Como líder social, durante muchos años he trabajado de la mano de los antorchistas capitalinos y el área metropolitana del estado de Puebla. He visto y conozco las condiciones y carencias de las miles de familias humildes, de estas últimas sé cuáles son las principales y cuáles sus demandas más urgentes.
De la mano del Movimiento Antorchista, las familias organizadas han logrado transformar considerablemente sus condiciones materiales. Con Antorcha hemos transformado para bien, cientos de colonias y hemos creado importantes núcleos poblacionales que, hasta el día de hoy, irradian progreso y bienestar. Para muestra está Balcones del Sur, que cuenta con un gran auditorio para las actividades de los colonos, cuenta con la cadena educativa completa, desde preescolar hasta educación superior, una magna unidad deportiva de libre acceso para todos los ciudadanos, además de una majestuosa casa de cultura, donde los niños, jóvenes, e incluso adultos de la zona, acuden a desarrollar sus habilidades artísticas.
Así como este importante punto de desarrollo en el sur de Puebla, existen otros más en el norte de la ciudad como la colonia Dos de marzo, 6 de junio o Primero de Mayo, y no sólo en Puebla, también en San Martín Texmelucan, Amozoc y Ocoyucan. Logro que es del pueblo organizado, de las personas buscando mejores condiciones de vida para ellos y sus hijos, han decidido organizarse en las filas del Movimiento Antorchista.
Nada de lo que hemos logrado nos lo han regalado, pues a pesar de ser obligación de los gobierno atender las necesidades de sus gobernados, prácticamente se las hemos tenido que arrancar de las manos, mediante la lucha organizada, a las diferentes administraciones de los distintos partidos políticos que han estado en el poder.
Sin embargo, con la llegada de Morena al Gobierno del estado, la situación ha cambiado drásticamente, el mandatario Miguel Barbosa Huerta se ha negado a atender y resolver las necesidades de los poblanos, manteniéndolos en el rezago social y el abandono bajo el pretexto de la austeridad republicana y la supuesta lucha contra la corrupción, lucha que descalifica el 78 por ciento de los poblanos.
En lo que va de la administración del señor Barbosa Huerta, en la capital poblana no se han atendido las demandas de redes de agua potable, drenaje sanitario, electrificaciones o pavimentaciones de calles, obras que para el Gobierno del estado resultaría muy fácil atender puesto que cuenta con los recursos necesarios para ello, pero su cerrazón y miopía política le piden escuchar al clamor popular, por tanto, el 74 por ciento de la población considera que la obra pública es mala.
Las colonias populares, tanto del norte como sur de la ciudad, no sólo deben sortear como puedan la falta de servicios básicos, sino también deben enfrentarse, en completo abandono, a la creciente ola de inseguridad que cada día va ganando más terreno, afectando, principalmente, a la clase empobrecida. Aquellos que salen a buscar el sustento diario son víctimas del hampa, ya sea en la vía pública o en el transporte público. Ante esto, ¿qué ha hecho Barbosa? Absolutamente nada.
El autodenominado "experto en seguridad&rdquo, Miguel Barbosa ha sido superado por el hampa, es por eso que el 89% de los poblanos se siente inseguro de vivir en el estado y el 79.6% califica como mala la seguridad pública proporcionada por el Gobierno estatal. Es decir, los poblanos no confían en el sistema de seguridad pública estatal, calificándolo en un 80% como malo.
Pero no sólo eso, los centros de salud de las diferentes juntas auxiliares se encuentran abandonados. No hay personal médico suficiente, ni medicamentos y menos la infraestructura necesaria para atender los casos de Covid, por eso miles de personas mueren en sus hogares o a la puerta de los hospitales, olvidados hasta por las estadísticas oficiales de la propia Secretaria de Salud, como lo reveló hace algunos días el propio Inegi.
El gobierno del morenista Miguel Barbosa está reprobado en los aspectos más importantes para el desarrollo y progreso de los poblanos, es decir, no sólo no sabe gobernar, sino que tampoco escucha a sus gobernados. Si los poblanos queremos que nos vaya mejor en los años que restan de esta administración morenista, debemos aprovechar el proceso electoral a realizarse en junio para restarle peso al Gobierno del estado para elegir diputados federales, locales y presidentes municipales identificados con el pueblo trabajador.
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