¡Cuidado! “Cuídate de falsos redentores que prometen con mil flores darte luz y libertad; cuídate de quienes te prometen darte pan y te someten a su yugo sin piedad”, así dice una canción que compuse para criticar a la 4T y la advertencia de tener cuidado hoy se confirma. Efectivamente, ese llamado a la “pobreza franciscana” tiene más bien la intención de preparar psicológicamente al pueblo para que se aprieten más y más el cinturón por la incapacidad de este gobierno de hacer frente correctamente a los problemas inflacionarios que ya se tienen y por la necedad de destinar buena parte del presupuesto federal a las obras inútiles y capricho de este gobierno que son el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía.
?Este gobierno, con falsos llamados a la austeridad, ha usado el nombre de los franciscanos, que sí eran acetas y lo eran por convicción; que no tenían casas ni en Houston ni recibían dinero en efectivo cuyo origen y destino se desconoce totalmente, y lo están haciendo para adelantarse a la terrible situación que se está viviendo y no es un llamado para que el propio gobierno se apriete el cinturón, sino un llamado a la población a que se aguante y se apriete el cinturón ella, pues ya está viendo este gobierno que no va a poder afrontar la inflación por sus equivocadas políticas que, hemos advertido a tiempo, no son la solución a los problemas de México.
Este gobierno está amarrándose el dedo antes de cortárselo, como se dice vulgarmente. Efectivamente, el llamado a la “pobreza franciscana” no tiene el propósito de reducir los gastos para hacer más eficiente al gobierno ni más ligero en su gasto; están preparando psicológicamente a la gente para que si no les llega su pensión o si no ven mejoría en la economía digan que se trata de una época de “pobreza franciscana” y no una época de incapacidad de la 4T para administrar bien los recursos y para afrontar mejor a la inflación. Se revela así la incapacidad de este gobierno y el inicio del fracaso de su política electorera de darle dinero a la gente, política que no se ha traducido, ni puede traducirse, en un incremento de la producción y de la riqueza, ni del bienestar de las familias; por el contrario, ha dejado a la gente con igual o peor condición de pobreza y al país sin crecimiento económico y sumergido en una crisis de violencia y económicas que nos tienen peor que antes en que estábamos, según este gobierno, peor.
?¿Cómo se explica este llamamiento a pasar de la “austeridad republicana” a la “pobreza franciscana”? Se trata de una advertencia parecida al “error de diciembre” que con la frase: “todavía tenemos reservas”, generó pánico entre los inversionistas que reclamaron su dinero y colapsaron al país; pues ahora se manifiesta como “todavía tenemos dinero para los programas sociales del presidente”, en otras palabras, que las fuentes para cubrir esos programas ya se las acabaron y que, con la crisis, la inflación y la mala administración de este gobierno, no van a tener dinero para poderte pagar la pensión o darle al joven su beca o el apoyo a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Efectivamente, ya se comieron todas las fuentes de ingresos que tenían: los fondos de estabilización, los fideicomisos para la ciencia, el Fondo Nacional de Desastres Naturales), etc., y que si nos descuidamos se van a abalanzar sobre las reservas internacionales.
Veamos. Con sus programas de subsidios a las gasolinas han tenido que pagar miles de millones de pesos de las ganancias de Pemex y han dejado de recibir ingresos por la vía del Impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS). Se estima que podríamos perder más de 400 mil millones de pesos en recaudación (Reforma, 28/07/22), para evitar el aumento del precio de la gasolina, que dijeron estaría en 10, pero está en 25 pesos. Con el programa antiinflacionario, se dio un tiro en el pie, pues el gobierno redujo los aranceles a las importaciones de productos fundamentales que ni han bajado de precio, pero que sí redujeron los ingresos de este gobierno.
He sabido de algunos adultos mayores que no han recibido completa su pensión, que tienen pagos atrasados y con el pretexto de la migración a la tarjeta electrónica y el no funcionamiento de las sucursales del Banco del Bienestar, esconden el verdadero problema, la falta de recursos que ya empieza a ahorcar a este gobierno.
Pero, la pobreza franciscana a la que llama el presidente no se la aplica a sí mismo. Es una especie de “hágase la voluntad de Dios, pero en los bueyes de mi compadre, no en los míos”, pues en lo que se refiere a las obras del presidente no vemos por ningún lado ni la austeridad republicana y menos la pobreza franciscana, sino, más bien, un cúmulo de gastos y de derroche que no nos va a beneficiar a los mexicanos como se dice.
Para ver en cifras la mentira de este gobierno y cómo se trata de un llamado a que se aplique el pueblo la pobreza franciscana, pero no el gobierno, doy los datos que salieron recientemente en el periódico Reforma (28/07/22): el Tren Maya costaría, se nos dijo, 150 mil millones de pesos, ya va en 409 mil millones; es decir, un incremento del 172%; por su parte, la refinería de Dos Bocas se dijo que costaría 163 mil millones de pesos, pero ya estamos gastando los mexicanos 245 mil millones de pesos, 50.3% más; asimismo, nos dijeron que el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA) costaría 75 mil millones de pesos, sin embargo, costó 116 mil millones, o sea, 54.6% más; a estos gastos inútiles hay que agregar la compra de una empresa en quiebra como fue la Refinería Deer Park que nos costó 600 mil millones de pesos y que ni siquiera nos preguntaron si debíamos comprarla; tampoco sabemos nada de las pipas que se compraron para supuestamente combatir el Huachicol, pero sí sabemos que se gastaron mil 720 millones de pesos. Pero, además, el gobierno triplica el subsidio al funcionamiento del AIFA, al pasar de 419.4 millones de pesos a mil 370.4 millones de pesos, es decir, un incremento del 229 por ciento (Mural, 02/08/22).
Pobres franciscanos que en su nombre predican una falsa vida de austeridad. Es tarea del pueblo abrir los ojos ante los falsos llamados de la 4T y descubrir que la única opción que le queda es organizarse y luchar para gobernar México, pues hoy se gobierna en nombre del pueblo, pero en contra del propio pueblo.
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