sectores, que hoy levantan la voz, son también los que más han sido golpeados por este gobierno; el pueblo no puede permitirse olvidar todos los recortes que López Obrador ha ejecutado, con la mano en la cintura, perjudicando a miles de mexicanos, orientando el recurso que se genera, además, a través de los impuestos de los mexicanos, a promover su figura personal y a seguir invirtiendo en la compra de votos para perpetuarse en el poder.
Pero no todo está perdido; no podemos, ni debemos perder de vista que para retomar el rumbo que México ha perdido, es necesario que todos esos susurros se vuelven un grito, que todas esas piedras se vuelvan una roca, y es por eso que nuevamente llamamos a todos los lastimados y calumniados por el gobierno de la Cuarta Transformación a que se sumen y creemos un frente común capaz de plasmas y hacer oír y que sean resueltas las demandas de nuestra base, de los que cargan a este país, de nuestro pueblo; no olvidemos la frase célebre que el poeta Gabriel Celaya plasmó en su poesía Mensajes: " Los hombres de uno en uno no son nadie.Tan solo al ser en otros nos hallamos…".Que así sea.
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