MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Por qué existen los millonarios?

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Es necesario conocer las causas del por qué vivimos en una sociedad donde unos pocos se hacen multimillonarios y la gran mayoría vive en la pobreza. Este fenómeno social lo explica la ciencia de la Economía Política, y a los economistas les llevó casi dos siglos encontrar las causas de tan grave enfermedad social.

A nivel mundial, el capitalismo existe desde hace aproximadamente 500 años. En México se instauró a partir de la Revolución Mexicana, hace apenas 100 años. Esto fue así porque antes estuvimos sometidos por los españoles por 300 años. Desde la Conquista, nos robaron muchos recursos naturales y, a partir de la instauración del capitalismo, también nos han expoliado y sometido en sobremanera, por lo que no hemos alcanzado los niveles de desarrollo de otras naciones. A los mexicanos se nos ponen jornadas extenuantes, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), pues de los trabajadores mexicanos, el 13.4% labora 60 horas o más a la semana, solo por debajo de Turquía y Colombia.

Lo que no dice el capitalista es que él sin trabajar se está enriqueciendo a costa del desgaste del obrero, que se la pasa toda su vida trabajando sin mejorar su situación.

Los capitalistas se enriquecen porque se quedan con la plusvalía, que es el valor que el obrero crea con su desgaste físico y mental en el proceso productivo y que no se le paga; pues solo recibe un salario para que medio viva, se reproduzca y rinda en la jornada de trabajo al día siguiente. En la actualidad, hay obreros que tan solo en 7 minutos crean lo que le pagan como salario, todo el valor que generan en la jornada de trabajo restante se lo apropia el capitalista en forma de plusvalía, pues la economía capitalista tiene como objetivo principal obtener ganancias a costa de lo que sea.

La categoría económica “plusvalía” se encuentra desarrollada en la obra de Karl Marx, “El Capital”. Marx distinguió la plusvalía absoluta y plusvalía relativa. Definió a la “plusvalía absoluta a la que se logra mediante la prolongación de la jornada de trabajo; plusvalía relativa, en cambio, a la que se extrae al acortar el tiempo de trabajo necesario, alterando en consonancia con ello la proporción de magnitud entre las dos partes integrantes de la jornada de trabajo” (El Capital pág. 283).

En el capítulo La jornada de trabajo, Marx muestra cómo la jornada de trabajo se divide en tiempo de trabajo necesario y tiempo de trabajo excedente. El necesario es el tiempo en que el obrero crea el valor que el patrón le paga en forma de salario; y el excedente es el tiempo en que crea el valor llamado plusvalía. Concibe a la jornada de trabajo como una magnitud variable, no constante, pues los tiempos que la forman (necesario y excedente) se mueven al interior, aunque el tiempo de ésta sea el mismo.

Ante los ojos del capitalista industrial, la plusvalía se presenta como su ganancia. Después, otra parte de la plusvalía se distribuye en forma de ganancia comercial entre los comercios por los que circula la mercancía hasta que la consumen. Otra parte de la plusvalía se presenta como interés de los banqueros que dieron financiamientos; otra se presenta como renta para el dueño de la tierra y otra se distribuye en forma de impuestos a los gobiernos. La plusvalía entonces solo la crea el obrero, sea urbano o rural; este es el único origen que tiene toda la riqueza generada en el capitalismo. Así se descubre y explica por la ciencia económica marxista.

Pero el capitalista se justifica y dice, yo puse mi maquinaría, local, materia prima, herramientas, etc., son de mi propiedad y por eso me tocan las ganancias; como el obrero no pone nada, solo debe recibir su salario. Lo que no dice el capitalista es que él sin trabajar se está enriqueciendo a costa del desgaste del obrero, que se la pasa toda su vida trabajando sin mejorar su situación. Ni tampoco dice cómo se hizo de los primeros medios de producción, o sea, el capital originario, que sus ancestros lo acumularon por actos de rapiña y de forma sangrienta quitándoselos a los campesinos y artesanos, tal como se describe en esta obra de Marx.

Los banqueros igual, solo por prestar dinero y sin producir nada, sacan jugosas ganancias en forma de intereses que cobran a comercios, industrias, gobiernos y población en general. El interés que cobran tiene como origen la plusvalía que antes produjo el obrero en algún proceso productivo. Falso que el interés es el precio del dinero, el dinero no tiene precio y eso lo explica y desarrolla Karl Marx también en El Capital. También la renta, o alza de valor de la tierra, tiene como origen la plusvalía creada por los obreros; pues cómo se explicaría que la misma tierra, sola por sí, suba de valor.

Todos sabemos que el gobierno administra los impuestos, pero éstos también tienen como origen la plusvalía que genera el obrero, pues a los productores, comercios y consumidores, se los cobra el gobierno. Exigir a los gobernantes que hagan obras y servicios y que instrumenten una reforma fiscal progresiva, en la que paguen más impuestos los que más ganan, es exigir que distribuyan mejor la riqueza social, o sea, que apliquen los impuestos en drenajes, aguas potables, electrificaciones, banquetas, carreteras, etc.

Necesitamos estudiar El Capital, obra cumbre de Marx, donde se analiza científicamente el sistema capitalista, su desarrollo y leyes, para así poder explicar el momento actual de la realidad mundial y nacional, como la fase terminal de este sistema social. Debemos prepararnos para saber cómo construir una verdadera patria que dé cobijo a toda la población y no a unos cuantos ricachones. A eso nos llama desde hace cincuenta años el Movimiento Antorchista.

 

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